Inicio / Romántica / Caminos Cruzados (1) / CAPÍTULO 4 – SURREALISTA SITUACIÓN.
CAPÍTULO 4 – SURREALISTA SITUACIÓN.

(Seven White)

La mañana empezó sin altibajos, con las entrevistas de los nuevos estudiantes, la verdad es que no había mucha diferencia en los tres primeros. Eran adolescentes pijos y adinerados que querían entrar en una prestigiosa universidad como la nuestra, nada más.

Hice rodar mi silla, mirando hacia los grandes ventanales que daban al campus. Aquello estaba resultando agobiante, aquella monotonía.

Me quité las gafas y presioné con los dedos sobre el tabique de la nariz, intentando desestresarme un poco, cuando escuché la puerta abrirse y cerrarse.

Los pasos del siguiente posible alumno se fueron acercando más y más, hasta que esa persona se sentó frente a la mesa, en su silla.

Volví a la posición actual, con las gafas en la mano aún, sacando la ficha de la siguiente entrevistada, dándome cuenta de que era aquella mujer que me resultaba un enigma. ¿Por qué la seleccioné, de todas maneras?

Me coloqué las gafas, frustrado, y volví a estudiar el perfil del candidato. No había nada fuera de lo común, sus ingresos eran demasiado bajos como para permitirse estudiar en un lugar como este, y por supuesto, no pertenecía a ninguna familia influyente, así que… ¿por qué demonios preseleccioné su ficha?

  • Veo que sus calificaciones son buenas – acepté, pues eso era lo único bueno en todo aquello. Quizás, estaba sacando las cosas de quicio, quizás si era alguien reconocido, quizás… - ¿qué estuvo haciendo después del instituto? – pregunté, removiendo los papeles, intentando encontrar algo más en ellos, pero no había absolutamente nada más. Lo que no lograba comprender era… ¿por qué una persona con su perfil académico, dejaba de ir a la universidad y la retomaba años después? – su ficha es admirable, pero no logro entender la razón por la que dejó sus… - me detuve tan pronto como la vi. Ella era guapa. ¿Por qué me parecía guapa? No lo entendía. Su piel era morena, cejas pobladas, ojos avellanados en tono marrón, tenía el cabello largo y castaño claro. Su nariz era pequeña, dientes perfectos y labios rosados. Ella era pequeña, pero no le quedaba mal.

Me observaba, parecía estar estudiándome con la mirada de la misma forma en la que yo lo hacía. Y entonces, antes de darme cuenta siquiera, la reconocí.

Me sorprendí tanto que perdí el habla, era incapaz de pronunciar palabra, y hacía verdaderos esfuerzos por no echarla de mi lugar de trabajo a patadas. Intenté mantener la calma, barajar las posibilidades de que aquella mujer estuviese allí. No podía ser una coincidencia ¿verdad?

¿Qué posibilidad había para que la camarera ligera de ropa que vi en el antro de mala muerte al que me llevó Brad, estuviese allí, queriendo ser aceptada en mi universidad? Ninguna, ¿verdad?

Carraspeé, intentando volver a la realidad, dejar de preguntarme cosas, y seguir con la entrevista.

  • ¿Qué le hace pensar que encaja en nuestras instalaciones? – pregunté al fin, sin tan siquiera fingir que no estaba molesto con su llegada.

La chica, la única chica en la que me fijé en toda la noche, en ese antro de mala muerte, esa que ponía los tragos, esa a la que le compré una botella de agua, … no podía estar allí, devolviéndome la mirada.

  • Soy una persona muy perseverante – aseguró – me gustaría volver a estudiar para poder dedicarme algún día a aquello que me apasiona – solté una carcajada, sin poder evitarlo.

  • ¿Pasión? – insistí, sin dar crédito - ¿Qué tipo de pasión puede tener una persona cómo usted en un lugar como este?

  • ¿Perdón?

  • Lo que quiero decir… - comencé, al darme cuenta de que estaba siendo demasiado estúpido con ella. Si realmente ella no sabía quién era, que parecía ser el caso, pensaría que el rector era un capullo - ¿qué tipo de pasión es la que la ha animado a estudiar filología?

Pero… ¿desde cuándo me importaba a mí lo que pensase o dejase de pensar, una mujer? Negué con la cabeza, intentando alejar los pensamientos negativos de mi mente.

  • Me gusta la literatura. Adoro leer y escribir.

  • ¿Escribir? – repetí, sin dar crédito.

  • Además, también creo que se me da bien la enseñanza, creo que podría ser una buena oportunidad para …

  • ¿Esto es una broma? – estallé, sin poder reprimirme por más tiempo, poniéndome en pie, tocándome el cabello, exasperado para luego volver a mirarla - ¿una especie de cámara oculta o algo?

  • ¿Qué le hace pensar que lo es? – instó, dejándome claro lo que temía. Ella no tenía ni idea de quién era yo – ya ha visto mi expediente, sabe que soy buena alumna, así que por qué no puede darme la oportunidad…

  • ¿Con qué dinero piensa pagar esto? – insistí, buscando la manera de no aceptarla en la universidad - ¿o es que quizás pretende que se lo pague de mi bolsillo?

  • Tengo dinero – instó, sacando de la carpetilla que llevaba un extracto bancario, donde podía verse el saldo actual de su cuenta. Se lo arranqué de las manos antes de que ella me lo hubiese cedido amablemente – he estado ahorrando por mucho tiempo para esto.

Desde luego tenía dinero, más del que jamás esperé que una persona como ella pudiese tener. Y eso me sorprendía muchísimo.

Entonces, me percaté de que estaba de pie, y me sentí realmente ridículo, así que volví a sentarme.

Estaba más que claro que no tenía nada que obstaculizase su ingreso en la universidad, aun así, era yo, gracias a mi padre, el que tenía la última palabra, ¿no es cierto?

  • De acuerdo, señorita Clark, estudiaré su caso.

Era más que obvio que iba a tirar su expediente a la b****a en cuanto ella saliese por la puerta, y así lo hice.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo