Lejos de las montañas Blue Ridge en Carolina del Norte, Jacob D´angelo llegaba a casa de los Dunham, estaba sumamente preocupado porque hacía días que no sabía nada de Liesel, le llamaba al celular y lo mandaba al buzón, estaba realmente preocupado por no saber nada de ella, una persona no podía desaparecer así nada más de la noche a la mañana.
Así que ahí estaba tocando el timbre en casa de los Dunham. El personal de servicio lo hizo pasar a la sala y le indicaron que la señora Dunham lo atendería en un momento.
Lysa Dunham bajo las escaleras y a Jacob se le antojo que Liesel sería igual de hermosa que su madre cuando tuviera su edad, se sintió feliz de que ahora eran novios y haría todo lo que fuera porque esa situación no cambiará. Él quería a Liesel para algo más serio que solo ser novios.
—Hola Jacob,
Derek no esperaba ese cálido recibimiento, pero en cuanto el cuerpo de Liesel chocó contra el suyo, la estrechó entre sus brazos tan fuerte que temió romperla; la sintió temblar como una hoja, contra su cuerpo y sin pensarlo dos veces la tomo en brazos, cerró la puerta de una patada y fue a sentarse con ella en brazos en el sillón más próximo.—Shhh, está bien Liesel, todo está bien. —En ningún momento dejó de acunarla —Fue una falsa alarma, solo un par de animales salvajes que cruzaron el perímetro, pero es todo. Tranquila, conmigo nunca te pasara nada, te lo prometo. —Derek le acariciaba la espalda de arriba a abajo hasta que ella dejó de temblar.—No vuelvas a dejarme aquí sola. Estaba tan preocupada por ti… por todos. —se corrigió de inmediato para restarle importancia —Que a alguien le llegue a ocur
De manera involuntaria ella dio un par de pasos hacia atrás, «como era posible, o acaso lo había imaginado» Liesel parpadeo ante lo que acababa de presenciar, y cuando fue a mirar de nuevo los ojos de Derek eran negros otra vez.Él se puso de pie y se acercó hasta ella, sin llegar a tocarla, no quería asustarla y menos después de lo que acababa de suceder, su mounstro rompió las riendas y tomo el control por unos segundos, en parte lo entendía, él también quería acariciarla y ser acariciado sobre todo después de pasar la noche con ella.Antes de que pudiera decir nada, el teléfono de Derek sonó.—¿Si? —respondió él sin apartar la mirada. Escucho atento lo que decían del otro lado de la línea—Estoy ahí en un momento —respondió antes de colgar. —Me tengo que ir, pero t&
—Espérame aquí, voy a checar los fusibles —acto seguido se marchó dejándola completamente sola en la oscuridad y aunque estaba molesta decidió esperar justo donde estaba, ya que en las ocasiones anteriores no había tenido nada de suerte al intentar moverse entre las sombras.Al cabo de unos minutos la casa se iluminó de nuevo, y momentos después vio aparecer a Derek.—¿Me puedes decir porque te has empeñado en provocarme un infarto? —le gritó.—Nada más alejado de la realidad porque nunca ha sido esa mi intención.Derek parecía divertido con toda esta situación, algo que para nada le agrado a Liesel y le arrojó con lo primero que tuvo a la mano.—Deja de ser un cabrón, —se cruzó de brazos —estoy completamente sola lejos de casa, en un hogar que no es el mío, con un
«¿Qué diablos acababa de pasar?, ¿Acaso Derek se molestó porqué ella no aceptó su insinuación? Que infantil o que tonta, solo el tiempo le daría la respuesta»El día le parecía tan largo y extrañamente agotador. Decidió que no iba a pensar más sobre eso así que después de asearse, se acostó a dormir, mañana pintaba como un día por completo interesante.En su recámara Derek no estaba molesto, solo frustrado y no con Liesel sino con él y sobre todo con su monstruo, las cosas no podían ser tan fáciles, un par de palabras bonitas después de desaparecer por días y una insinuación terrible no harían que Liesel cayera a sus pies. Ella necesitaba más, y él acostumbrado a lo fácil no estaba del todo seguro en cómo tratarla, pero se
Derek la tomó por la cintura, acercándola a su cuerpo, y la colocó frente a él; Liesel contuvo el aliento mientras los labios de Derek se iban acercando. Cuando él tocó su piel con los labios no fue para besarla, por lo menos no en la boca, Derek fue depositando una estela de tiernos besos desde las comisuras de su boca, bajando hasta su cuello. Sus manos también la recorrían con presteza, a Liesel se le puso la piel de gallina cuando Derek fue bajando su mano por la espina dorsal hasta llegar a la dulce redondez de sus nalgas, la respiración se le agito y no pudo evitar echar los brazos alrededor de su cuello.Finalmente, los labios de Derek se posaron sobre los suyos, para ese entonces ella ya no estaba segura de nada, solo quería que él siguiera tocándola, besándola con esa maestría con que la besaba.Cuando Derek vio la respuesta de
Por un breve instante se limitó a observarlo, la perfección hecha hombre, los músculos bien marcados de su cuerpo pétreo, lo hacían parecer un dios griego. Derek poseía un cuerpo atlético, pero a la vez tenía una agilidad y fuerza que la sorprendía. Su rostro parecía cincelado, sus labios no muy gruesos, pero bien marcados, la habían besado con avaricia, y por donde sus manos la habían tocado dejaban una estela de fuego que solo la hacían desearlo más.—¿Por qué estás tan nerviosa? —La sacó de sus pensamientos.—No lo estoy.—Pues lo pareces. —insistió, la sonrisa seductora no abandonó sus labios.—Te aseguro que no es así. —Mintió, y se mantuvo firme mientras sostenía su penetrante mirada.—Puedo olerte Liesel, —acerc&oacu
Liesel aprovechó que Derek había tenido que revisar algo sobre una situación en el perímetro para llamar a Jacob. Marcó el número y esperó a que su amigo respondiera.Jacob atendió la llamada luego del segundo timbre, estaba que no se lo podía creer.—¿Liesel, eres tú? —se notaba la ansiedad en su voz.—Hola Jacob. —Y, por el contrario, ella se sentía algo tímida, no había hablado con él desde que se fue, con todas las prisas hacía casi un mes.—Cariño que gusto saber de ti, he deseado tanto tener noticias tuyas, y escucharte es magnífico.—A mí también me alegra escuchar tu voz y saber de ti.—Te he extrañado como no tienes idea. —La melancolía de su voz fue algo que no pasó desapercibido para Liesel, que se iba sintiendo
Tenía remordimiento por engañar a Jacob, pero debía recordar que sus días estaban contados y no precisamente por los secuestradores, el problema en su corazón tenía corriendo el reloj marcha atrás desde su nacimiento. Debía tomar una decisión, hacer realidad su más grande anheló o respetar la palabra dada a Jacob. Se suponía que la decisión debía ser fácil, pero a Liesel le costaba engañar y sobre todo herir a las personas que apreciaba, de primera mano sabía lo que ese tipo de dolor podría causar.Después de pensarlo, llegó a una decisión, nadie viviría su vida ella y nadie moriría en su lugar, así que por más que le causará pesar por Jake, en esta ocasión iba a seguir a su corazón.Busco a Derek y lo encontró en el centro de video vigilancia.—¿Necesitas algo?—Yo… ¿Estás ocupado? —aún no sabía que iba a decirle.—¿Es urgente?—No —se apresuró a responder —Dame un par de minutos y enseguida estoy contigo, de acuerdo.—Te espero en el jardín.—Enseguida estoy contigo.Liesel nunca