Anabella, miro que por la puerta entraba su esposo, al parecer este ya había terminado de hablar con Jones, llevaba el rostro serio, pero al parecer la decisión que había tomado era la correcta. ¿Qué sucedió? — pregunto Anabella a Jean Carlo quien le sonrió — ¿algún problema? Tuve que despedir a Jones — dijo él — la manera en que te trato, le pedí que te trajera unos bocadillos y no lo hizo, solo te trajo café y galletas, cuando en la junta que teníamos o en las juntas siempre servimos un brunch, ella sabe que hay que pedir de más, puesto que hay algunos que comen más, así que podía servirte alguno, ya que en la mesa sobraron algunos — el hombre le explico a su esposa, mientras miraba su celular. Se que actuó mal, pero no era para tanto, además, nosotros íbamos a ir a comer — le dijo Anabella — puedes tener una demanda por despido injustificado — ella se mostraba preocupada por lo que fuera a pasar con su esposo. No te preocupes, Annie — dijo el hombre — la señorita Jones, no sald
Al llegar al restaurante uno de los meseros los recibió amablemente, al parecer todo se encontraba tranquilo, el celular de ella se encontraba completamente en silencio, lo cual agradecida de antemano, al parecer Ethan ya se había rendido o eso creía ella o eso esperaba ella. Jean Carlo, tenía muchos pensamientos en su mente, ese hombre molestando a Anabella , ¿Qué sería lo que querría el hombre?, por todo lo que le decía Annie, había sido una relación de universitarios, pero al parecer ese hombre quería algo más de ella, tenía que investigar a ese hombre, y le tenía que preguntar a Anabella como se llamaba, sabía que era Ethan, pero Ethan que. Al terminar de comer, el chofer los llevo de regreso a las empresas Andollini, el automóvil de Jean Carlo se encontraba, el señor Andollini regresaría a su casa, mientras que ellos irían al cine a ver una película y después a tomar un café, en esos momentos ella le preguntaría a su esposa el nombre de ese tipo. Gracias, por la comida, hijos
Nunca, no te voy hacer llorar, nunca — prometió Andollini —te quiero,te quiero mucho. Anabella sonrió, en verdad se sentía protegida por aquel hombre, por Jean Carlo Andollini, hasta hacía unos meses, nunca llego a imaginar todo lo que comenzaba a vivir, recordaba que odiaba a Jean Carlo, más que odiarlo lo despreciaba. Pero ese hombre era alguien muy diferente, era cariñoso y super atento, no sabía en qué momento Jean Carlo había cambiado bastante, o es que esa fachada de hombre odioso era solo eso, o es que ese hombre el dulce y enamorado era su verdadero rostro. Llegaron al cine, pero los pensamientos de Anabella se encontraban en otro lado, sentía la mano de su esposo sobre la suya, a lo mismo que la mirada de él, recordaba todo, su primera vez con él, su boda, sus labios, todo. FLASHBACK Anabella no sabía que estaba haciendo, sentía una excitación y deseo, tenía que calmarlo, si bien tendría que hacerlo con él durante un año, mejor que adelantar una parte del contrato, fue d
No te preocupes, Annie — el hombre le sonrió — ya tendremos otra oportunidad, lo más importante es que ahora puedo ver tu hermosa mirada y tus lindos ojos. al llegar a casa, la mujer ya se encontraba menos dispersa, al parecer tomar el café y comer algo dulce le sentó de maravilla, al parecer todo se encontraba tranquilo, el señor Andollini padre ya se encontraba descansando en su habitación. Eso es algo bueno — comento Jean Carlo — ¿quieres cenar algo? — pregunto a su esposa —el hombre miro a su esposa — podría ser algo ligero, ¿una ensalada? —cuestiono él. No tengo mucha hambre, pero sé que, si me voy a la cama sin comer, después a media noche tendré hambre y bajare a comer algo muy pesando, creo que tengo ganas de una ensalada. Entraron en el comedor y había los platos colocados para la cena — hay que llamar al servicio — dijo ella — quiero una ensalada con queso de cabra y nueces, ¿tú con que la vas a querer? — pregunto ella, mientras tocaba una campana que se encontraba colo
al día siguiente, Andollini, salió muy temprano de su casa, llevo a su padre al hospital y espero a que le hicieran muchos análisis y demás cosas, se encontraban esperando los resultados, su padre estaba en una habitación del hospital para la comodidad de este. Jean Carlo, se encontraba enviando algunos mensajes por el celular, era un investigador privado, él mismo que había dado con la doctora de Anabella,estaba hablando acerca de Ethan Smith, necesitaba encontrar a ese hombre y ponerle un alto acerca de las amenazas con respecto a su esposa. Mensaje de Jean Carlo Andollini dirigido al investigador privado. Necesito que busques a Ethan Smith, es abogado, graduado de la escuela de derecho de Harvard, te envió la fotografía de este sujeto, confió en tus habilidades y contactos para encontrar a este hombre, espero tus informes. Jean Carlo envió el mensaje junto a la fotografía, el hombre se encontraba pensativo mirando el celular, esperaba que el investigador diera pronto con Ethan
Ethan Smith se encontraba tranquilo, la dosis de mensajes diarios que le tenía que enviar a Anabella aun no comenzaban, estaba esperando un poco, necesitaba tomar un poco más de tiempo, la mujer había ignorado los últimos, incluso las llamadas que podía recibir estaban siendo desviadas. Ya sabía en donde podía encontrar a Jean Carlo Andollini, y eso era un plus, había intentado localizar a Constanzza, pero la mujer le había dicho que no quería hablar por el momento; al parecer Andollini la había humillado de alguna manera y esta se encontraba en estado de shock. Esa tarde iría a las empresas Andollini nuevamente y buscaría hablar con Jean Carlo Andollini, eso lo tenía que hacer, su hermana menor le había enviado dinero que necesitaba el dinero para la inscripción así que ese día lo haría. Jean Carlo dejo a su padre en casa y marcho con tranquilidad a su oficina, tenía algunas cosas que hacer en la tarde, para después ir a la cena en casa de la abuela de Annie. Los dos hombres lleg
Jean Carlo levanto la mirada y en la puerta de su oficina, se encontraba el hombre que estaba buscando. Pase señor Smith —hablo Andollini con amabilidad —tome asiento, es una gran casualidad que sea usted quien venga a buscarme o ¿no es casualidad? — el millonario miro al hombre que se encontraba frente a él. Smith entro en la oficina con paso seguro, tenía que mostrarse así, porque al parecer al ver de frente a Jean Carlo Andollini sabía que era un hombre con el cual no podía uno jugar, entonces tenía que mostrarse seguro y hablar sin rodeos. Buenas tardes, señor Andollini, veo que me conoce, pero no sé el motivo — Ethan hablo — gracias por recibirme, el asunto al que vengo el día de hoy es muy particular, y nos atañe a ambos, yo no quiero parecer inoportuno, pero al ver que conoce mi nombre y al parecer quien soy, entonces sabrá que lo que nos atañe o une tiene un nombre propio y es Anabella Connor — hablo Smith con tranquilidad. Si, claro que sé muy bien quien es usted señor S
Anabella ya se encontraba en la casa de su abuela, su padre igual ya se encontraba ahí, al parecer la mujer había preparado la comida favorita de Anabella,asado al vino tinto con pure de patata, espárragos y una sopa de cebolla, la mujer se encontraba algo preocupada, Jean Carlo rara vez la llamaba Anabella. En las afueras de la mansión se escuchó como un automóvil se estacionaba, Anabella se levantó, iba a recibir a su esposo, el hombre entro al lugar con la mirada muy seria, parecía furioso, que cuando Anabella se acercó para saludarlo el hombre se mostró de manera fría. Buenas tardes,Anabella — saludo el hombre y le dio un beso en la mejilla — ¿Qué sucede? — pregunto la mujer con aire confuso, Jean Carlo nunca se comportaba de esa manera — Hablaremos después de la cena, cuando estemos en casa,Anabella — hablo el hombre dejando en claro que no iba a hablar acerca del asunto. Está bien, ¿te encuentras bien? — cuestiono Anabella con confusión. Si, pero no hablare aquí, ahora vam