Gabriel Lombardi se encontraba nervioso, cuando su padre le preguntó si se llevaba bien con el hijo de su socio Eros. No dudo en responder que sí, que el hijo de su socio era amable y que se sentía muy cómodo con él.Aunque al principio le pareció raro el interés de su padre, es más, creyó que le diría que se alejara de Enzo, pero ocurrió todo lo contrario.—Me alegro de que te lleves bien con él, eso ayudará a que su relación fluya.—¿Relación?— le había preguntado a su padre, pero este no le había respondido, simplemente se alejó de él con una sonrisa en los labios. Dos días después de eso volvió a encontrarse a su padre de frente, en esta ocasión su padre se detuvo para informarle que debía de arreglarse.—¿Arreglarme? ¿Por qué debo de hacerlo? ¿Acaso tendremos invitados?—Eros hará una fiesta en honor a su hijo, además es una oportunidad para ti y para su hijo de conocerse, si todo sale tal y como lo hemos planeado Eros y yo, anunciaremos al término de esa reunión el compromiso e
Enzo podía ver lo fastidiada que su madrastra Lucía por qué él interactuara con Gabriel ¿Qué mal había en que pasara esa velada con él y bailará un par de canciones? Tranquilizaría a su padre y le daría tiempo para poder convencerlo de que no necesitaba un matrimonio que él aprobara para seguir trabajando para él.— Si me disculpan creo que llevaré al joven a comer algo y luego a bailar — dijo Enzo haciéndole una señal al joven para que lo siguiera.Gabriel se despidió del matrimonio — ha sido un placer— mencionó el joven, aunque no había hablado mucho con el matrimonio de italoamericanos.Aun así, agradeció que Enzo lo sacara de esa situación, por lo que se apresuró a caminar a su lado.— Mira Gabriel — dijo Enzo tomando un par de copas de uno de los camareros que pasaba cerca de ellos — los dos sabemos qué intenciones tienen nuestros padres, así que te propongo un tratoEnzo miró a su alrededor para darse cuenta de que la forma en que el joven Lombardi y él interactuaban captaba la
El chófer que había contratado Jareth y su padre para esos días que iban a pasar en Italia abrió la puerta de la limusina dónde se transportaban los Mars.—Hemos llegado— mencionó el chófer, quien se hizo a un lado para que todos pudieran bajar.El primer en bajar fue Christian, quien por un momento dudó si bajarse y presentarse o simplemente volver a pedir al chófer que lo llevará de vuelta.—Padre, ¿Qué esperas? — le preguntó Jareth a su padre.La pregunta de su hijo le hizo volver a la realidad, y darse cuenta de que no había necesidad de retrasar lo que se había venido a hacer.—Nada, ya voy. Tener paciencia a este anciano — se quejó Christian, lo que hizo que tanto su hijo como su nuera se rieran.—Viejo, dice… — mencionó Jareth en voz baja a su esposa.La verdad es que Christian, a pesar de su edad, no era un hombre viejo, al menos en apariencia.Aunque últimamente y lejos de Enzo, sí que se veía muy decaído y triste, lo que le daba una apariencia de muchos años más a los que re
Después de sentir esa palpitación de anticipación contenida y el silencio casi sepulcral que se hizo en la sala, Enzo no pudo evitar girarse esperanzado, aunque su parte racional le decía que aquello no podía ser posible, que su intuición sólo le hacía creer lo que él deseaba que pasará. Pero algo en su interior parecía gritarle que no hiciera caso a su parte racional y que hiciera caso a su intuición, la cual le decía que Christian estaba justo en ese lugar, y sí, fue voltear y descubrir a su prometido justo frente a él.De inmediato, tanto los ojos de Christian, cómo los de él, conectaron al instante, haciendo que soltara rápidamente al chico, como si realmente fuera culpable de algo. Aunque realmente nada hubiera ocurrido entre ellos.Geraldine no podía dar crédito a la osadía de Christian al presentarse así, pero ahora que se había presentado estaba segura de que quedaría en ridículo, sobre todo al saber que Eros ya había preparado una manera de separar a su hijo de él.Estaba a p
Christian seguía besando a su prometido, sin importarle o mejor dicho, sin que le importaran que toda la alta sociedad Italiana se encontraba observando como le comía la boca a ese hombre entre sus brazos.Enzo no vio nada ni escuchó nada más aparte de lo que tenía delante, para él únicamente existía su prometido allí, reclamando sus labios y no dudó en corresponderle con todo ese amor que sentía por el incapaz de ocultar lo mucho que le había extrañado.Pasó los brazos tras el cuello de Christian y se pegó más a él, poco le importaba quien pudiera verlos, ni siquiera pensaba en eso, solo en saborear su boca como si fuera la única fuente y él un maldito sediento en mitad del desierto y eso era porque su vida era como un desierto lejos de ese hombre.—He venido por ti, cariño. No pude evitar estar mas tiempo lejos de ti.— No hay nada que yo deseara más que verte — aseguró Enzo hablando contra la boca de Christian sin poder ni querer evitar volver a besarlo, poco le importaba que todo
— Encantada señora D’Alturi — dijo la chica extendiendo la mano y estrechándosela a la mujer.—Mucho gusto, Claire, no sé si lo sepas, pero tu madre y yo éramos buenas amigas en el pasadoGeraldine no podía hacerle ningún desaire a al joven, de por sí le había dolido mucho el haber perdido la amistad de su querida amiga y madre de la joven, no soportaría que su hija, quien se parecía mucho a su madre, también la odiaraClaire aún recordaba, como de comentado, había estado eso en su casa, el escándalo en que la esposa de Christian Mars había abandonado a su esposo y su hijo por un mafioso italiano, aun así ella era muy pequeña en ese entonces, pero por lo que pudo recordar su madre comentaba que antes tenían una amistad con esa mujer que cortó al instante.— Si tiene tiempo mañana estaría bien que conociera a sus nietos, Jareth y yo tenemos dos hijos de cinco años.—Me encantará conocer a mis nietos— respondió la madre de Jareth quien a pesar de mostrarse sonriente con la joven, lo que
— Jareth — saludó al hijo de su prometido en cuanto llegó para luego observar a Christian y justo cuando lo tuvo delante su semblante cambió y es que no podía hacer otra cosa que sonreír cuando observaba a Christian.— Vámonos de aquí cariño — pidió acercándose a Christian mientras dejaba un beso en sus labios — Ha sido tan romántico que vinieras por mí.Christian no dudó en tomar la mano de Enzo en cuanto este se la ofreció.Jareth simplemente negó con la cabeza, porque por supuesto que su padre acepta la ayuda de su prometido para escapar.—Por qué no se quedan y enfrentan a Eros, al fin y al cabo por mucho que les molesten mis palabras, es el padre de Enzo, no sería mejor demostrarle a ese hombre que quieres a su hijo y que no importa que él se oponga, aun así estás aquí para pedirle su mano. ¿No crees que sería una buena manera de dejarle claro a tu padre que sin importar nada te casaras con mi padre? No sé, es solo una sugerencia de mi parte. Yo iré a buscar a Claire y ver si Cle
Aunque por supuesto eso no lo diría Christrian nada sobre la fiesta donde Eros se había robado a su esposa, no quería que se escuchara como que todo era parte de una venganza, porque no lo era. El amor que sentía por el hijo de Eros, no tenía nada que ver con el pasado.—Si deseas una disculpa de mi parte no la vas a obtener— respondió Christian viendo a los ojos al padre de su prometido —no me disculparé por besar a mi prometido. Ni por extrañarlo. Por lo que me disculparé contigo será por colarme a tu fiesta sin que tú me invitarás.Eros estaba muy molesto con ese hombre, sobre todo porque, por un lado, lo odiaba tanto que se había empeñado en mantener la relación con Geraldine, perfecta.Solo para demostrar que todo había valido la pena, pero debía confesar que no había vuelto a tener un amigo como él, que a veces uno lo puede pasar, incluso peor por la pérdida de una amistad que por un amor.— No has cambiado ni un poco, jamás pierdes la razón, así no la tengas, tal vez si hubier