223. LA CALIDEZ DE TUS BRAZOS
NARRADORA

Mientras el barco ponía rumbo a zona segura, en el borde de la niebla, una cabecita salió del agua.

El cabello azul se confundía con el reflejo sobre la superficie en calma, y los ojos celestes miraban melancólicos hacia la popa del catamarán que avanzaba ganando nudos más de prisa.

Ni siquiera se pudo despedir de ella, y solo suplicándole a su hermano fue que lo dejó mirarla de lejos.

A la medusita con cabellos de fuego.

Ella seguro lo olvidaría, la niebla tóxica actuaba lentamente en sus cerebros.

Pronto no recordarían casi nada de lo vivido en estas aguas y, para ella, quizás fuese un sueño lejano.

Iba a dar la espalda para marcharse; su hermano, el príncipe mayor, lo esperaba para llevarlo de regreso a casa y sus padres le darían la tunda del siglo.

Pero entonces, el destello rojo sobre la popa lo hizo agitar su aleta bajo el agua, emocionado.

¡Era ella! Asomándose al barandal en la parte trasera de la cubierta.

—¡Adiós, Colita de Pez, gracias por salvar a mi papi
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP