WILLIAMNo podía creer que estuviese viviendo este momento al fin.Que ella hubiese aceptado el reclamo de mi lobo, que estuviese anudándola mientras le daba de beber de mi sangre.Las palabras rituales recitadas, el lazo entre nuestros lobos forjándose.Mis pupilas se estrecharon, miraron la marca de los dientes en su nuca.Saqué la lengua para lamerla con amor, sintiendo el tirón de su boca en mi vena, moviéndome aún dentro de su vagina mientras eyaculaba deliciosamente.Mi mente embotada en pasión y lujuria, en deseo contenido por tanto tiempo.—Mmmm —gemí excitado, sintiendo su cuerpo vibrar debajo del mío.La había tomado en el sofá de cuero marrón de la oficina.Cuando entró por la puerta y me asaltó, suplicando ser mi compañera, que olvidáramos el pasado, yo… simplemente no pude guardarle nada más.También me equivoqué, permití que mi ex mate me embaucara, no debí dejar sola a Juliana y que me malinterpretara tanto.Ambos hemos sufrido demasiado.—Sshh, William, es muy grueso…
TRINITYÉl afirmó.La atmósfera se quedó estancada.Preguntas tenía miles, pero reparé en el plato frente a él con las migajas de pan y mantequilla, parecía que estaba hambriento.No sé, como la tonta compasiva que soy, decidí seguir arriesgando nuestra integridad por un desconocido.—Bueno, me debe algunas respuestas, pero está bien, ahora, vamos a desayunar —suspiré acercándome a la cocina.—. Scarlett, búscame las pantuflas y la bata.Le pedí y la vi irse corriendo, al menos yo iba con un pijama decente.Me acerqué al grifo del fregadero y me lavé la cara, también alisé con mis dedos el cabello.Siempre sentía sus ojos curiosos vigilando mis pasos.No sé quién sea este señor, no puede ni hablar y no tenía identificación.— ¿Tampoco puede escribir? - me giré para preguntarle.También negó y subió las manos, tenía los dedos en posiciones raras y giradas, como engarrotados, rígidos y sin poderlos mover.¿Estaría fingiendo?Entonces pensé en utilizar a Scarlett como intérprete y luego
NARRADORAA muchos kilómetros de allí, en el majestuoso castillo oculto en las montañas y sede del Concilio de Hombres Lobo.¡BAM!Oliver dio golpes sobre su escritorio, frustrado y con algo de temor en las profundidades de su alma.Tocaron a la puerta y sabía muy bien que era ese idiota con aires de suficiencia.—¡Pasa de una vez! —rugió con ira y lo vio entrar al despacho.—¿Me llamaba Anciano Mayor en funciones?—¡Ya deja de decirme la coletilla “en funciones”! Estamos solos y sabes perfectamente que seré pronto el Anciano Mayor. Porque mi hermano está muerto, ¿cierto?Lo interrogó entre dientes, estaba desesperado por deshacerse de esta serpiente de cascabel que solo había utilizado a su conveniencia.—Lo está…—¡¿Entonces, por qué acabo de venir de una sesión de adivinación y me dicen que el poder del Anciano Mayor aún no ha regresado al Monumento?! —le rugió, a pesar de que sabía que debían hablar de esto en voz baja.Grande fue su sorpresa al ir a comprobar y el Anciano que leí
NARRADORA —Fiona —habló cuando ella respondió la llamada—. Las cosas se adelantan, avísame cuando salga tu hijastro de la manada. Lo mantendría vigilado, esa embarcación milagrosa que quería Dean Marshall para ascender, la robaría para él. ***** UNOS DÍAS DESPUÉS… —¡No, no, Henry, mueve esas placas hacia adentro! ¡William, dale más duro a esas terminaciones o nos hundiremos sin oler el mar! Nathan gritaba aquí y allá en el astillero rústico y oculto donde construían a toda marcha el verdadero Alondra. Incluso Juliana, su tía y familiares fieles tuvieron que ayudar y meter sus manos o era imposible terminarla a tiempo. Henry les había anunciado que un espía de su padre les sopló, que la reunión del Concilio se había adelantado y casi tenían que hacer magia. Sobre todo Nathan, que estaba presionado por Logan del otro lado y ocultándose todo el tiempo. Al menos las cosas que quedaban no necesitaban de su estricta presencia y William sabía también de construcción naviera. El bar
NATHAN— Nathan, no grites, ay, pobrecita mía, no te asustes —la veo cómo se inclina hacia la mujer en la silla, que ni se ha enterado de que estoy aquí, o al menos, eso parece.No puedo creer que todo sea una farsa de Claire y mi madre.—Apártate —le dije de repente, moviéndola a un lado con brusquedad e inclinándome sobre mi mate—Si esto es una maldit4 trampa tuya, Claire, para regresar y darme lástima, no te va a funcionar, ¿entendiste? —Clavé los dedos en su barbilla y la forcé a subir la cabeza y a mirarme directo a los ojos.—¡Lo que sea que estés tramando no va a funcionar conmigo! ¡Más te vale decirme la verdad! ¡No finjas más! —La zarandeé por los hombros, tirando sin piedad de nuestro vínculo marchito.Mi comando de Alfa la obligaba a reaccionar, ella era un Omega y mi pareja, no había manera de seguirse rebelando.Esos ojos vacíos, esa expresión de completa desconexión, el hecho de que Blaze ni siquiera encontrara a su loba, parecía ser todo verdad.—¡Déjala, Nathan, no se
NATHAN—No, no, cachorro, yo amo a tu madre, esa que te ha dado todo el cariño que nunca nadie te dio —le respondí.—No nos vamos a separar, Luca, esa es nuestra verdadera familia. Sus manos se enredaron con fuerza en mi cuello, sentía la humedad en mi piel. Los nudos desatándose en nuestros corazones. “Blaze, ¿es más fácil deshacernos ahora del lazo con Claire?” le pregunté a mi lobo interior. Si mi madre planificaba algo más, solo me puso la ventaja en las manos. “No sé bien, Nathan, ella está muy débil, puedo forzar la ruptura ahora que está aquí y sin resistirse, pero eso puede incluso… matarla.” Entiendo su punto, es algo peligroso y más sin el conocimiento de su loba, tampoco soy un asesino a sangre fría. ¿Por qué Claire está así? ¿Cómo terminó en esas condiciones y quién la metió en ese hospital? Presiento que si doy con esas respuestas, encontraré cosas muy oscuras que van a terminar de hundirme el corazón. Logré calmar a Luca, lo dejé acostado en su cama, durmiendo,
NARRADORANo hablaba, solo mirando a la alfombra, terca.La conocía muy bien como para saber que ni obligándola confesaría. —Lo voy a averiguar de todas maneras —me acerqué a ella y le hablé en voz baja.—. Madre, te estoy dando la última oportunidad, dime la verdad, toda la verdad, ahora mismo. Le pedí y de verdad quería escucharlo todo de ella, aunque la odiara, al menos que confesara.Sin embargo, eligió su camino ella sola.— Nunca estarás preparado para la verdad - me dijo entre dientes.—Bien, yo hice todo lo que pude para salvar esta relación entre ambos —estaba dispuesto a marcharme. —Nathan… —Su mano temblorosa agarró mi brazo.—. Todo lo que he hecho ha sido por tu bien, cada paso, cada cosa ha sido para que mis hijos llegaran a la cima, es todo lo que he deseado.—Ya lo dijiste, mamá… —le respondí, con el pecho apretado, era mi madre, al fin y al cabo, la mujer que me trajo al mundo y me enseñó casi todo lo que sé.—. Era lo que deseabas tú, nunca te ha importado lo que
NARRADORA—. Si las cosas salen mal, no podemos ir los dos. William, ya sabes qué hacer, mañana el “Alondra” debe llegar a Henry como sea, no puede haber errores.—Pero Nathan, es una locura ir solo —William estaba preocupado. —No me pienso exponer, solo espiar. Debemos conocer a nuestro enemigo en el Concilio. Me voy o no alcanzaré a Logan —Nathan le dijo, palmeándole el hombro y colándose en la cabina. Enseguida, la camioneta se movió, incorporándose a la calle para atravesar las puertas de la manada. —Qué enredo, por la Diosa… —William se pellizcó el puente de la nariz. Al menos sus personas importantes estaban resguardadas y a salvo.*****Logan observaba el maletín de cuero a su lado.Estaba algo ansioso mientras iba en el asiento trasero del coche.Estos eran solo los planos, el barco estaba a resguardo en uno de los astilleros de la familia.Esperaba que de verdad Dean Marshall cumpliera con su palabra, le convenía, no entendía de embarcaciones, era imprescindible contar co