CONTRATO; INFIERNO TENTADOR

CAPÍTULO 89; Una maldición

—ESPECIAL SEÑOR BETANCOURT—

Me parece tan patético que la mayoría de la gente piense que por ser padres tenemos que darle todo a nuestros hijos, y la verdad son ellos los que nos tienen que dar todo a nosotros, y lo único que hacen es ser un maldito fastidio. Otras personas pensarían que solo digo tonterías, pero es la realidad, hay quienes no nacemos para ser padres y yo soy uno de eso. Harrison llegó a mi vida y destruyó todo, desde que nació fue una maldición para mí.

Desde que empezó a crecer se volvió mi pesadilla, mientras a mí me iba mal en mi trabajo a él le iba bien en todo lo que hacía, para ser sincero, no le tenía mucha fe, pero pasaron los años y él se volvió una persona importante. Todo el tiempo lo veía a través de las revistas, en las entrevistas que le hacían y a los eventos que iba, había cambiado, y eso me molestaba, su vida estaba mejor que la mía. Cuando se fue de la casa fui la persona más feliz, lo celebré