¡¡OMG!!
—Perdón, señorita, ¿la lastimé? —le preguntó Santoro, tratando de tocarla con la mano, pero Melissa retrocedió. ¿Es ella? —Pensó Vicent, recorriéndola con la mirada de una manera inquisitiva que molestó a Melissa. Vicent detuvo su mirada en la cicatriz del rostro de Melissa e instintivamente negó con la cabeza, lo que hizo sentir muy mal a Melissa, ya que se sintió despreciada por él. Ella estaba lista para abofetearlo, para gritarle sus verdades, pero estaba tan desconcertada. En la mirada de ese hombre había inquietud y curiosidad, sus ojos reflejaban un interés especial. Parecía que en realidad no la conocía, definitivamente que este maldito era un gran actor, así la engañó una vez y ahora pretende volver a hacerlo. Ella solo negó con la cabeza y se dispuso a seguir con su camino. Si él quería ignorarla para ella en este momento, era lo mejor. Ella no quería a ese hombre cerca de sus pequeños. Con el corazón roto se dispuso a marcharse, cuando de pronto una vocecita la hizo deten
Melissa, después de huir de Vicent, subió totalmente agitada hasta el piso de arriba y se dirigió hasta el consultorio del cirujano, pero antes decidió entrar al baño, para tratar de calmarse, tenía las pupilas dilatadas y los labios hinchados. Melissa se lavó la cara y se arregló un poco la ropa, mientras normalizaba su respiración. Algunos minutos después, Melissa salió del baño y al fin se dirigió hacia el consultorio del doctor. Aunque no podía negar que este encuentro con su marido la había desestabilizado. Ahora ella se sentía nerviosa. Por una parte, ella se alegraba de haber planeado algunas correcciones faciales que cambiara su apariencia física en un sesenta por ciento. Este será su seguro de paz, porque ella está segura de que después de la cirugía su marido no la reconocerá. Melissa entró al consultorio del doctor, ahí fue atendida y guiada hacia donde la prepararían para su cirugía y media hora después Melissa entró al quirófano, donde estaría por unas seis horas aproxi
Los días pasaron y Vicent Santoro, después de visitar la clínica unos días más, se dio por vencido. Definitivamente, esta mujer, era como un cometa que había pasado, para desestabilizar su vida. Él no había podido sacarla de su cabeza, desde ese día e incluso en algunas noches ha recreado en su cuerpo, todas esas sensaciones que experimentó en el momento del beso. Y aunque parezca increíble, el mafioso Vicent Santoro se ha excitado, solo con el recuerdo de un beso con una chica desconocida para él, pero muy conocida para todo su ser.Mientras tanto, Fabiano, se sentía frustrado. Tenía meses tratando de ubicar a su cuñada y no lo ha logrado. Pero cuando su hermano le describió con detalle a la mujer que conoció y que aparte le robó el sueño. Fabiano inmediatamente se dio cuenta de que su hermano, había tenido un encuentro con su mismísima esposa y todo parece indicar que el idiota no la reconoció, pero su cuerpo sí.Melissa por su parte, después de recuperarse totalmente de su cirugía,
Los hermanos Santoro, terminaron de trabajar y salieron juntos a tomarse unos tragos. Fabiano extrañaba salir con su hermano y no desaprovechaba ninguna oportunidad para hacerlo, sobre todo ahora que el viejo Santoro parece estar bajando la guardia con él e incluso estaba comenzando a tratarlo con cordialidad, pero Fabiano aún no estaba listo para aceptar ninguna demostración de afecto, ni de arrepentimiento de su parte.Él solo estaba cerca de ese viejo, por estar cerca de su sobrino y de su hermano, pero directamente con el viejo. Lo único que quería era meterle un balazo en la cabeza y hacerlo pagar por todo el sufrimiento que le ocasionó cuando era un niño. Pero Fabiano sabía que, mientras que su hermano estuviese amnésico, el maldito viejo era intocable.Pero esto, también había traído muchas cosas positivas, entre ellas el acercamiento de Vicent con su pequeño hijo y también haber tomado posesión de los territorios del viejo de una manera pacífica, porque Vicente Santoro había pu
Gyna descansó toda la noche, ella decidió relajarse para estar perfecta para el día del desfile preliminar. Ser una de las modelos principales era su objetivo más inmediato. Por eso, al día siguiente se levantó, desayunó con sus hijos y salió rumbo a la agencia de modelaje. Ahí las estaba esperando Piero para ultimar los detalles, antes de enfrentarse al riguroso jurado que estaba integrado con tres de los patriarcas más importantes de la mafia. El viejo Badul Benedetti, el gran Demetrio Tarasov y por último el viejo Vicente Santoro. Los tres magnates tenían más de sesenta años de edad y se confiaba en su buen gusto para elegir a las modelos más bellas y elegantes de este grupo de chicas.Piero estaba intranquilo, pues su nivel de posesividad hacia Gyna estaba al límite y esperaba que ninguno de esos ancianos podrían sus ojos en su muñeca y si así fuera, Gyna jamás se fijaría en alguno de ellos. Las modelos hicieron su último ensayo y salieron rumbo al lujoso hotel donde se llevaría
Todos estaban a la expectativa de la decisión de los jueces. Piero esperaba a la tarjeta con el nombre de las ganadoras, pero Vicent Santoro cambió las reglas del juego. Cada juez mencionaría el nombre de una modelo. Comenzó Benedetti. —En el tercer lugar, tenemos a Clarisse Marroquí.La modelo en cuestión salió entre las demás y se paró a un lado de Piero.Después se levantó Demetrio Jr. tomó su tarjeta y suspiró antes de mencionar el nombre de su modelo favorita.—En el segundo lugar, quedó Antonella Mirage.Todas comenzaron a aplaudir y el escenario se llenó de tensión y ansiedad. Las modelos restantes suplicaban ser nombradas a continuación.Vicent Santoro, se quedó sentado con su postura imponente y arrogante, hasta que observó a su modelo favorita llegar hasta el escenario.Algunos gritos de auxilio se escucharon en la entrada y todos los presentes voltearon su atención a ellos. Piero se sorprendió al ver a un hombre de casi dos metros de altura, sosteniendo a una mujer en su
Una fuerte carcajada se escuchó dentro del auto. Vicent Santoro reía mientras miraba de reojo a su mujer. Definitivamente, él no estaba dispuesto a dejar ir a su joven esposa. Él la amaba por sobre todas las cosas, por eso apenas la recordó, fue tras ella.Vicent movió cielo y tierra hasta dar con ella. Él había descubierto cada detalle de lo que ella había hecho en todo este tiempo y le agradeció a Dios que ella haya seguido siendo suya y que ningún otro hombre la haya tocado. Melissa, por otra parte, estaba furiosa con este idiota. Ella no quería estar a su lado. Ella necesitaba regresar con sus pequeños, pero hablarle a él de sus hijos no era una opción. Ella no quería que ellos fueran reconocidos como los hijos del mafioso. Pero conocía muy bien a este desgraciado y estaba seguro de que él ya sabía de sus pequeños.Vicent sonrió y le guiñó un ojo, mientras la miraba fijamente.—No creo, que sean palabras de amor las que mi esposa me está dedicando en este momento, pero no importa,
El corazón de Melissa se contrajo al ver a sus dos pequeños venir en brazos de los hombres de Vicent, más aún cuando la pequeña se arrojó en los brazos de su padre, como si lo conociera de toda la vida. Vicent se acercó a su pequeña y la cargó para después también cargar a su pequeño hijo. Melissa estaba paralizada. Ella no podía creer lo que estaban viendo sus ojos y un golpe de realidad la golpeó, todos sus planes de alejarse de ese hombre se habían esfumado. Su corazón volvió a oprimirse y a los pocos segundos ella reaccionó y corrió hacia sus pequeños. —Ma-ma, ma-ma. —balbuceaba la pequeña, mientras el niño le sonreía y se lanzaba hacia ella para que lo cargara. De pronto una voz masculina interrumpió el emotivo encuentro. —¿Y estos pequeños? —le preguntó el viejo Vicente, acercándose a ellos. Vicent le mostró una sonrisa llena de orgullo a su padre y le acercó a su princesa, antes de responderle. —Estos son tus nietos. Los últi