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CAP 2 LA ENCONTRÉ

Las chicas conversaron durante un rato, Keila terminó su bebida. “Me voy, estos últimos días están muy ajetreados, mamá y papá se irán de viaje cuando quede todo arreglado y me haga cargo así que están muy emocionados y mañana tengo que ir al hospital a hacer unas visitas”.

Gloria entendió, busco a las chicas en la pista de baile y estaban muy entretenidas con los chicos. “Vámonos, Vicky y Mar tienen con quien irse”.

Ambas se levantaron y se despidieron de las chicas desde lejos, Adrián las observó y le dijo a su amigo. “Se van…”

Fernando guardó su teléfono y se acercó para mirarlas, en especial a Keila, Adrián noto que su amigo la veía. “Es Keila Márquez es la hija de Mariana Estrada, la dueña del centro de ayuda”.

Fernando se quedó mirando a la mujer en silencio y mostró una pequeña sonrisa.

………………

Al día siguiente…

Keila llegó al hospital temprano, llevaba algunos regalos para el área de pediatría, cuando llegó entró con una gran sonrisa. "Hola amores ¿Cómo siguen?".

Los niños al verla se alegraron, ella los visitaba frecuentemente. "Señorita Keila".

Cuando saludó a algunos niños llegó hasta la cama donde un chico estaba cabizbajo. Ella se acercó. "Oliver ¿Qué pasa?".

El niño la miró diciéndole. "Me operan hoy y tengo miedo".

Keila se acercó sentándose en la orilla de la cama, tomó su manita para darle un pequeño apretón. "La operación es necesaria, verás que después de eso estarás mejor de salud y podrás jugar futbol".

El chico no muy convencido asintió.

Keila lado un poco la cabeza, sacó su teléfono y le marcó a Ismael.

"Hola Keila".

Ella le sonrió era una videollamada. "Isma, mi amigo Oliver tendrá una operación y está algo nervioso puedes darle ánimos".

Ismael asintió y Keila giró el teléfono, cuando el niño vio al hombre abrió mucho los ojos "¿Eres Ismael Estrada delantero del Malvinas?".

Ismael lo saludo con la mano. "Si. Un gusto Oliver, mira todos aquí estamos entrenando duro".

Él giró su teléfono para ver a los demás futbolistas y luego volvió a la pantalla. "Así como nosotros tú debes echarle muchas ganas, no estés nervioso todo saldrá bien".

Oliver con un mejor ánimo asintió, conversó un poco más con Ismael y se despidió.

Keila le dijo. "Ánimo Oliver todo saldrá bien".

Chocaron las manos y se escuchó un carraspeo.

Keila giró encontrándose con un hombre alto y muy guapo, llevaba una bata blanca.

Oliver al verlo sonrió. "Doctor Carvajal estoy listo".

El hombre levantó una ceja sonriendo. "Excelente, te llevarán al quirófano te veré ahí".

Los enfermeros sacaron al chico en una camilla.

Keila miraba al doctor. Él con una gran sonrisa le dijo.  "Gracias, Oliver estaba muy nervioso".

Keila le sonrió algo nerviosa. "No hay problema, lo importante es que Oliver mejore".

Fernando se acercó y le dio la mano. "Soy Fernando Carvajal cirujano cardiotorácico".

Keila tomó su mano. "Keila Márquez". 

El hombre no soltaba su mano ella trató de zafarse, el hombre tenía un aura muy potente e intimidante y sentía que cada vez se acercaba más a ella. "Tengo que irme, adiós".

Keila salió del lugar lo más rápido que pudo al subir al elevador, suspiro profundo, su corazón latía descontrolado.

Fernando desde el pasillo la observó entrar al elevador. Tenía un rubor en sus mejillas cuando hablaban. Él sonrió y susurró muy bajo. "Mamá… la encontré".

Más tarde…

Marina pintaba desde su estudio, tenía unos grandes ventanales por donde entraba la luz del sol dando un ambiente cálido y confortable, el lugar estaba lleno de cuadros, telas, pinceles y botes de pintura de diferentes colores.

Se escuchó la puerta. "Pase". Aviso Marina.

Gloria entró, llevaba un vestido verde circular y tacones altos, su cabello era largo y ondulado, que se sostenía con una diadema del mismo color del vestido. La mujer sonrió. "¡Mamá!".

Marina dejó su pincel y se giró para ver a la hermosa chica. "Gloria, llegaste temprano".

Gloria se acercó abrazando a la mujer que la había cuidado todos estos años desde que su abuela murió.

"Si. Terminé temprano en mí trabajo".

Marina sonrió tomando la barbilla de Gloria. "Tu padre me dijo que te has esforzado mucho estas últimas semanas, querías terminar tu trabajo antes de que volviera David".

Gloria parpadeó con pena. "¿Es tan notable?".

Marina se río. "Lo es, sé que lo has esperado por años, ya hoy llegará para quedarse con nosotros".

Gloria sonrió nerviosa, deseaba mucho verlo, habían pasado ya casi ocho años desde que él se fue, no entendía mucho el porqué, las cosas en aquel tiempo eran muy confusas.

Gloria asintió. "Solo quiero volver a verlo… estos años no hemos hablado mucho".

Gloria recordó aquellos años cuando conoció a David ,estaban en el mismo salón de clases, Gloria era cuatro años más grande, ella dejaba constantemente la escuela por los problemas de salud de su abuela y cuando volvía tenía que volver a cursar el mismo grado, hasta que David y la familia Estrada la apoyaron, Gloria pudo terminar sus siguientes grados completos y ahora era recién graduada de ingeniería y tenía estudios de medicina, todo esto lo hizo a lo largo de los años que David no estaba, siempre pensó que debía esforzarse más cada día y convertirse en la mujer que David necesitaba a su lado.

Él también había estudiado medicina y administración entre muchos otros cursos que hizo mientras terminaba la universidad, incluido su gusto por el arte, era un famoso pintor como su madre, pero solo lo hacía por hobby, ahora ya no pintaba se había centrado en irse al extranjero a seguir preparándose mientras se hacía cargo de una de las empresas de su padre en otro país.

Gloria se enteró que él regresaba está semana, estaba feliz de volver a verlo, la última vez David terminó su relación con ella y ni siquiera se había despedido y cuando lo llamaba él siempre estaba ocupado.

Gloria lo amaba desde que eran niños, eran inseparables, había ocasiones en que molestaban a Gloria, pero David siempre la defendía, esperaba hablar con él y arreglar las cosas, volver a como era antes.

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