— Estoy comiendo un helado de menta con chocolate con una preciosa muchachita de diez años a la que llevé al parque a liberarse de unos feos guardaespaldas.Mientras tanto, la niña hablaba muy familiarmente con un joven que no dejaba de observar a Enzo mientras acariciaba al cachorro.—¿Debería de ponerme celoso por la muchachita?— bromeó Christian, quien parecía otra persona, con los pies arriba de su escritorio, abandonando por primera vez su riguroso porte inglés. Sabía que la pequeña era no solo la hermana de su pareja, también de su hijo y si estaba con ella era porque de seguro no soporto el verla encerrada y triste, aunque Enzo no lo aceptara, a él le gustaban los niños. — Tal vez, porque es bien bonita y muy dulce esa pequeña, y es justo por ese motivo por el cual la he traído conmigo a comer helado. No encontré una mejor manera de tener la oportunidad de conocerla, que salir con ella. Enzo estuvo a punto de ponerse a criticar a la madre de la niña. No podía pensar en que ca
—Alessandra ¿te has escapado de tus guardas?— le preguntó el joven a la pequeña, era raro encontrarla ahí comiendo un helado y sin ninguno de los hombres que siempre rodeaban a la pequeña y a su madre.Hablando de su madre, ¿por qué no se encontraba ahí tratando de llamar su atención? El joven dueño del cachorro sintió un extraño escalofrío al recordar todas esas veces que tuvo que rechazar de manera amable las indirectas de esa mujer y no es que fueran indirectas entre ella y él. Todo lo contrario, la mujer estaba decidida a hacer que él viera a la pequeña Alessandra como alguien elegible dentro de 8 años, o sea, la pequeña podría ser su hermana menor, si tuviera y, por otro lado, por más que Geraldine Santoro insistiera para él no era factible pensar en casarse con una mujer cuando lo que le gustaban eran los hombres, es más la razón por la que había caminado hasta ese lugar con su pequeño cachorro de dóberman era poder ver de cerca más al hombre a un par de pasos de Alessandra y d
No se había equivocado, el chico se sentía atraído por su persona, pero él no podía sentirse atraído por nadie más que Christian y lo que Gabriel pretendía era confirmar si estaba o no libre.— Todo bien, solo la distancia se nos hace un poco difícil, él es inglés, aunque en realidad no es mi novio, sino mi prometido— dijo mostrándole el anillo por si no lo había visto.Gabriel no pudo evitar que las palabras dichas por el hermano de la pequeña lo entristecieran, más al ver cómo se tocaba el anillo.Aun así, no pudo evitar suspirar ante el pensamiento egoísta que se le atravesó en su cabeza.«Si tan solo lo hubiera conocido antes?»Después de aquello, Enzo buscó la mirada de Alessandra, pero en ese momento ni ella ni el cachorro se veían por ahí, provocando que un frío intenso le atravesara la espalda.— ¿Y Alessandra?Gabriel también buscó con la mirada a su cachorro, ninguno de los dos se encontraba ahí.—Si encontramos a Tobby la encontraremos a ella— mencionó el joven italiano.En
—Alessandra ¿pero qué fue lo que te ha pasado?— preguntó de inmediato Geraldine, quien corrió al ver a su pequeña en los brazos del hijo de su esposo.Enzo ni siquiera esperó a que la mujer terminará de preguntar. Él tenía claro hacia dónde se dirigía.—No me ha pasado nada, solo me caí jugando con Tobby y le dije a mi hermano que me cargara— respondió Alessandra de paso a su madre.—Tobby ¿Qué Tobby, Alessandra?— preguntó la mujer quien ya iba detrás de los hermanos.—Jugaba con mi Tobby ha sido culpa mía, ya que no puse atención a mi cachorro— respondió Gabriel Lombardi quien apareció de golpe frente a la madre de la pequeña —¿por qué no dejamos que Enzo la lleve con el doctor? Ella está bien, no sé, preocupe.De inmediato, Geraldine cambió su expresión y sonrió al ver al joven Lombardi, y aceptó gustosa el hablar con él.Enzo no podía creer que las intenciones de su madrastra fueran tan obvias, más tarde hablaría con su padre de aquello y esperaba que hiciera entrar en razón a esa
— Gracias — le dijo Enzo al mayordomo, quien le sirvió las dos copas y se retiró para dejarlos seguir hablando de sus cosas.Bebió un sorbo de su copa y miró al joven frente a él, era una pena porque posiblemente acabaría casado con una joven en el mejor de los casos o huyendo de su casa, tal y como él hizo quince años atrás.— ¿Cómo llevan tus padres lo de tu homosexualidad?— preguntó directamente — yo me marché de aquí porque quisieron obligarme a casarme con una mujer que obviamente no me atraía y odio ver cómo esa mujer ya prepara a mi hermana para eso con solo 10 años, al menos mi padre esperó a que yo tuviera los veinte años para hablar de eso.Gabriel casi se atraganta con el sorbo de vino que había bebido de su copa al escuchar la pregunta directa de Enzo hacia su persona.—¿Se nota mucho?— preguntó con el rostro rojo — mi padre no lo lleva muy bien, me ha ignorado desde que se lo he dicho— el joven rio y negó jugando con la copa de vino que tenía entre sus manos.— Yo lo noto
El hijo de Christian Mars, asintió a las palabras del hombre, le había quitado la oportunidad de hacerle esa pregunta. Tras ser dejados a solas, Jareth tomó la mano de su esposa Claire.—Debemos de ayudar a mi padre, Claire, pero lo primero será mostrarnos unidos como pareja, apoyando las decisiones de mi padre.Jareth no se esperaba que tras ser dado de alta y tras poner un mensaje en su red del pajarito azul, un mar de reporteros aparecieran frente a él lanzándole preguntas tanto a él como a Claire.—¿Señora Mars qué opina de su suegro, el arquitecto Christian Mars y su reciente escándalo sobre su sexualidad?— Opino que la vida privada de cada uno, es eso vida privada — Aseguró la joven mientras ayudaba a caminar a su esposo hasta el auto— Aun así, mi suegro tiene y tendrá siempre todo el apoyo de su familia en cualquier decisión que tome.—¿El atentado que sufrió fue a causa del escándalo de su padre?—Por supuesto que no, mi padre no tiene nada que ver con eso. Dejen de inventar
El sonido de alguien llamando a la puerta hizo que Jareth volteara a ver hacia la puerta.—¡Pase!— exclamó sin soltar a su esposa.Quien entraba en ese momento era una de las jóvenes de la cocina quien había enviado a dejar un cuenco de fresas, con chocolate derretido y una buena botella de vino espumoso colocado en hielo, junto a un par de copas.—¿Estás lista para nuestra primera cita bajo la luz de las velas?Era hermoso para Claire dormir a sus hijos junto a Jareth y estar por fin todos unidos en casa de nuevo. Ver a sus hijos felices de tener a su padre y observar cómo descansaban tranquilos y alegres por tenerlos a los dos juntos. Tras sus hijos, hablarle a la barriguita dónde crecía su hermanito y darle un beso a mamá y otro a papá.Jareth por fin llevó a Claire hasta la habitación donde le dio una sorpresa que no esperaba.Si sabía que él le había comprado una estrella, era algo que le dijo hacía tiempo, pero le encantaba que le recordara aquello todas las veces que quisiera,
De alguna manera, Jareth sabía que su padre le preguntaría eso. Era fácil de suponer, ya que él mismo se preguntaría lo mismo o se hubiera preguntado lo mismo, de ser al contrario la situación.—Porque ambos somos Mars y somos idiotas cuando se trata de ir a buscar a la persona que amamos— respondió Jareth, volteando a ver a Claire y llevarse la mano que sostenía a los labios.Enzo estaba sorprendido con la propuesta de su padre. ¿De verdad había escuchado lo que había escuchado?— No pienso comprometerme con ese chico, primero que todo soy al menos 10 años mayor que él y no solo eso, yo ya estoy comprometido.— Lo siento Hijo, pero Christian Mars no es una opción viable, además si tú le llevas 10 años al hijo de mi socio, Mars te lleva mucho más a ti.— Pero a él lo amo y lo siento, pero no voy a dejarte dirigir mi vida sentimental— aseguró Enzo molesto mientras caminaba hasta la puerta.— Solo conócelo, ten unas cuantas citas con él y sobre todo sé amable con ese joven en la fiesta