Han pasado días desde que Amy volvió a su casa, intento como dije estar a su lado la mayor parte del tiempo, me encanta estarlo siento que cada día que pasa me estoy volviendo más dependiente de ella, lo hago no sin olvidar las obligaciones que tengo en mi empresa, soporto las miradas mordaces que Teodoro me da y agradezco que disimule frente a ella su molestia de tener que verme con su hija casi todos los días a todas horas. Por un momento creí que le diría todo , pero algo que tenemos en común es el amor que sentimos por Amy, ese que nos impulsa a protegerla.Con Linda he mantenido comunicación, como es de esperarse ha estado muy triste en estos días y a mi me parte el corazón escucharla así. La pérdida de su padre fue sorpresivo y totalmente cruel, aun las autoridades no dan con los culpables, a pesar de que en los alrededores habían cámaras de seguridad.La policía y su complicidad con los criminales, aquellos que arrebatan las vidas de personas inocentes y otras no tantas, aú
Decepción Eso reflejaba la mirada azulada de Amy, estaba excitada y deseosa. ¿Cuántos encuentros íntimos habían tenido? Mojó sus labios y trató de controlar su respiración, aún seguía sobre él regazo de Alexander, aún sus manos estaban sobre sus caderas; sentía la humedad en su entrepierna, sintió su cara arder y podía asegurar que estaba roja. ¡Pero ahora no por la excitación! —¿Por qué? —Habló tan bajo que casi salió como un susurro, sus ojos escocían, en cualquier momento las lágrimas resbalarían por sus mejillas. Alexander la abrazó, besó su hombro y la mantuvo así por un par de minutos, mientras su respiración se controlaba. —No podemos mi amor y lo sabes—Comenzó diciendo cerca de su oído—, no hasta que te recuperes, no estoy dispuesto a correr el riesgo de que vuelvas a estar al borde de la muerte. —Yo estoy bien, me siento bien—respondió con el rostro en su cuello—, te deseo tanto, te necesito… quiero ….que tus grandes manos recorran mi cuerpo, que tu labios bes
POVAMY XIOMARA Han pasado dos meses en los que he estado en recuperación, nada de estrés, ansiedad, levantar objetos pesados y todo lo que pueda ponerme en riesgo.Debo reconocer que estar rodeada de tanto amor me ha ayudado demasiado, Alexander con su compañía, sus besos y caricias me llena por completo, el tiempo que me ha dedicado para mi es muy valioso, su paciencia cuando de repente hago mis rabietas …. Después de aquel momento que tuvimos íntimamente y en el que ambos estuvimos a punto de entregarnos al deseo y a la pasión y el cual terminó frustrado por no poder continuar solo nos hemos limitado a besos y caricias, caricias y besos que te queman el cuerpo .Mi padre, Marlene y mi nana Amparo también han sido cruciales en mi recuperación, sus palabras de aliento y su apoyo incondicional aún más.Hace aproximadamente dos semanas atrás recibí una visita que no me esperaba, una visita que me dejó perpleja, más aún cuando me pidió que no le dijera nada a Alexander.Linda Cr
El agua de la regadera caía sobre la piel tersa de Amy, mientras sentía como su cuerpo era abrazado por la calidez del líquido sus labios se curvaron recordando todo lo que había hecho con Alexander durante la noche. Besos húmedos Sonidos obscenos Gruñidos de satisfacción Gemidos sexosos Su encuentro no terminó solo ahí, por el contrario, recuerda perfectamente como después de aquel intenso orgasmo que ambos habían experimentado, solo bastó recuperar el aliento para que Alexander con sus besos sexuales, prendiera de nuevo el deseo en su cuerpo, siempre atento preguntándole si se sentía bien. Colocándose detrás de ella levantó sus caderas y la poseyó una vez más, su rostro fue colocado sobre el mullido colchón y sus uñas largas y cuidadas enterradas en las sábanas, mientras sentía las estocadas deliciosas detrás de ella y sus nalgas acariciadas con lascivia. Terminó enterrando por completo su rostro en una almohada para que sus gritos no se escucharan por toda la casa, pu
POV ALEXANDER Tenerla entre mis brazos me hacía sentir completo, su frágil y delicado cuerpo permanecía abrazado al mío, sus labios rosas entreabiertos y su pecho bajando y subiendo de manera suave me daba a entender que ella estaba bien. La había hecho mía, había recorrido con mis labios su cuerpo y con mis manos acariciado su piel . Me había embriagado de sus gemidos eróticos y seducido con su aroma a sexo y jazmín. Sus curvas agraciadas han encajado tan perfecto en mis manos, sus labios, su mirada , sus gestos …. Su cuerpo, su amor y corazón son míos, solo míos y de nadie más.Saber que estaba con ese imbécil me hizo enfurecer, no perdí la cordura, pero ganas me sobraban para ir por ella a donde se encontraba con ese hombre, maldita la hora en que lo conoció y es que no soy tonto para darme cuenta de las intenciones que tiene con ella, y pobre de él que intente si quiera en seducirla porque me encargaré de que lo lamente el resto de su vida.Sin ganas de marcharme me levanto,
Miradas Los ojos son la ventana del alma, a través de ellos revelas y transmites diferentes emociones y actitudes que no puedes expresar con palabras.Alexander tenía la mirada fija en aquella mujer que a una cierta distancia miraba la escena con lágrimas en las mejillas y la decepción en los ojos, y es que describirlo con esa palabra era poco comparado con todo lo que ella estaba sintiendo. El pelinegro temió, pues sabia que la había perdido, la forma en que lo miraba le dio a entender que todo entre ellos se había acabado.La mujer se dio la vuelta y comenzó a caminar sin mirar atrás, mientras que sentía como su corazón latía con fuerza y se estrujaba a más no poder, no podía contenerse, las lágrimas no dejaban de salir y ella no las iba a detener.—¡Amy!Escuchó la voz de aquel hombre que le había jurado amor, el que decía adorarla y sin embargo la había traicionado vilmente, detuvo sus pasos.—¡Amy por favor déjame explicarte!—Alexander suplicó. Ella se giró y entonces lo mir
Alexander entró corriendo a el edificio, mientras llamaba en su teléfono a la policía, al entrar chocó con un hombre quien llevaba consigo una caja la cual cayó al suelo, el teléfono de Alexander salió volando a alguna dirección del piso. —Disculpe señor no lo vi—Se disculpó aquel hombre, Alexander maldijo pero siguió su camino. —Por favor encuentra mi teléfono y llama a la policía—Dijo el pelinegro mientras corría al ascensor, no esperó respuesta y entró, su corazón palpitaba con fuerza temía lo peor. Salió del ascensor y un silencio sepulcral lo recibió, ahora se daba cuenta que cuando entró al edificio no había persona alguna más que el hombre aquel con el que había chocado, no pudo localizar a sus hombres, todo era extremadamente extraño . Cuando dejó a Linda para ir detrás de Amy personas entraban y salían del lugar ,ahora todo estaba en silencio solo sus pasos acercándose a el departamento de Linda podían escucharse, al llegar notó que la puerta estaba entreabierta, observ
Ezequiel tomó su distancia con Linda, desde la última vez que la vio y le pidió que se marchara con su madre lejos donde no corriera ningún peligro no volvió a buscarla, estar cerca de ella lo doblegaba y lo hacía reflexionar sobre la vida que llevaba. Terminaba maldiciendo en sus adentros por no poder estar a su lado y amarla como se debía, Linda se merecía a alguien no tan podrido del alma como lo era él. El hombre que ahora tenia a su lado podría hacerla feliz … Él aunque la amaba a su manera… no, no podía porque estaba condenado por sus acciones a una vida miserable y no se refería a las carencias, tenía el suficiente dinero para darle una buena vida a cualquier mujer que estuviera a su lado, pero ese era el problema el no quería a cualquier mujer. —¿Ezequiel? —Samara ¿Qué pasa? Los nervios de Samara estaban a tope, no sabia como explicarle lo que había escuchado, pero tenía en claro que Ezequiel debía saberlo. —¿Dónde estas? —Viajando, ayer el jefe me mandó a cerciorarme pers