—Señores Mars, pónganse cómodos, es momento de llevarlos de nuevo a la civilización.Jareth se acomodó sentándose cerca de donde se encontraba Claire, sin dejar de abrazarla, es más, la acomodó aún más en sus brazos. Bajo ningún motivo, él se apartará de su lado. No otra vez—Es momento de dejar atrás esta pesadilla, mi amor— susurro Jareth sintiendo como la furgoneta empezaba a andar. Pronto llegarían al hotel de los MartinelliChristian se daba vueltas por la habitación muerto de los nervios, sin saber qué más decirle a sus nietos, quienes ahora ya no paraban de preguntarle ¿Qué pasaba con sus padres?Él también quería saber qué pasaba, Lo último que había sabido de Jareth era que se dirige al punto de encuentro donde el intercambio se llevaría a cabo.¿Habrá pasado algo?Se preguntaba, la presencia de Enzo que siempre lograba tranquilizarlo en ese momento parecía insuficiente.Pero es que no podía estar en paz sin saber qué había pasado, sin temer que sus nietos llegaran y le hicie
Jareth tomó a Claire en sus brazos, nada más llegaron al hotel, y no pensaba parar hasta llegar a la habitación que ambos tenían en el hotel de los Martinelli. Sin embargo, fueron abordados en la recepción por Laura, la esposa del ítalo americano, nada más lo vio entrar.—Mi esposo y yo deseamos que esta última noche en las vegas les hagan disfrutar de haber venido y logren olvidar un poco el trago amargo, hemos hecho arreglos para que ambos sean cambiados a una suite mejor, disfruten de nuestro regalo— les había dicho Laura antes de dejarlos continuar con su camino Lo primero que notaron era que efectivamente esa habitación era mucho mejor, además que había algo en el ambiente que los relajaba y parecía transportarlos a otro lugar, y les hacía solo pensar en ellos dos, como si el mundo no existiera más allá de la puerta que ambos habían cruzado— Primero de todo necesito una ducha, huele realmente mal — dijo Claire una vez estuvieron en la habitación, quitándose rápidamente esa ropa
Sus uñas se clavaban en los hombros de él al aferrarse a su cuerpo, de su voz salían gemidos, nada comedidos que inundaban toda la habitación, podía sentir como el placer se iba engrosando cada vez más bajo su bajo vientre.Había extrañado tanto sentirlo, reclamarla así, entregarse así a él va la vez que tomaba todo lo que él tenía para darle.Sus manos recorrieron su vientre plano hacia arriba, aferrándose a uno de sus senos, jugando con su pezón, endureciéndolo un poco más antes de poder llevárselo a la boca y tirar suavemente en pequeñas succiones, algo debía de estar mal con él, porque de solo saber que su una pequeña boca estaría ocupando el lugar de la suya hizo que su polla palpitara aún más en el interior de Claire, sobre todo al saber que esa nueva vida la mitad de ella, era una parte de él y de ella.Claire rebotaba sobre su pelvis y él no hacía más que ir en su búsqueda cada vez con mayor insistencia.Paso de un seno al otro, dándole es el mismo, trató, aferrándose a sus na
— Joder… te necesitaba tanto — murmuró contra la boca de él, tirando de su labio inferior con los dientes antes de profundizar ese beso y convertirlo en uno lleno de necesidad y posesividad.—Y yo… Eres mi todo Claire.Jareth entró más en el interior de Claire la llevó hasta una de las orillas, sin salir de su interior, el agua del jacuzzi lo ayudaba a que eso fuera posible.Ella se dejó llevar por él hasta la orilla, completamente aferrada a sus hombros, gimiendo por la forma que lo sentía dentro mientras la acomodaba sobre el jacuzzi Jareth necesitaba moverse, hacerle sentir toda esa excitación que había estado acumulando todos esos días lejos.Una vez encontró la manera de ser él quien se moviera, no dudó en mover sus caderas hacia afuera, casi saliendo de su interior, volviendo a entrar con fuerza, una y otra vez, en estocadas largas y profundas, que lo llevaban a buscar sus labios y callar los gemidos que le provocaba la fricción de las paredes de Claire sobre su miembro.Sobre
Danielle y Henry se encontraban con los brazos cruzados y una expresión sería.Habían pasado varios días en los que ellos habían hablado con su madre, con su padre solo un momento, un par de días antes que les había dicho que no llegarían ese día, porque mami había pillado un dolor en el estómago que la mantenía en el baño y por eso no podía hablar con ellos.Pero ese día ambos niños tenían decidido que lo que querían era hablar con sus padres.—No, no iremos a la escuela, ni comeremos verduras, si mamá y papá no hablan con nosotros.La mayor incitadora era Danielle.Christian sonrió al ver a su nieta en la típica pose de su padre cuando se decía que se haría lo que él quería.Pobre de los que no se enteraban o no creían que se saldría con la suya.—Dada, ¿papá se ha robado a mamá?— preguntó de pronto Henry a su abuelo, quien en ese momento buscaba ayuda de alguien.Gracias a dios, en ese momento llegaba Enzo.—¿Por qué no dejan que hable con Enzo y después de una hora hablamos con su
—¡Mamá! —Exclamaron los niños felices, pero muy curiosos, sobre el porqué su mamá estaba vestida con una sábana.De inmediato Henry le encontró una explicación a ese motivo.—¿Mamá, vais a hacer una obra de teatro de dioses griegos?—Cierto, los dioses griegos usaban mantas para sus vestiduras— colaboró la pequeña Danielle.— Sí, eso es, hijos. Pero ya iba a cambiarme, quédense un momento con papá y ya vuelvo.La pequeña Danielle negó con la cabeza moviendo sus dos coletas y volvió a centrar su mirada en su madre, que parecía nerviosa buscando en el armario.—Mamá ¿Cuándo vienen? ¿Papá te ha robado para él?Jareth, quien ya se había puesto una camisa y su bóxer, tomó su celular al escuchar a su hija preguntar eso.—No, ¿por qué lo dices, hija?— preguntó Jareth dándole a Claire libertad para vestirse.— Es lo que dice Henry. Que nos has robado a mamá — dijo Danielle sonriente por verlos mientras Henry se mantenía con expresión de molestia.Claire aprovechó para salir del objetivo de l
El viaje había sido demasiado largo según la perspectiva de Jareth, y es que se moría de nervios, era la primera vez que se enfrenta a sus hijos.La primera vez que los tendría frente a frente y les diría que era su padre.—¿Me veo bien, crees que les agradara saber que soy su padre?— le preguntaba a Claire a quien en ese momento llevaba tomada de la mano hacia el auto que su padre había mandado al aeropuerto.— Ellos adoran saber que eres su padre, recuerda que ahora ellos ya lo saben porque un pajarito mentiroso se lo dijo, mentiroso para lo que quiere, porque para lo demás parece muy sincera tu ex.Claire suspiró, sabía que no era justo que culpara a su esposo de eso, pero las hormonas la tenían algo irascible.— No quise decir que fuera tu culpa, solo que ahora que sabemos que esa mujer fingía la quiero fuera de casa de tu padre o nos vamos a mi apartamento hasta que ella se marche. El chofer de Christian ya los estaba esperando para llevarlos sin demora del aeropuerto a la casa
Jareth sonrió a Claire y llevó sus dos manos hasta su rostro tapándose los ojos.—Ahora si pueden entrar.El interior de la habitación había cambiado casi en su totalidad, ya que la cama parecía más grande todavía, tal vez la habían cambiado, pero aquello no era lo que más destacaba, sino una estructura hecha con sábanas sobre la cama.Si sus hijos habían montado una enorme tienda de campaña con sábanas sobre su cama.—Ahora pueden abrir los ojos — mencionó Henry, feliz de lo que ellos dos habían ideado, para pasar ver películas con sus padres.— Si miren por dentro es mucho mejor — Aseguró la pequeña Danielle quién se quitó los zapatos y de un saltó una estaba sobre la cama abriendo la sábana que hacía de puerta para que vieran el interior.Un gran televisión estaba al final, clavado a la pared, un televisor que antes no está a allí y de los lados salían las sábanas que componían la estructura. Y estaban tapadas por arriba con otra sábana.— Y como no sabíamos que os apetecería comer