Al llegar a la oficina de Jean Carlo, Anabella se encontraba algo ansiosa, en unos cuantos minutos se enfrentaría a Constanzza Brassi; la secretaria de Jean Carlo ya se encontraba en el lugar, la mujer se sorprendió al ver a la señora Andollini en el lugar. Buenos días, jefe, señora Anabella —saludo la secretaría, a ella en verdad prefería a la señorita Constanzza, puesto que la mujer siempre le llevaba regalos o algo, en cambio la señora Anabella parecía verla de arriba para abajo como una empleada más. Anabella solo asintió había algo en la secretaria de Jean Carlo que no le agradaba, y cuando a ella alguien no le simpatizaba lo demostraba, así que se metió directamente a la oficina de su esposo y dejo que la mujer hablara con este. En media hora tendré una visita, hazla pasar de manera inmediata y no digas ni una palabra que mi esposa está aquí — el hombre hablo con señal de orden — la persona que estoy esperando es necesario que hable con ella — el hombre miro a su secretaria.
Constanzza tenía el rostro lleno de ira y furia, ¿Cómo podía Jean Carlo, tratarla de esa manera?, era un verdadero imbécil y esa mujer que se encontraba mirándola era de lo peor, los odiaba a ambos, no iba a permitir que la humillaran. ¿Quién diablos se creen? — yo soy una Brassi, no me tengo que atener a tus reglas, ni a las reglas de tu familia — Brassi parecía que se encontraba loca. Los Brassi son parte de nuestra familia, ustedes dependen de nosotros, los negocios de tus padres, son gracias a la fortuna de los Andollini,Constanzza — hablo el hombre —necesito que pienses muy bien. Brassi no escucho más y salió de la oficina, iba con el rostro lleno de lágrimas de rabia y dolor, parecía que todo le estaba saliendo mal en verdad necesitaba pensar muchas cosas y sentir otras tantas, nunca antes en su vida alguien la había humillado así. Fanucci se encontraba en el automóvil y no vio en qué momento su señorita salía del edificio, se percató de ella cuando está ya se encontraba cer
Ethan miro la respuesta de Anabella en el celular y el hombre sonrió, las cosas que se encontraba haciendo en la oficina del fiscal no le quitaban mucho tiempo, en verdad era muy poco lo que tenía que hacer y realmente le agradaba ese trabajo, pero ese trabajo no lo iba a sacar de pobre, mucho menos terminar de pagar el préstamo de su educación. Mensaje de Ethan Smith dirigido a Anabella Connor. Será mejor que no me dejes en visto, tenemos que hablar, así que más te vale que me contestes, sino quieres arrepentirte. El hombre mando el mensaje, pero en ese momento noto que algo aparecía en su celular, mensaje no entregado, esa maldita de Anabella, lo había bloqueado en el celular. El hombre miraba el celular, ahora tenía que encontrar el lugar donde vivía la mujer o mejor aún aparecerse en las empresas del esposo de ella, para así poder sacarle un poco de dinero o mejor dicho mucho dinero. Busco en su computador la dirección más cercana de una de las empresas de Andollini, y la an
Ethan termino de poner las fotos en la memoria, su futuro estaba en ese pequeño artefacto, unos tres millones de dólares se encontraba ah, todo saldría bien, eso lo tenía bien visualizado. Tengo que salir — dijo Ethan — tengo que hacer unos cuantos trabajos — Ethan tomo la mochila donde llevaba su laptop y guardo sus cosas —iré a unos encargos que me hizo el fiscal y después iré a mi hora de comida — el hombre se acomodó la mochila. Claro, que te vaya bien, come algo rico — el compañero de oficina lo dijo con tranquilidad mientras buscaba más cosas en un archivo que se encontraba en la oficina de los asistentes. Gracias, sé que me ira muy bien, lo del fiscal es algo sencillo, es investigar algo de propia mano — comento Ethan — y la comida será algo muy buena —miro su reloj — se me hace tarde, tengo que llegar a ese lugar, nos veremos más tarde —y salió del lugar. Salió del edificio donde se encontraba la oficina principal del fiscal de distrito, en una bolsa de su mochila llevaba
Anabella, miro que por la puerta entraba su esposo, al parecer este ya había terminado de hablar con Jones, llevaba el rostro serio, pero al parecer la decisión que había tomado era la correcta. ¿Qué sucedió? — pregunto Anabella a Jean Carlo quien le sonrió — ¿algún problema? Tuve que despedir a Jones — dijo él — la manera en que te trato, le pedí que te trajera unos bocadillos y no lo hizo, solo te trajo café y galletas, cuando en la junta que teníamos o en las juntas siempre servimos un brunch, ella sabe que hay que pedir de más, puesto que hay algunos que comen más, así que podía servirte alguno, ya que en la mesa sobraron algunos — el hombre le explico a su esposa, mientras miraba su celular. Se que actuó mal, pero no era para tanto, además, nosotros íbamos a ir a comer — le dijo Anabella — puedes tener una demanda por despido injustificado — ella se mostraba preocupada por lo que fuera a pasar con su esposo. No te preocupes, Annie — dijo el hombre — la señorita Jones, no sald
Al llegar al restaurante uno de los meseros los recibió amablemente, al parecer todo se encontraba tranquilo, el celular de ella se encontraba completamente en silencio, lo cual agradecida de antemano, al parecer Ethan ya se había rendido o eso creía ella o eso esperaba ella. Jean Carlo, tenía muchos pensamientos en su mente, ese hombre molestando a Anabella , ¿Qué sería lo que querría el hombre?, por todo lo que le decía Annie, había sido una relación de universitarios, pero al parecer ese hombre quería algo más de ella, tenía que investigar a ese hombre, y le tenía que preguntar a Anabella como se llamaba, sabía que era Ethan, pero Ethan que. Al terminar de comer, el chofer los llevo de regreso a las empresas Andollini, el automóvil de Jean Carlo se encontraba, el señor Andollini regresaría a su casa, mientras que ellos irían al cine a ver una película y después a tomar un café, en esos momentos ella le preguntaría a su esposa el nombre de ese tipo. Gracias, por la comida, hijos
Nunca, no te voy hacer llorar, nunca — prometió Andollini —te quiero,te quiero mucho. Anabella sonrió, en verdad se sentía protegida por aquel hombre, por Jean Carlo Andollini, hasta hacía unos meses, nunca llego a imaginar todo lo que comenzaba a vivir, recordaba que odiaba a Jean Carlo, más que odiarlo lo despreciaba. Pero ese hombre era alguien muy diferente, era cariñoso y super atento, no sabía en qué momento Jean Carlo había cambiado bastante, o es que esa fachada de hombre odioso era solo eso, o es que ese hombre el dulce y enamorado era su verdadero rostro. Llegaron al cine, pero los pensamientos de Anabella se encontraban en otro lado, sentía la mano de su esposo sobre la suya, a lo mismo que la mirada de él, recordaba todo, su primera vez con él, su boda, sus labios, todo. FLASHBACK Anabella no sabía que estaba haciendo, sentía una excitación y deseo, tenía que calmarlo, si bien tendría que hacerlo con él durante un año, mejor que adelantar una parte del contrato, fue d
No te preocupes, Annie — el hombre le sonrió — ya tendremos otra oportunidad, lo más importante es que ahora puedo ver tu hermosa mirada y tus lindos ojos. al llegar a casa, la mujer ya se encontraba menos dispersa, al parecer tomar el café y comer algo dulce le sentó de maravilla, al parecer todo se encontraba tranquilo, el señor Andollini padre ya se encontraba descansando en su habitación. Eso es algo bueno — comento Jean Carlo — ¿quieres cenar algo? — pregunto a su esposa —el hombre miro a su esposa — podría ser algo ligero, ¿una ensalada? —cuestiono él. No tengo mucha hambre, pero sé que, si me voy a la cama sin comer, después a media noche tendré hambre y bajare a comer algo muy pesando, creo que tengo ganas de una ensalada. Entraron en el comedor y había los platos colocados para la cena — hay que llamar al servicio — dijo ella — quiero una ensalada con queso de cabra y nueces, ¿tú con que la vas a querer? — pregunto ella, mientras tocaba una campana que se encontraba colo