— Las clases de ética y etiqueta están bien, es posible que te sirvan mucho cuando seas mayor, pero no para conseguir un marido, porque eso solo sucederá si estás enamorada, así que no te preocupes. No te casarás con un niño que te caiga mal.Las palabras de Enzo hicieron que Alessandra sonriera, encantada de haber conocido a su hermano mayor y ver que de algún modo él la entendía.Era momento de dejar a solas a su hijo y su esposa, Christian odiaba sentirse un estorbo por lo que tras el abrazo que se dieron Christian salió dejando al par de tortolitos solos.—Claire, realmente me preocupa mi padre. La partida de Enzo lo tiene mal. ¿Dime la verdad qué tal lo viste a la hora que lo fuiste a buscar?— Jareth realmente estaba muy preocupado por su padre.— Estaba mal — respondió Claire no quería preocupar a su esposo, pero tampoco podía mentirle— estos cinco años Christian y yo nos hemos convertido en buenos amigos y jamás le había conocido a ningún chico, aunque sí sabía que los tenía, p
El hijo de Christian se encontraba por completo feliz de tener esa segunda oportunidad porque no había nada que él deseara más que por fin cumplir la promesa que le había hecho a sus hijos a ese par que no podían dejar de hablar de la boda y de carrozas y trajes de princesas y príncipes—Así que pensemos en nuestro futuro y en que saliendo de aquí debemos casarnos. Antes que nuestro hijo me quite el privilegio de romper tu vestido de novia— murmuró rozando su nariz con la de Claire — pero antes de eso ayudaremos a mi padre dando una entrevista donde le daremos nuestro apoyo como una familia unida, que vean que con los Mars no pueden meterse. Mi padre necesita un poco de apoyo y si ese italiano suyo no viene pronto iré por él a Italia y lo traeré de regreso y haré que cumpla con sus palabras.Jareth aún tenía presente las palabras que le había dicho en Las Vegas cuando se enteró de que él y su padre tenían una relación. Le daría quince días al italiano para poder regresar. Las mejilla
Para Christian era difícil de creer que la ausencia de Enzo le pesara demasiado. Lo peor es que no podía ni siquiera perderse en su viejo amor. El trabajo.La junta había decidido plantearle la oferta de rescindir de su cargo y así evitar que las acciones de la constructora y el estudio de arquitectura siguieran cayendo. —Es solo una medida precautoria, Jareth será puesto como presidente. Por supuesto que no era una sugerencia, era una maldita amenaza de o aceptas cederle el puesto a tu hijo o nos vamos con todos nuestros activos.La decisión estaba más que tomada, ese mismo día cedió la presidencia a su nuera y a su hijo, aunque este todavía se encontraba en el hospital.Sin embargo, ni eso hizo que Christian dejara de pensar en lo que realmente lo tenía triste, distraído y sintiéndose tan vacío. La partida de Enzo.—No importa lo que me tarde volveré a ti — le había dicho al marcharse el italiano.Por supuesto que creía en que cumpliría con sus palabras, de eso no le quedaba duda a
— Estoy comiendo un helado de menta con chocolate con una preciosa muchachita de diez años a la que llevé al parque a liberarse de unos feos guardaespaldas.Mientras tanto, la niña hablaba muy familiarmente con un joven que no dejaba de observar a Enzo mientras acariciaba al cachorro.—¿Debería de ponerme celoso por la muchachita?— bromeó Christian, quien parecía otra persona, con los pies arriba de su escritorio, abandonando por primera vez su riguroso porte inglés. Sabía que la pequeña era no solo la hermana de su pareja, también de su hijo y si estaba con ella era porque de seguro no soporto el verla encerrada y triste, aunque Enzo no lo aceptara, a él le gustaban los niños. — Tal vez, porque es bien bonita y muy dulce esa pequeña, y es justo por ese motivo por el cual la he traído conmigo a comer helado. No encontré una mejor manera de tener la oportunidad de conocerla, que salir con ella. Enzo estuvo a punto de ponerse a criticar a la madre de la niña. No podía pensar en que ca
—Alessandra ¿te has escapado de tus guardas?— le preguntó el joven a la pequeña, era raro encontrarla ahí comiendo un helado y sin ninguno de los hombres que siempre rodeaban a la pequeña y a su madre.Hablando de su madre, ¿por qué no se encontraba ahí tratando de llamar su atención? El joven dueño del cachorro sintió un extraño escalofrío al recordar todas esas veces que tuvo que rechazar de manera amable las indirectas de esa mujer y no es que fueran indirectas entre ella y él. Todo lo contrario, la mujer estaba decidida a hacer que él viera a la pequeña Alessandra como alguien elegible dentro de 8 años, o sea, la pequeña podría ser su hermana menor, si tuviera y, por otro lado, por más que Geraldine Santoro insistiera para él no era factible pensar en casarse con una mujer cuando lo que le gustaban eran los hombres, es más la razón por la que había caminado hasta ese lugar con su pequeño cachorro de dóberman era poder ver de cerca más al hombre a un par de pasos de Alessandra y d
No se había equivocado, el chico se sentía atraído por su persona, pero él no podía sentirse atraído por nadie más que Christian y lo que Gabriel pretendía era confirmar si estaba o no libre.— Todo bien, solo la distancia se nos hace un poco difícil, él es inglés, aunque en realidad no es mi novio, sino mi prometido— dijo mostrándole el anillo por si no lo había visto.Gabriel no pudo evitar que las palabras dichas por el hermano de la pequeña lo entristecieran, más al ver cómo se tocaba el anillo.Aun así, no pudo evitar suspirar ante el pensamiento egoísta que se le atravesó en su cabeza.«Si tan solo lo hubiera conocido antes?»Después de aquello, Enzo buscó la mirada de Alessandra, pero en ese momento ni ella ni el cachorro se veían por ahí, provocando que un frío intenso le atravesara la espalda.— ¿Y Alessandra?Gabriel también buscó con la mirada a su cachorro, ninguno de los dos se encontraba ahí.—Si encontramos a Tobby la encontraremos a ella— mencionó el joven italiano.En
—Alessandra ¿pero qué fue lo que te ha pasado?— preguntó de inmediato Geraldine, quien corrió al ver a su pequeña en los brazos del hijo de su esposo.Enzo ni siquiera esperó a que la mujer terminará de preguntar. Él tenía claro hacia dónde se dirigía.—No me ha pasado nada, solo me caí jugando con Tobby y le dije a mi hermano que me cargara— respondió Alessandra de paso a su madre.—Tobby ¿Qué Tobby, Alessandra?— preguntó la mujer quien ya iba detrás de los hermanos.—Jugaba con mi Tobby ha sido culpa mía, ya que no puse atención a mi cachorro— respondió Gabriel Lombardi quien apareció de golpe frente a la madre de la pequeña —¿por qué no dejamos que Enzo la lleve con el doctor? Ella está bien, no sé, preocupe.De inmediato, Geraldine cambió su expresión y sonrió al ver al joven Lombardi, y aceptó gustosa el hablar con él.Enzo no podía creer que las intenciones de su madrastra fueran tan obvias, más tarde hablaría con su padre de aquello y esperaba que hiciera entrar en razón a esa
— Gracias — le dijo Enzo al mayordomo, quien le sirvió las dos copas y se retiró para dejarlos seguir hablando de sus cosas.Bebió un sorbo de su copa y miró al joven frente a él, era una pena porque posiblemente acabaría casado con una joven en el mejor de los casos o huyendo de su casa, tal y como él hizo quince años atrás.— ¿Cómo llevan tus padres lo de tu homosexualidad?— preguntó directamente — yo me marché de aquí porque quisieron obligarme a casarme con una mujer que obviamente no me atraía y odio ver cómo esa mujer ya prepara a mi hermana para eso con solo 10 años, al menos mi padre esperó a que yo tuviera los veinte años para hablar de eso.Gabriel casi se atraganta con el sorbo de vino que había bebido de su copa al escuchar la pregunta directa de Enzo hacia su persona.—¿Se nota mucho?— preguntó con el rostro rojo — mi padre no lo lleva muy bien, me ha ignorado desde que se lo he dicho— el joven rio y negó jugando con la copa de vino que tenía entre sus manos.— Yo lo noto