Después de sentir esa palpitación de anticipación contenida y el silencio casi sepulcral que se hizo en la sala, Enzo no pudo evitar girarse esperanzado, aunque su parte racional le decía que aquello no podía ser posible, que su intuición sólo le hacía creer lo que él deseaba que pasará. Pero algo en su interior parecía gritarle que no hiciera caso a su parte racional y que hiciera caso a su intuición, la cual le decía que Christian estaba justo en ese lugar, y sí, fue voltear y descubrir a su prometido justo frente a él.De inmediato, tanto los ojos de Christian, cómo los de él, conectaron al instante, haciendo que soltara rápidamente al chico, como si realmente fuera culpable de algo. Aunque realmente nada hubiera ocurrido entre ellos.Geraldine no podía dar crédito a la osadía de Christian al presentarse así, pero ahora que se había presentado estaba segura de que quedaría en ridículo, sobre todo al saber que Eros ya había preparado una manera de separar a su hijo de él.Estaba a p
Christian seguía besando a su prometido, sin importarle o mejor dicho, sin que le importaran que toda la alta sociedad Italiana se encontraba observando como le comía la boca a ese hombre entre sus brazos.Enzo no vio nada ni escuchó nada más aparte de lo que tenía delante, para él únicamente existía su prometido allí, reclamando sus labios y no dudó en corresponderle con todo ese amor que sentía por el incapaz de ocultar lo mucho que le había extrañado.Pasó los brazos tras el cuello de Christian y se pegó más a él, poco le importaba quien pudiera verlos, ni siquiera pensaba en eso, solo en saborear su boca como si fuera la única fuente y él un maldito sediento en mitad del desierto y eso era porque su vida era como un desierto lejos de ese hombre.—He venido por ti, cariño. No pude evitar estar mas tiempo lejos de ti.— No hay nada que yo deseara más que verte — aseguró Enzo hablando contra la boca de Christian sin poder ni querer evitar volver a besarlo, poco le importaba que todo
— Encantada señora D’Alturi — dijo la chica extendiendo la mano y estrechándosela a la mujer.—Mucho gusto, Claire, no sé si lo sepas, pero tu madre y yo éramos buenas amigas en el pasadoGeraldine no podía hacerle ningún desaire a al joven, de por sí le había dolido mucho el haber perdido la amistad de su querida amiga y madre de la joven, no soportaría que su hija, quien se parecía mucho a su madre, también la odiaraClaire aún recordaba, como de comentado, había estado eso en su casa, el escándalo en que la esposa de Christian Mars había abandonado a su esposo y su hijo por un mafioso italiano, aun así ella era muy pequeña en ese entonces, pero por lo que pudo recordar su madre comentaba que antes tenían una amistad con esa mujer que cortó al instante.— Si tiene tiempo mañana estaría bien que conociera a sus nietos, Jareth y yo tenemos dos hijos de cinco años.—Me encantará conocer a mis nietos— respondió la madre de Jareth quien a pesar de mostrarse sonriente con la joven, lo que
— Jareth — saludó al hijo de su prometido en cuanto llegó para luego observar a Christian y justo cuando lo tuvo delante su semblante cambió y es que no podía hacer otra cosa que sonreír cuando observaba a Christian.— Vámonos de aquí cariño — pidió acercándose a Christian mientras dejaba un beso en sus labios — Ha sido tan romántico que vinieras por mí.Christian no dudó en tomar la mano de Enzo en cuanto este se la ofreció.Jareth simplemente negó con la cabeza, porque por supuesto que su padre acepta la ayuda de su prometido para escapar.—Por qué no se quedan y enfrentan a Eros, al fin y al cabo por mucho que les molesten mis palabras, es el padre de Enzo, no sería mejor demostrarle a ese hombre que quieres a su hijo y que no importa que él se oponga, aun así estás aquí para pedirle su mano. ¿No crees que sería una buena manera de dejarle claro a tu padre que sin importar nada te casaras con mi padre? No sé, es solo una sugerencia de mi parte. Yo iré a buscar a Claire y ver si Cle
Aunque por supuesto eso no lo diría Christrian nada sobre la fiesta donde Eros se había robado a su esposa, no quería que se escuchara como que todo era parte de una venganza, porque no lo era. El amor que sentía por el hijo de Eros, no tenía nada que ver con el pasado.—Si deseas una disculpa de mi parte no la vas a obtener— respondió Christian viendo a los ojos al padre de su prometido —no me disculparé por besar a mi prometido. Ni por extrañarlo. Por lo que me disculparé contigo será por colarme a tu fiesta sin que tú me invitarás.Eros estaba muy molesto con ese hombre, sobre todo porque, por un lado, lo odiaba tanto que se había empeñado en mantener la relación con Geraldine, perfecta.Solo para demostrar que todo había valido la pena, pero debía confesar que no había vuelto a tener un amigo como él, que a veces uno lo puede pasar, incluso peor por la pérdida de una amistad que por un amor.— No has cambiado ni un poco, jamás pierdes la razón, así no la tengas, tal vez si hubier
— Buenas noches, Christian le diré al servicio que prepare tu habitación — dijo para después girarse y caminar en dirección hacia la casa cruzando una mirada con su hijo que lo observaba de lejos, él cual asintió en aprobación.En ese instante, Eros pensó que definitivamente se estaba haciendo demasiado viejo.Christian lo tenía claro, su habitación sería la más alejada de todas las demás, sobre todo la más alejada de la habitación de Enzo. No tenía pruebas, pero tampoco dudas de que así sería.Enzo podía sentir la tensión entre su padre y Christian, los dejaría hablar, pero obviamente no se iría muy lejos de ellos. No permitiría que su padre le hiciera daño a la persona que amaba.Pudo observar algo extraño entre ellos, cierta tensión extraña que no lograba comprender del todo, por un momento le pareció observar a Eros contenido, pero no de atacar a su prometido, Christian, más bien de no acercarse a él.En ese instante supo que había mucho que no sabía de ellos, sabía que los dos se
Momentos después se inclinaba hacia Claire y Jareth y susurraba.—Yo también lo creo y no solo eso, les apuesto 10 dólares a que tras el mayordomo explicarle a su señor el problema, este se va a parar rápidamente haciendo algún tipo de exclamación.—No apostaría porque también sé que eso es lo que ocurrirá— murmuró Jareth hacia la mujer del italoamericano Martinelli.Efectivamente, tal y como ellos habían predicho, el anfitrión no tardó en maldecir en italiano observando a sus “invitados” porque en realidad a excepción de los Martinelli los otros se había auto invitado.— Por favor, lleva a los matrimonios Martinelli Y Mars a su habitación y asegúrate de que estén cómodos — pidió Eros a su mayordomo antes de salir a paso acelerado en dirección a la mansión.Jareth no sabía si reír o negar con su cabeza, que su padre en esos momentos se encontrara ocasionando problemas en lugar de algunos de sus nietos o de él mismo era algo raro, algo que jamás creyó que pudiera pasar.Pero bueno, er
— Creo que fue mutuo porque yo no podía dejar de tocarme en la quietud de mi habitación, pensando en ti — aseguró Enzo inclinándose hacia él y llevando los dedos a su trasero, entre las nalgas de su prometido y penetrándole con uno de ellos.Christian cerró los ojos disfrutando de la cercanía de Enzo, de volver a sentir su calor contra su piel, del olor de su aroma, adhiriéndose a su piel, mezclándose con su propio aroma, sus dedos recorriendo su piel hasta llegar a ese lugar que tanto necesitaba de su atención.—Enzo…— gimoteó el nombre de su joven amante aferrándose a sus hombros.— No paraba de pensar en como me follaste, jamás nadie me había follado y tú me hiciste disfrutar tanto, algo que supuse que no podría llegar a gustarme — murmuró Enzo en el oído de Christian para introducir un segundo dedo en su trasero y buscar masajear su próstata — por favor no dejes de tocarte.Christian tuvo no necesito más palabras que esas por parte de Enzo para volver a tocarse, para volver a repa