TRINITYNo importaba cuánto intentara entretenerme con su charla, prestándome de su ropa, mostrándome la habitación y el acogedor baño, mi mente siempre estaba en Nathan.Temía por él, por su vida, por nosotros, por mi responsabilidad en todo este asunto.Con la mente hecha un caos, me quedé al fin sola.Me senté en la cama y miré a la oscura noche, aguardando, con el corazón en un puño, pensando en todo lo ocurrido, por un tiempo indefinido.—Vamos, arriba ese espíritu, tú solita te metiste en esto, ¿no era excitante y divertido? Ahora asume las consecuencias —me dije con una mezcla de varios sentimientos y sarcasmo.Me quité las botas, me recogí el cabello en alto y tomé la ropa de dormir que me había prestado Megan, incluso unas bragas nuevas sin usar.Qué vergüenza. Me cayó demasiado bien esa mujer, me contó que Nathan la había salvado cuando era joven. Apagué la luz de la habitación y entré al baño, desnudándome, examinándome al fin.Nada, todo sanado, ni un rasguño, aun con el
TRINITYPensé en que estaba jugando con fuego, en que esto se estaba saliendo de un simple revolcón de oficina, y la seguridad de mi hija también estaba de por medio.Pero el solo pensar en terminarlo, en no verlo más, en no saber más de él, hacía que mi pecho se sintiera incómodo, un dolor demasiado intenso que me apretaba el alma.El silencio se volvió algo incómodo, fui a abrir la boca de nuevo para explicarme, en realidad no quería cortar, solo… supongo que necesitaba más seguridad.—Nathan…—Bien, ya que deseas alejarme siempre al mínimo tropiezo, entonces mejor aprovecho mi último momento a tu lado.—Espera, yo no he dicho, ¡¿ah, qué haces, Nathan?! —chapoteé un poco cuando sus piernas debajo de mí se movieron, sus manos dominantes me tomaron de la cintura y me guiaron al frente.Por instinto estiré los brazos, apoyándome en el borde ancho azulejeado, a los pies de la bañera, mi cabeza a centímetros de la pared.Quedé en una vergonzosa posición de cuatro y un Alfa que se suponía
TRINITYMe gustaba también su lado tierno y meloso. Sacó su miembro semierecto de mi interior palpitante y satisfecho.—Vamos a la ducha a limpiarnos, mañana hablaremos de todo lo que quieras, Trinity Miller —su voz magnética me susurró y asentí suspirando. ¿De qué vamos a hablar después de haberme tomado así tan apasionado?Devorando mi cuerpo y mi cordura. Eso no se vale. Este soborno es demasiado suculento para lo “debilita” que soy frente a su seducción, Sr. Langford.*****MADRE DE NATHAN No puedo quitarme de la cabeza el mensaje que descubrí hoy. Casualmente, había entrado a la oficina de Jacob a organizar un poco. Solo yo me encargo de su despacho, aquí hay demasiados asuntos importantes de la manada. Por suerte había salido a despedir al Alfa del territorio vecino, que nos visitó. El tono de un mensaje me hizo fijar la atención en el celular que había dejado sobre el escritorio. Lo tomé sin darle mucha importancia, pero al mirar por encima y ver el nombre de “Nathan”,
TRINITY Me estiré como una gata perezosa sobre la cama, me dolían deliciosamente los músculos de hacer el amor con mi Alfa dominante y luego tenerlo como un pulpo enredado en mi cuerpo. Me dijo que no estaba acostumbrado a dormir con nadie, en realidad yo tampoco. Pensé que no pegaría ojo, pero entre el estrés de todo lo ocurrido y el cansancio terminé por caer rendida. Me incorporé tallando mis ojos con la mano, mi cabello rojo debería ser un gallinero. Busqué a Nathan por la habitación, pero ni rastros de él. Me levanté en el pequeño cuartito del motel y fui al baño a hacer mi aseo matutino. Incluso había un juego de cepillos de dientes nuevo. Megan es muy considerada, debo ver cómo pagar su generosidad. Saliendo del baño, la puerta de entrada se abrió y entró mi enorme lobo con una bandeja en las manos.—Vaya, servicio en la habitación, qué considerado Sr. Langford —sonreí como una tonta viéndolo poner la bandeja sobre una esquina de la cama.—Bueno, a punto de ser desecha
TRINITY—Bien, mantén tu ginecóloga, le pediré un informe de tu método anticonceptivo y ¡sí, mantendrás tu mensualidad y la de Scarlett! Todo lo demás lo discutiremos con calma, abiertos a modificaciones, ¡ambos!Me separa y me aclara, asiento dudosa, pensando en modificar la mitad de ese papel culero.—¿Y si salgo embarazada por accidente, Nathan? ¿Qué haremos? —le pregunto y al momento me arrepiento de hacerme la chistosa. La expresión de Nathan se queda un poco rígida, es obvio que no le ha hecho ni pizca de gracia.—Tranquilo, la respuesta es más que obvia por tu cara. Tampoco está en mis planes quedar embarazada de ningún cachorro debido a una aventura pasajera, ya bastante tengo criando a una hija despreciada, como para buscarme otro —le aseguro, separándome de él. En realidad lo dije por decirlo, sin pensarlo mucho, como de costumbre, pero me sentí un poco decepcionada por su expresión ¿Qué esperaba?— Tampoco lo digas con ese tono, como si fuese un cabrón. Trinity…—Ya dije
NATHANComo rara vez en la vida, mi padre me felicita chequeando los contratos que hice con el idiota de Dominic. —Gracias —le dije sin más. Obviamente, todo le salió al revés a Dominic y para evitar más escándalos, accedió a casi regalarme los materiales. Era lo menos que podía hacer y no me quedé para nada satisfecho con solo eso. Estoy planificando la manera de joderle el negocio maderero y hundir su manada de alguna forma. En las tierras del Alfa Morgan también hay esos materiales, solo que mi padre se ha negado a cambiar de socio comercial por su alianza con la manada de Dominic.Eso cambiará muy pronto, por ahora, haré mis proyectos privados y personales comprándole a Morgan.—Solo no entendí muy bien lo de Emma, ¿de verdad te dejó tirado así, sin más? —frunció el ceño, de tonto no tiene un pelo este viejo lobo. —Bueno, encontró a su mate y se volvió loquita de amor, no será la primera ni la última. ¿Ya me puedo ir a descansar? —hago por levantarme.Quiero irme a hablar co
TRINITYIba casi saltando en un pie después de reunirme con la directora para firmar los papeles de admisión de Scarlett al colegio. ¡Había aprobado el examen! Y no, no fue condescendencia por la influencia de Nathan, mi beba realmente demostró ser una niña muy inteligente. Creo que incluso más que su madre, que últimamente solo hacía burradas.Salí del edificio administrativo un poco perdida, pero seguí por el caminito de piedras hacia un pequeño jardín cercano donde los dejé.—… entonces te puedo enseñar a patinar en la nieve, una niña del aula se cayó y se le aflojó un diente el invierno pasado… —escuché la voz baja de Luca.—¡Ah, hermano entonces no quiero, no quiero quedarme sin más dientes! —sonreí al escuchar el melodrama de mi hija.Hablaban de un campamento educativo de invierno que me mencionó la directora. Los observaba detrás de unos arbustos, ambos sentados en un banco. Luca le batía el potecito de yogur para luego dárselo con el sorbete, la tenía demasiado mimada.—
TRINITY Mis ojos querían perforar su rostro, levantarme y decirle hasta del mal que se iba a morir. ¿Cómo podía estarme hablando tan tranquilamente hace unos minutos cuando me había robado de alguna manera mi idea? —Bien, me parece muy prometedora esta propuesta, excelente —la aplaudieron y todo cuando terminó. ¡Yo sabía muy bien que la propuesta estaba genial! Se sentó a mi lado y la miré con rabia, antes de abrir la boca, fui mencionada para exponer, todos los ojos en mí. Apreté la carpeta y me levanté con piernas temblorosas, las manos me sudaban. Coloqué las hojas sobre el estrado y me quedé como idiota mirando al micrófono. ¿Qué iba a decir ahora? ¿Repetir lo mismo que ella, armar un escándalo y decir que la idea era mía?—Srta. Miller, estamos esperando por usted —la voz de la madre de Nathan resonó en la sala en silencio.Mis ojos se cruzaron con los suyos sosegados, no parecía saber nada de lo que sucedía. —Yo… —tragué en seco—. Parece que ha habido un problema con m