Liesel aprovechó que Derek había tenido que revisar algo sobre una situación en el perímetro para llamar a Jacob. Marcó el número y esperó a que su amigo respondiera.
Jacob atendió la llamada luego del segundo timbre, estaba que no se lo podía creer.
—¿Liesel, eres tú? —se notaba la ansiedad en su voz.
—Hola Jacob. —Y, por el contrario, ella se sentía algo tímida, no había hablado con él desde que se fue, con todas las prisas hacía casi un mes.
—Cariño que gusto saber de ti, he deseado tanto tener noticias tuyas, y escucharte es magnífico.
—A mí también me alegra escuchar tu voz y saber de ti.
—Te he extrañado como no tienes idea. —La melancolía de su voz fue algo que no pasó desapercibido para Liesel, que se iba sintiendo
Tenía remordimiento por engañar a Jacob, pero debía recordar que sus días estaban contados y no precisamente por los secuestradores, el problema en su corazón tenía corriendo el reloj marcha atrás desde su nacimiento. Debía tomar una decisión, hacer realidad su más grande anheló o respetar la palabra dada a Jacob. Se suponía que la decisión debía ser fácil, pero a Liesel le costaba engañar y sobre todo herir a las personas que apreciaba, de primera mano sabía lo que ese tipo de dolor podría causar.Después de pensarlo, llegó a una decisión, nadie viviría su vida ella y nadie moriría en su lugar, así que por más que le causará pesar por Jake, en esta ocasión iba a seguir a su corazón.Busco a Derek y lo encontró en el centro de video vigilancia.—¿Necesitas algo?—Yo… ¿Estás ocupado? —aún no sabía que iba a decirle.—¿Es urgente?—No —se apresuró a responder —Dame un par de minutos y enseguida estoy contigo, de acuerdo.—Te espero en el jardín.—Enseguida estoy contigo.Liesel nunca
La mirada de Derek reflejaba su preocupación por Liesel, tan importante era lo que ella quería decirle y no se atrevía, acaso le tenía miedo.—¿Estás bien? —preguntó tan pronto hizo la conexión —puedes decirme lo que sea Liesel no voy a molestarme.—Yo quiero… quiero… no puedo Derek, no puedo —Liesel se zafó de su abrazo y se alejó de él.—Oye, nada puede ser tan malo para no querer contarme, puedes confiar en mí.—Tengo miedo —respondió sincera.—No tienes por qué tenerlo, vamos cuéntame y verás cómo después de eso te sientes mejor.Liesel inhaló y exhaló un par de veces intentando calmarse. Estaba por dar un paso decisivo y que cambiaría su vida para siempre.—Yo… quiero intentarlo.—¿Qué? —no es que no la hubiera escuchado es que no se lo creía. Derek tardó dos segundos en reaccionar, pero cuando lo hizo, cruzó la distancia que los separaba y la todo en sus brazos, se demoró otros tantos segundos es mirarla a los ojos y acariciar su mejilla, le dedicó una de esas sonrisas que a Li
Derek sacudió la cabeza, no se dijo no la tomaría aún, quería que la tensión creciera un poco más, pero lo que si podía hacer era acariciarla, hacerla disfrutar con su boca, con sus manos que fuera un preámbulo para que Liesel supiera lo que le esperara cuando ellos hicieran el amor, cuando por fin su cuerpo penetrara la suavidad y la calidez de su carne.Derek tocó la carne humedecida antes de introducir un dedo en la oscuridad de su cuerpo, la escuchó gemir al sentir la intromisión. Ella estaba apretada «oh, dios» él se imaginó cómo sería cuando fuera su miembro el que se abriera paso por ese oscuro túnel y casi es él quien termina corriéndose. Sacudió la cabeza para alejar la imagen que se instaló en su cabeza y comenzó a mover dentro y fuera el dedo que estaba dentro de ella mientras seguía mord
Al escuchar su voz, su cuerpo se relajó, sabía que con Derek estaba segura, y solo entonces se dio cuenta hasta qué punto había llegado a confiar en él, y eso la asustó un poco.—¿Qué estás haciendo aquí?Derek ignoró su pregunta por qué estaba molesto con ella, por estar afuera de la casa, exponiéndose.—Creo que eres tú quien debe responder eso. —Derek se cruzó de brazos esperando la respuesta de ella, no estaba nada contento con que Liesel hubiera salido de la casa en medio del ataque.—No estabas, así que…—Decidiste desobedecerme, así de simple, todo lo que hacemos para mantenerte segura y tú qué haces, sales de la casa y te expones —la interrumpió, estaba realmente molesto.—Yo no…—Regresa a la casa Liesel.—¡N
Ahí estaba de nuevo, la sensualidad de su voz, el deseo de sus ojos. «Oh joder, estaba frita, cómo resistirse a todo esto», ella lo miro de arriba abajo, debía ser fuerte y no caer tan fácil en la tentación, su infierno personal aquí y ahora.—Vamos Liesel, discúlpame por favor, no fue mi intención, no creí ni una sola de las cosas que pude haber insinuado fui un estúpido, pero en mi defensa soy un neófito en esto de tener celos.—Bienvenido a mi mundo Steiger.—Como odio que me llames así, ya lo sabes.—La costumbre —le sonrió —ya lo sabes.Con cada palabra Derek se fue acercando un poco cada vez, hasta que por fin estaba frente a frente.—Lamento mucho todo lo sucedido, lo que dije, lo que no dije, pero, sobre todo, lamento mucho si te hice sufrir, nunca es ni será mi intenci&oacut
Liesel se sintió más descansada, después de dormir unas cuantas horas, se levantó de la cama, se metió a la ducha y se dio un baño rápido, la tripa le gruñía, se había pasado la hora del desayuno y casi la del almuerzo, se imaginó que Derek ordenó que no la molestaran y por eso había dormido hasta tarde.Se dirigió a la sala común porque ahí siempre había algo para comer, esta sala estaba cerca del área de vigilancia «Que estaría sucediendo». No tardó mucho en descubrirlo porque cuando pasó cerca del pasillo que dividía las dos áreas de la casa, escuchó mucho ruido proveniente de la sala de vigilancia, que es donde se suponía tenían a Jacob.Algo no iba bien, lo que escuchaba no sonaba para nada bien. Se dirigió hacia dónde provenía el ruido y abri&
Cuando a la mañana siguiente Liesel no despertó, Derek quiso llevarla de inmediato a la ciudad, ya había pasado demasiadas horas inconsciente para una persona a la que no le pasaba nada.—Esperemos un poco más, —indicó el doctor Müller —Liesel es fuerte pero el golpe fue bastante duro.Derek fue hasta la sala de vigilancia, no es que D'angelo fuera de su agrado, pero de estar en su situación quisiera estar informado, por una parte, hasta entendía al hombre.En cuanto lo vio aparecer Jacob se puso en pie. —¿Cómo está Liesel?—Aún no despierta, pero el doc. Dice que hasta cierto punto es normal.—Joder —Jacob regreso a la banca en la que había estado, —fui un estúpido.—No te lo voy a negar gato, pero ella tampoco debió meterse entre los dos, así que no te sientas tan
Liesel ya no terminó de escuchar los planes de Derek porque se quedó dormida. Pero le bastó con saber que era importante para Derek, no importaba el modo que fuera, así que dibujó una sonrisa en sus labios antes de perder la conciencia. La mañana llegó muy pronto, tener a Liesel en sus brazos, siempre le dejaba la misma agradable sensación de que el tiempo se le pasaba volando, y por más que quisiera quedarse en cama tenía deberes con los que debía cumplir por la seguridad de todos. Así que con todo el dolor de su corazón colocó a Liesel sobre las almohadas y se fue directo a la regadera, no sin antes darle un suave beso de buenos días, se imaginó esta misma escena repitiéndose por el resto de su vida, y se sintió feliz. Cuando Liesel despertó estaba sola, le agrado saber que seguía en la habitación de Derek, para su sorpresa el dolor de cabeza había desaparecido. Se dispuso a darse un baño y bajar a comer algo, además debía de hablar con Jacob, era necesario. Cuando bajó al comedor