Nacieron los gemelos. ¡que emoción!
Tres meses después… Mientras tanto, Vicent Santoro dormía y de pronto se levantó exaltado. Él escuchó el llanto de un bebé en su habitación. Vicent se levantó y observó haca todos lados. Vicent sacudió su cabeza y se levantó descalzo, fue directo hacia el bar de su habitación y se sirvió un trago. Algunos segundos después, buscó su teléfono y sin importarle la hora le marcó a su hermano. —Necesito que vengas y traigas a mi hijo. Fabiano se encontraba aún medio dormido y solo pestañeó tratando de asimilar las palabras de su hermano. —Hola, hermano, ¿cómo estás? Hasta sin memoria eres un maldito desconsiderado. ¿Acaso no ves la hora? —Déjate de estupideces, tengo dos días sin dormir porque escucho a un niño llorar en mi habitación y creo que es mi conciencia. Desde que me enteré de que tengo un hijo, no he ido a verlo, ni me he interesado por él. —¿Un sueño? ¿Interrumpiste mi buen descanso por un maldito sueño? Ve a dormir mañana a primera hora, te llevaré a mi sobrino, aunque no
Fabiano llevó a su pequeño sobrino a Alemania y entró con él en brazos a la mansión. El viejo Vicente y Vicent estaban desayunando y los hombres le informaron a Vicente de los movimientos. El viejo Vicente se levantó de la mesa y camino hacia la entrada, El viejo no pudo evitar fijar su mirada en el pequeño que estaba siendo acomodado en la silla de ruedas. Fabiano se levantó y se puso en medio del pequeño y del viejo. Pero Vicent se le adelantó y levantó a su pequeño en brazos. —¿Cómo estás? Mi campeón —le dijo Vicent besando las mejillas de su pequeño hijo. El niño solo sonreía y se aferraba al cuello de su padre. —Estoy feliz de verte papi. —le dijo el pequeño lleno de regocijo al recibir por primera vez los mimos de su padre. El viejo Vicente se llenó de orgullo al ver en su nieto una mini copia de su hijo e incluso del mismo. Entonces también se acercó y acarició el cabello de su pequeño nieto. —A ver, a ver. Yo también quiero un abrazo de este campeón. —le dijo el viejo, d
—Perdón, señorita, ¿la lastimé? —le preguntó Santoro, tratando de tocarla con la mano, pero Melissa retrocedió. ¿Es ella? —Pensó Vicent, recorriéndola con la mirada de una manera inquisitiva que molestó a Melissa. Vicent detuvo su mirada en la cicatriz del rostro de Melissa e instintivamente negó con la cabeza, lo que hizo sentir muy mal a Melissa, ya que se sintió despreciada por él. Ella estaba lista para abofetearlo, para gritarle sus verdades, pero estaba tan desconcertada. En la mirada de ese hombre había inquietud y curiosidad, sus ojos reflejaban un interés especial. Parecía que en realidad no la conocía, definitivamente que este maldito era un gran actor, así la engañó una vez y ahora pretende volver a hacerlo. Ella solo negó con la cabeza y se dispuso a seguir con su camino. Si él quería ignorarla para ella en este momento, era lo mejor. Ella no quería a ese hombre cerca de sus pequeños. Con el corazón roto se dispuso a marcharse, cuando de pronto una vocecita la hizo deten
Melissa, después de huir de Vicent, subió totalmente agitada hasta el piso de arriba y se dirigió hasta el consultorio del cirujano, pero antes decidió entrar al baño, para tratar de calmarse, tenía las pupilas dilatadas y los labios hinchados. Melissa se lavó la cara y se arregló un poco la ropa, mientras normalizaba su respiración. Algunos minutos después, Melissa salió del baño y al fin se dirigió hacia el consultorio del doctor. Aunque no podía negar que este encuentro con su marido la había desestabilizado. Ahora ella se sentía nerviosa. Por una parte, ella se alegraba de haber planeado algunas correcciones faciales que cambiara su apariencia física en un sesenta por ciento. Este será su seguro de paz, porque ella está segura de que después de la cirugía su marido no la reconocerá. Melissa entró al consultorio del doctor, ahí fue atendida y guiada hacia donde la prepararían para su cirugía y media hora después Melissa entró al quirófano, donde estaría por unas seis horas aproxi
Los días pasaron y Vicent Santoro, después de visitar la clínica unos días más, se dio por vencido. Definitivamente, esta mujer, era como un cometa que había pasado, para desestabilizar su vida. Él no había podido sacarla de su cabeza, desde ese día e incluso en algunas noches ha recreado en su cuerpo, todas esas sensaciones que experimentó en el momento del beso. Y aunque parezca increíble, el mafioso Vicent Santoro se ha excitado, solo con el recuerdo de un beso con una chica desconocida para él, pero muy conocida para todo su ser.Mientras tanto, Fabiano, se sentía frustrado. Tenía meses tratando de ubicar a su cuñada y no lo ha logrado. Pero cuando su hermano le describió con detalle a la mujer que conoció y que aparte le robó el sueño. Fabiano inmediatamente se dio cuenta de que su hermano, había tenido un encuentro con su mismísima esposa y todo parece indicar que el idiota no la reconoció, pero su cuerpo sí.Melissa por su parte, después de recuperarse totalmente de su cirugía,
Los hermanos Santoro, terminaron de trabajar y salieron juntos a tomarse unos tragos. Fabiano extrañaba salir con su hermano y no desaprovechaba ninguna oportunidad para hacerlo, sobre todo ahora que el viejo Santoro parece estar bajando la guardia con él e incluso estaba comenzando a tratarlo con cordialidad, pero Fabiano aún no estaba listo para aceptar ninguna demostración de afecto, ni de arrepentimiento de su parte.Él solo estaba cerca de ese viejo, por estar cerca de su sobrino y de su hermano, pero directamente con el viejo. Lo único que quería era meterle un balazo en la cabeza y hacerlo pagar por todo el sufrimiento que le ocasionó cuando era un niño. Pero Fabiano sabía que, mientras que su hermano estuviese amnésico, el maldito viejo era intocable.Pero esto, también había traído muchas cosas positivas, entre ellas el acercamiento de Vicent con su pequeño hijo y también haber tomado posesión de los territorios del viejo de una manera pacífica, porque Vicente Santoro había pu
Gyna descansó toda la noche, ella decidió relajarse para estar perfecta para el día del desfile preliminar. Ser una de las modelos principales era su objetivo más inmediato. Por eso, al día siguiente se levantó, desayunó con sus hijos y salió rumbo a la agencia de modelaje. Ahí las estaba esperando Piero para ultimar los detalles, antes de enfrentarse al riguroso jurado que estaba integrado con tres de los patriarcas más importantes de la mafia. El viejo Badul Benedetti, el gran Demetrio Tarasov y por último el viejo Vicente Santoro. Los tres magnates tenían más de sesenta años de edad y se confiaba en su buen gusto para elegir a las modelos más bellas y elegantes de este grupo de chicas.Piero estaba intranquilo, pues su nivel de posesividad hacia Gyna estaba al límite y esperaba que ninguno de esos ancianos podrían sus ojos en su muñeca y si así fuera, Gyna jamás se fijaría en alguno de ellos. Las modelos hicieron su último ensayo y salieron rumbo al lujoso hotel donde se llevaría
Todos estaban a la expectativa de la decisión de los jueces. Piero esperaba a la tarjeta con el nombre de las ganadoras, pero Vicent Santoro cambió las reglas del juego. Cada juez mencionaría el nombre de una modelo. Comenzó Benedetti. —En el tercer lugar, tenemos a Clarisse Marroquí.La modelo en cuestión salió entre las demás y se paró a un lado de Piero.Después se levantó Demetrio Jr. tomó su tarjeta y suspiró antes de mencionar el nombre de su modelo favorita.—En el segundo lugar, quedó Antonella Mirage.Todas comenzaron a aplaudir y el escenario se llenó de tensión y ansiedad. Las modelos restantes suplicaban ser nombradas a continuación.Vicent Santoro, se quedó sentado con su postura imponente y arrogante, hasta que observó a su modelo favorita llegar hasta el escenario.Algunos gritos de auxilio se escucharon en la entrada y todos los presentes voltearon su atención a ellos. Piero se sorprendió al ver a un hombre de casi dos metros de altura, sosteniendo a una mujer en su