NATHAN— Nathan, no grites, ay, pobrecita mía, no te asustes —la veo cómo se inclina hacia la mujer en la silla, que ni se ha enterado de que estoy aquí, o al menos, eso parece.No puedo creer que todo sea una farsa de Claire y mi madre.—Apártate —le dije de repente, moviéndola a un lado con brusquedad e inclinándome sobre mi mate—Si esto es una maldit4 trampa tuya, Claire, para regresar y darme lástima, no te va a funcionar, ¿entendiste? —Clavé los dedos en su barbilla y la forcé a subir la cabeza y a mirarme directo a los ojos.—¡Lo que sea que estés tramando no va a funcionar conmigo! ¡Más te vale decirme la verdad! ¡No finjas más! —La zarandeé por los hombros, tirando sin piedad de nuestro vínculo marchito.Mi comando de Alfa la obligaba a reaccionar, ella era un Omega y mi pareja, no había manera de seguirse rebelando.Esos ojos vacíos, esa expresión de completa desconexión, el hecho de que Blaze ni siquiera encontrara a su loba, parecía ser todo verdad.—¡Déjala, Nathan, no se
NATHAN—No, no, cachorro, yo amo a tu madre, esa que te ha dado todo el cariño que nunca nadie te dio —le respondí.—No nos vamos a separar, Luca, esa es nuestra verdadera familia. Sus manos se enredaron con fuerza en mi cuello, sentía la humedad en mi piel. Los nudos desatándose en nuestros corazones. “Blaze, ¿es más fácil deshacernos ahora del lazo con Claire?” le pregunté a mi lobo interior. Si mi madre planificaba algo más, solo me puso la ventaja en las manos. “No sé bien, Nathan, ella está muy débil, puedo forzar la ruptura ahora que está aquí y sin resistirse, pero eso puede incluso… matarla.” Entiendo su punto, es algo peligroso y más sin el conocimiento de su loba, tampoco soy un asesino a sangre fría. ¿Por qué Claire está así? ¿Cómo terminó en esas condiciones y quién la metió en ese hospital? Presiento que si doy con esas respuestas, encontraré cosas muy oscuras que van a terminar de hundirme el corazón. Logré calmar a Luca, lo dejé acostado en su cama, durmiendo,
NARRADORANo hablaba, solo mirando a la alfombra, terca.La conocía muy bien como para saber que ni obligándola confesaría. —Lo voy a averiguar de todas maneras —me acerqué a ella y le hablé en voz baja.—. Madre, te estoy dando la última oportunidad, dime la verdad, toda la verdad, ahora mismo. Le pedí y de verdad quería escucharlo todo de ella, aunque la odiara, al menos que confesara.Sin embargo, eligió su camino ella sola.— Nunca estarás preparado para la verdad - me dijo entre dientes.—Bien, yo hice todo lo que pude para salvar esta relación entre ambos —estaba dispuesto a marcharme. —Nathan… —Su mano temblorosa agarró mi brazo.—. Todo lo que he hecho ha sido por tu bien, cada paso, cada cosa ha sido para que mis hijos llegaran a la cima, es todo lo que he deseado.—Ya lo dijiste, mamá… —le respondí, con el pecho apretado, era mi madre, al fin y al cabo, la mujer que me trajo al mundo y me enseñó casi todo lo que sé.—. Era lo que deseabas tú, nunca te ha importado lo que
NARRADORA—. Si las cosas salen mal, no podemos ir los dos. William, ya sabes qué hacer, mañana el “Alondra” debe llegar a Henry como sea, no puede haber errores.—Pero Nathan, es una locura ir solo —William estaba preocupado. —No me pienso exponer, solo espiar. Debemos conocer a nuestro enemigo en el Concilio. Me voy o no alcanzaré a Logan —Nathan le dijo, palmeándole el hombro y colándose en la cabina. Enseguida, la camioneta se movió, incorporándose a la calle para atravesar las puertas de la manada. —Qué enredo, por la Diosa… —William se pellizcó el puente de la nariz. Al menos sus personas importantes estaban resguardadas y a salvo.*****Logan observaba el maletín de cuero a su lado.Estaba algo ansioso mientras iba en el asiento trasero del coche.Estos eran solo los planos, el barco estaba a resguardo en uno de los astilleros de la familia.Esperaba que de verdad Dean Marshall cumpliera con su palabra, le convenía, no entendía de embarcaciones, era imprescindible contar co
NARRADORAEl timbre seguía sonando en su oído, la llamada se había cortado por mala recepción.—¡Señor, un auto nos corta la retirada!Si le quedaban dudas de que esto era una trampa, al escuchar la advertencia de Arthur y mirar hacia atrás, vio los focos del coche que había salido de la nada.—¡Fabricio, tenemos que salir del cerco, métete por ese claro a la izquierda!En un segundo, las cosas se pusieron rápidas y furiosas.El chofer de Logan maniobró el timón, los neumáticos derraparon sobre la tierra, levantando una estela de polvo.—¡Síganlo! —Harold se dio cuenta de que ya su fachada había sido descubierta.Logan se alegraba de haber venido en un auto pequeño que avanzaba por el terreno despejado hasta meterse entre las separaciones de los árboles.¡BAM!La carrocería se estremecía cada vez que pasaban rozando las cortezas, y las ramas hacían chirridos agudos al pasar por los cristales, entorpeciendo la visión.Los focos apenas alumbraban el camino accidentado, el bamboleo viole
NARRADORAArthur no podía creer que tan rápido hubiesen dado con él, pero los hechos eran que un veloz depredador lo seguía, internándose en el bosque profundo.“¡No puedo cambiar, no voy a perder los planos, no hay tiempo!” discutía con su lobo, pensando en la posibilidad de refugiarse primero en un sitio seguro. Solo que cuando pensó en la solución, ya era muy tarde. “¡Idiota, lo tienes a tu espalda! ¡CAMBIA DE UNA MALDIT4 VEZ!” Su lobo le rugió, forzando con todo su salida.Si su humano inútil moría, él también lo haría. Se estaba transformando, un amasijo de humano y lobo, cuando el desgarro de dientes clavándose en sus músculos lo hizo rugir con una voz entre hombre y bestia.Logró transformarse en el suelo mientras luchaba bajo las garras de un enorme lobo que abría sus fauces feroces justo en su hocico, salpicando saliva rabiosa. En medio de la lucha de resistencia, del zarpazo que le atravesó el morro, dejando rastros de sangre sobre la tierna hierba, sus ojos de lobo mir
NARRADORA“Guarda tus energías, no luches, hazte más el débil y atacamos en cuanto intenten liberarnos.” Logan daba instrucciones a su lobo con el cerebro entumecido.Así lo hicieron.En cuanto la electricidad fue retirada de las fibras de la red y levantada, atacó al mismo hombre que lo había apresado, abriéndole una horrible herida en el estómago.— ¡AAAHHH!La lucha encarnizada se prendió en el claro, entre dos lobos y Xian, además del secretario y el hombre herido. Harold miraba al lobo rabioso, luchando por su vida con todas sus fuerzas. —¡Idiota! ¿¡No me dijiste que estaría débil!? —le gritó al hombre tirado a un lado con la mano en la barriga y desangrándose. Su error fue subestimar la fuerza de Xian. Harold vio que las cosas se estaban poniendo feas.Escuchaba a sus otros hombres acercarse. Se habían separado para cubrir más terreno y ahora se arrepentía.Sacó un arma que llevaba escondida dentro del saco y apuntó a la espalda de Xian, que peleaba valientemente contra esos
NARRADORASe preguntaba qué hubiese pasado, si no le guardara tanto odio a Fiona, si ella no hubiese conspirado para alejarlos, envenenándolos y convirtiéndolos en enemigos.Si él y Nathan se hubieran podido apoyar de verdad como una verdadera familia.A veces, cuando lo veía con William, esa complicidad desde niños, sentía celos en su interior.No tenía derecho a poseer un hermano como Nathan, no tenía derecho a nada…¡BAM! ¡BAM! ¡BAM!La lluvia de balas cayó sobre ellos, surcando los cielos, suspendidos en la nada, era imposible esquivar el peligro.Cuando las patas delanteras de Blaze estaban besando la tierra, casi raspando en el borde, el peso en su espalda cedió repentinamente.Por el impulso, cayó rodando varios metros, levantando una capa de polvo, algo aturdido, pero eso no impidió que enseguida notara una ausencia."¡LOGAN!" "¡XIAN!"Nathan y Blaze gritaron al unísono, viendo los ojos llenos de dolor y remordimientos en el borde, aferrándose desesperado con los codos, ras