¿Qué hijo desea explicarle a su padre que no importaba que el sexo de la persona que le gustaba, que él seguía queriéndolo y respetado de igual manera? Porque su padre no dejaría de ser su padre solo por el hecho de que le gustaran los hombres, ni lo hacía un mal padre o un mal hombre, todo lo contrario.Jareth no podía estar más orgulloso de llamarlo padre, porque después de que su madre los abandonó a ambos, él se había hecho responsable de cuidarlo, dejando de lado un poco su propia felicidad personal. Por lo que él no era nadie para impedirlre a su padre ser feliz.Christian por su lado, también parecía no saber como empezar a decirle a su hijo lo que deseaba decirle. Por lo regular son los padres quienes se plantean qué sentir o cómo actuar. Si una vez un hijo o hija, llegara con ese tipo de confesión, y aun así, muchos padres optaban por tomar las peores decisiones al despreciar a sus hijos o tratar de cambiarlos, sin entender que no importa sus preferencias sexuales que seguían
— Espero que hagas el favor de controlar a tu esposa en las redes sociales u olvidaré que hice un trato contigo y me largare de nuevo.—¿Qué es lo que te molesta de mis palabras? Yo solo digo la verdad— externó Geraldine al entrar justo en el momento que el hijo de su esposo decía esas palabras.La mujer de Eros D’Alturi se quedó un momento sin saber cómo proceder ante las palabras que habían salido de los labios de ese hombre mejor dicho, no sabía cómo actuar ante la presencia del hijo de su esposo. No solo su presencia era parecida a la de su padre, sino que era incluso más guapo que su padre, además de joven.No entendía cómo podía un hombre como él ser una persona desviada y sobre todo haberse enamorado de Christian, su ex, y despreciarla a ella. Porque eso había hecho el hijo de Eros al verla entrar por la puerta del despacho de su padre y observarla. Es que Enzo no mostró ningún tipo de delicadeza al barrela con la mirada de arriba a abajo y luego desviar su mirada. Como si hub
—¿Quién eres?— le preguntó curiosa la pequeña a Enzo, tomando la pelota que él en ese momento le daba al extender su mano.La niñera rápidamente se movió hasta donde estaba la pequeña, sobre todo al ver que la pelota había golpeado al hijo de su señor.—Lo siento señor Enzo ella no quiso golpearlo— rápidamente se inclinó hacia el hombre en señal de respeto.—¿Por qué le tienes miedo? Él no es papá. Mi padre es Eros D’Alturi — mencionó la pequeña con una expresión tan altiva como la de su padre y como la de él mismo, aunque claro con la arrogancia de Geraldine, su madre.La niñera se puso nerviosa por la forma que la niña se comportaba.Enzo la observaba encontrando cierto parecido con ella, aunque también podía ver cosas de Jareth en esa niña, cómo la expresión de desconcierto que observó en su rostro cuando Claire lo presentó como su prometido, aquello lo hizo sonreír.—El señor se llama Enzo y es tu hermano. El heredero de tu padre. Él es quien te cuidara si a tu padre le pasa algo,
— Las clases de ética y etiqueta están bien, es posible que te sirvan mucho cuando seas mayor, pero no para conseguir un marido, porque eso solo sucederá si estás enamorada, así que no te preocupes. No te casarás con un niño que te caiga mal.Las palabras de Enzo hicieron que Alessandra sonriera, encantada de haber conocido a su hermano mayor y ver que de algún modo él la entendía.Era momento de dejar a solas a su hijo y su esposa, Christian odiaba sentirse un estorbo por lo que tras el abrazo que se dieron Christian salió dejando al par de tortolitos solos.—Claire, realmente me preocupa mi padre. La partida de Enzo lo tiene mal. ¿Dime la verdad qué tal lo viste a la hora que lo fuiste a buscar?— Jareth realmente estaba muy preocupado por su padre.— Estaba mal — respondió Claire no quería preocupar a su esposo, pero tampoco podía mentirle— estos cinco años Christian y yo nos hemos convertido en buenos amigos y jamás le había conocido a ningún chico, aunque sí sabía que los tenía, p
El hijo de Christian se encontraba por completo feliz de tener esa segunda oportunidad porque no había nada que él deseara más que por fin cumplir la promesa que le había hecho a sus hijos a ese par que no podían dejar de hablar de la boda y de carrozas y trajes de princesas y príncipes—Así que pensemos en nuestro futuro y en que saliendo de aquí debemos casarnos. Antes que nuestro hijo me quite el privilegio de romper tu vestido de novia— murmuró rozando su nariz con la de Claire — pero antes de eso ayudaremos a mi padre dando una entrevista donde le daremos nuestro apoyo como una familia unida, que vean que con los Mars no pueden meterse. Mi padre necesita un poco de apoyo y si ese italiano suyo no viene pronto iré por él a Italia y lo traeré de regreso y haré que cumpla con sus palabras.Jareth aún tenía presente las palabras que le había dicho en Las Vegas cuando se enteró de que él y su padre tenían una relación. Le daría quince días al italiano para poder regresar. Las mejilla
Para Christian era difícil de creer que la ausencia de Enzo le pesara demasiado. Lo peor es que no podía ni siquiera perderse en su viejo amor. El trabajo.La junta había decidido plantearle la oferta de rescindir de su cargo y así evitar que las acciones de la constructora y el estudio de arquitectura siguieran cayendo. —Es solo una medida precautoria, Jareth será puesto como presidente. Por supuesto que no era una sugerencia, era una maldita amenaza de o aceptas cederle el puesto a tu hijo o nos vamos con todos nuestros activos.La decisión estaba más que tomada, ese mismo día cedió la presidencia a su nuera y a su hijo, aunque este todavía se encontraba en el hospital.Sin embargo, ni eso hizo que Christian dejara de pensar en lo que realmente lo tenía triste, distraído y sintiéndose tan vacío. La partida de Enzo.—No importa lo que me tarde volveré a ti — le había dicho al marcharse el italiano.Por supuesto que creía en que cumpliría con sus palabras, de eso no le quedaba duda a
— Estoy comiendo un helado de menta con chocolate con una preciosa muchachita de diez años a la que llevé al parque a liberarse de unos feos guardaespaldas.Mientras tanto, la niña hablaba muy familiarmente con un joven que no dejaba de observar a Enzo mientras acariciaba al cachorro.—¿Debería de ponerme celoso por la muchachita?— bromeó Christian, quien parecía otra persona, con los pies arriba de su escritorio, abandonando por primera vez su riguroso porte inglés. Sabía que la pequeña era no solo la hermana de su pareja, también de su hijo y si estaba con ella era porque de seguro no soporto el verla encerrada y triste, aunque Enzo no lo aceptara, a él le gustaban los niños. — Tal vez, porque es bien bonita y muy dulce esa pequeña, y es justo por ese motivo por el cual la he traído conmigo a comer helado. No encontré una mejor manera de tener la oportunidad de conocerla, que salir con ella. Enzo estuvo a punto de ponerse a criticar a la madre de la niña. No podía pensar en que ca
—Alessandra ¿te has escapado de tus guardas?— le preguntó el joven a la pequeña, era raro encontrarla ahí comiendo un helado y sin ninguno de los hombres que siempre rodeaban a la pequeña y a su madre.Hablando de su madre, ¿por qué no se encontraba ahí tratando de llamar su atención? El joven dueño del cachorro sintió un extraño escalofrío al recordar todas esas veces que tuvo que rechazar de manera amable las indirectas de esa mujer y no es que fueran indirectas entre ella y él. Todo lo contrario, la mujer estaba decidida a hacer que él viera a la pequeña Alessandra como alguien elegible dentro de 8 años, o sea, la pequeña podría ser su hermana menor, si tuviera y, por otro lado, por más que Geraldine Santoro insistiera para él no era factible pensar en casarse con una mujer cuando lo que le gustaban eran los hombres, es más la razón por la que había caminado hasta ese lugar con su pequeño cachorro de dóberman era poder ver de cerca más al hombre a un par de pasos de Alessandra y d