CONTRATO; INFIERNO TENTADOR
CAPÍTULO 2; Llegó el momento—CLAUDIA——¿No? ¿Te recuerdo lo que sucedió? —me agarra con mucha más fuerza del brazo—. Dime si quieres que te recuerde lo manipuladora que fuiste, y que fuiste capaz de quitarle la vida a un ser humano por tu estupidez. Le arruinaste la vida a una familia entera y de paso a nosotros, así que no vengas aquí a hacerte la hija modelo que puede ser un ejemplo a seguir porque no te queda.—Tú tampoco eres un ejemplo a seguir, papá, no eres la mejor persona del mundo, y te recuerdo que no tengo porqué hacer lo que me pidas —le quito la mano con brusquedad—. ¿Quieres una boda? Hazla y te casas tú con ese viejo, pero no pretendas vestirme de blanco y casarme a mí, el papel de hipócrita te lo dejo a ti. No soy una niña a la que puedes controlar.—No, no eres una niña porque sobre ti pesa la culpa de haber matado al chico que, según tú amabas.Su mirada y la mía son tan retadoras que ninguno de los dos da un paso atrás.—Basta, Silfredo, tampoco tienes que ser tan cruel con nuestra hija.—Estoy harto de tener tantas consideraciones con Claudia, mujer, ella nunca las tuvo cuando arruinó su vida y la de nosotros —le da un golpe a la pared que hace que mi madre dé un salto—. No pensó en nosotros por ser una estúpida calenturienta que se dejaba llenar la cabeza de ideas tontas por ese novio que tuvo y que ella mató.—No le faltes el respeto, sigue siendo nuestra hija.—Nuestra hija nos ha dado puras decepciones y vergüenzas.Se queda callado, se acerca a mí y hace que lo mire.—¿Te vas a casar? —inquiere en un tono firme, niego con mi cabeza—. Bien, entonces puedes agarrar tus cosas y te vas, pero no te vas sola, lo harás al lado de tu madre ya que está haciendo que cambie de parecer por ti cuando sabe que es lo mejor para todos. No necesito estorbos en mi vida, y ustedes lo son.—¿Qué? Sabes que no podré llevarme a mamá, no tendría cómo mantenerla, y tampoco sabe hacer nada. Eres una basura —apenas dejo salir las palabras noto su intención de golpearme, pero no lo hace—. Estás haciendo que no encuentre salida para que acepte lo que quieres.—Cambié de opinión, sí se van, pero solo con lo que tienen puesto —se sienta en la silla que está detrás de su escritorio y con una sonrisa cínica señala la puerta—. La cierran cuando salgan, quiero descansar.—Si realmente me quisieras no me estarías haciendo esto, papá —mascullo entre dientes, y lo digo—; Me casaré —Sus ojos se iluminan al escucharme hablar—. Pero antes debo conocer al señor Betancourt, y si no aceptas, no hay boda.—Imposible, no tiene tiempo.—Tú decides. Si no lo veo antes de la boda no me caso, sales perdiendo tú, porque en este trato que has hecho los únicos que ganan eres tú y ese tipo que quiere casarse conmigo sin conocerme —afirmo mis manos en su escritorio—. Que quede claro que me casaré, pero que también quede claro que no me dejaré controlar, ¿quiere tenerme de esposa a cambio de dinero? Entonces le tocará darse cuenta que ha sido su peor contrato; seré su pesadilla.Aprieta sus labios con enojo, debe estar tragándose cientos de insultos hacia mí, sabe que debe aceptar lo que digo porque necesita el dinero.—Está bien, veré qué puedo hacer.—El karma existe, papá, y el tuyo te va a destruir tanto que no verás una salida. Te lo aseguro.[….]—Esa cara grita que quiere sexo salvaje —mi prima Maya entra a mi habitación y me saluda dándome una nalgada—. ¿Por qué tu cara de seriedad?—Me casaré.—Ni siquiera tienes novio —se ríe, y al ver mi cara de seriedad se deja de reír—. ¿Es en serio que te casarás?—Mi papá hizo un trato con un señor para poder salvar sus empresas, él le da el dinero para que salga a flote con sus empresas y mi papá le da mi mano. Es un contrato; me siento vendida.—No tienes que casarte si no quieres, no tienes que dejar que mi tío controle tu vida, no eres un títere que manejan a su antojo. Porque incluso tu mamá con su silencio piensa que tienes que hacer todo lo que a ellos les plazca.—Ya dije que sí me casaré, no puedo cambiar de opinión. Mi padre es capaz de echar a la calle a mi mamá, no puedo permitirme verla mal —me quedo en silencio—. En el fondo siento que les debo muchas cosas.—No les debes nada, mi tío te ha metido en la cabeza que les debes todo y que tienes que hacer lo que te digan, y no es así. ¿Por qué haces todo lo que te piden?—No quiero hablar sobre ello.—Claudia, te aseguro que lo que viviste no fue tu culpa, así que deja de sentirte culpable porque eso es lo que hace que sientas que debes cumplir con los malditos caprichos de mi tío. Aprende a vivir tu vida sin ataduras.«Si supiera todo lo que pasé y pasaron mis papás por mi culpa me entendería mejor, porque por más que le haya contado siento que no entiende todo el dolor que yo causé».—No sigamos. ¿Salimos hoy?—No saldrás, hoy viene tu prometido porque mañana viaja a Madrid y regresa el día de la boda por asuntos de trabajo —nos interrumpe mi padre—. Arréglate, estás desastrosa.—¿De verdad piensas casar a mi prima con un completo desconocido? Actúas como su enemigo.—Maya, esto no es tu problema, y espero que no le metas ideas locas a Claudia, sé lo influenciadora que eres.—El ladrón juzga por su condición, tío. ¿Has escuchado ese dicho?—¿Y tú has escuchado que donde manda capitán no manda marinero? Mantén tu boca cerrada.Mi papá no dice nada más y sale de la habitación.—¿Me ayudas a arreglarme?—No debería, lo que harás no es lo correcto.Giro los ojos y saco mis maquillajes para que me ayude con eso, sí me sé maquillar. Maya es una de las primas con la que mejor me llevo, su único problema es que dice las cosas sin pensar que va a lastimar a los demás, ella piensa que la sinceridad hace parte fundamental de su vida y no la cambia por nada.Ahora sí… llegó el momento de conocerlo.CONTRATO; INFIERNO TENTADORCAPÍTULO 3: El chef —CLAUDIA—Resoplo y salgo de la habitación, debo estar en la sala para cuando venga el señor Betancourt, mis papás fueron tan astutos que me dejaron sola en la casa para cuando venga él podamos estar solos, ni siquiera pensaron en lo incómodo que iba a ser el momento.Pasa casi una hora y todavía no ha llegado, encima de que es un viejo aprovechado también se da el lujo de ser impuntual. Estoy por irme a la habitación y escucho el timbre sonar, me dirijo hasta ahí y al abrir la puerta me encuentro con un chico que luce un par de años mayor que yo, viene vestido con ropa clásica y a pesar de su expresión seria puedo ver que no está nada mal. No disimula su mirada y puedo sentir cómo recorre mi rostro y baja hasta mi cuerpo. Parece que su mirada traspasara la fina tela de mi vestido negro.—¿Qué necesitas? —hablo, logrando que me ponga atención—. Me imagino que eres el chef que dijeron mis padres que vendría, y, de hecho, vienes tarde.No
CONTRATO; INFIERNO TENTADOR.CAPÍTULO 4; Futura esposa.—CLAUDIA—Aparto la mirada de mi padre para mirarlo y tiene una sonrisa descarada, me escuchó hablar mal casi toda la noche del que yo creía que no había venido y resulta que es él. ¡Es un puto loco! Hubiera sido más fácil que me dijera que él no era el chef cuando lo confundí, pero él me siguió la corriente. Trato de disimular mi enojo.—¿Cómo la pasaron?—Divinamente, papá, el… señor Betancourt cocinó, aunque todo estaba medio feíto y crudo, pero aceptable —finjo una sonrisa—. ¿Puedo irme a mi habitación? Estoy cansada.—Claro que sí, despídete de Harrison.Aprieto mis labios para no renegar.—Nos vemos, cuídate.Estoy por irme y me toma del brazo.—Esa no son maneras de despedirte, en dos días vamos a vivir juntos —me pega a su cuerpo y le doy un pisotón con toda la intención—. ¿Sigues pensando en dejarme plantado para ver mi cara arrugada mientras te ríes? Qué cruel eres, Claudia —me susurra en medio del abrazo para que mi pa
CONTRATO; INFIERNO TENTADORCAPÍTULO 5; Condiciones—CLAUDIA—Saco de mi clóset el vestido que me pondré, es de color blanco y su cuello es redondo, es holgado y a medida que baja forma especie de unas capas en forma de campana que le dan un toque fino. Es hermoso, lástima que sea para una ocasión que no vale la pena. Saco las zapatillas que también son de color blanco y las dejo en la cama.Para este punto ya pasado una hora, ya me he dado una ducha y me he arreglado, los accesorios hacen que el vestido se vea más elegante y mi cabello recogido hacia atrás lo hace lucir mucho mejor, las ondas caen de manera ligera y el toque que le da a la vestimenta es sutil y al mismo tiempo hermoso. Me apliqué una cantidad mínima de maquillaje para no verme tan simple y que parezca que estoy feliz porque me voy a casar.Miro por el espejo y me doy cuenta de que no estoy sola, creí que no vendría hablar conmigo, se negó cuando lo llamé. Detallo su cuerpo dentro del traje blanco que está usando y de
CONTRATO; INFIERNO TENTADORCAPÍTULO 6; Primer beso—CLAUDIA—Le digo entre dientes, sin borrar la sonrisa para que nadie sospeche que le estoy haciendo el feo.—Es una lástima que me dé igual lo que me estás diciendo ahora.—He dicho que…Sus manos se deslizan por mi cuello logrando que mis palabras se pierdan en el aire. Aprieta ligeramente mi garganta con sus pulgares, siento la presión de sus labios contra los míos, con tal fuerza que logra que no quiera seguir diciendo nada. Sus manos bajan hasta mis hombros, acaricia mis brazos y se detienen en mi región lumbar. Puedo sentir ligeros escalofríos de nervios y una sensación confusa. Intenta pegarme más a su cuerpo que se siente bien contra el mío, y yo le muerdo el labio logrando que se separe.Estoy por empezar a quejarme por su beso y no me da tiempo porque se nos acercan a felicitarnos. La felicidad de mis papás se puede ver desde lejos, ojalá la que estuviera así de feliz fuera yo por aceptar esta mentira. Mi prima me abraza y
CONTRATO; INFIERNO TENTADOR CAPÍTULO 7; ¡Habla más duro!—HARRISON—Sabía que pretender estar con Claudia iba a ser fácil, su padre necesitaba el dinero para sus empresas y yo podía dárselo, así que aproveché la oportunidad en cuanto la tuve y todo salió como yo esperaba. Lo que no esperaba era que todo iba a ser tan complicado con ella, todo le molesta y, prácticamente, en las dos semanas que llevamos viviendo juntos no hemos hablado, a menos que sea para discutir. A veces siento que quiero explotar con todas sus actitudes, pero lo que tengo claro es que no la quiero dejar ir.Conocí a Claudia hace un par de años atrás cuando vivía en otra ciudad, me gustaba, pero nunca tuve la oportunidad de decírselo porque estaba enamorada de un chico que para mi pensar era insoportable. Todo el tiempo la veía desde lejos, me parecía una chica muy inteligente y agradable, pero un día desapareció y durante cuatro años no supe nada de ella, le preguntaba a los que eran sus amigos y ninguno tenía id
CONTRATO; INFIERNO TENTADOR CAPÍTULO 8; Acercamiento—HARRISON—Vuelvo a entrar a la habitación, Claudia está sentada en el sofá mientras ve una película, le apago el televisor ganándome su atención y pongo la bandeja de comida en la cama. —Ven, hay que comer —ignoro su mal genio y la agarro de la mano, aunque se suelta y se sienta en la cama—. Come.—¿No has envenenado la comida?La mira con desconfianza.—Tres gotas de veneno para librarme de ti no está mal. Es broma, no quiero ser viudo —repito lo que me dijo cuando creía que era el chef, pero en otras palabras y, por lo visto, lo entiende. Noto que aprieta sus labios para no reírse. Sin decir nada más comienza a comer, puedo notar su cara llena de placer al probar la comida. Cuando está callada es muy hermosa, y no digo que cuando está enojada no lo es, simplemente la chica sabe cómo sacar mis demonios.Los dos comemos en completo silencio, y la escucho hablar;—¿Por qué tus papás no asistieron a la boda?Levanto la mirada. Tie
CONTRATO; INFIERNO TENTADOR CAPÍTULO 9; ¿Celos?—CLAUDIA—Miro el reloj en mi mesita de noche, son las cinco de la mañana y Harrison no ha llegado, lleva horas en la calle, lo escuché cuando se fue y desde entonces no ha regresado, y lo sé porque fui a caminar con mi prima Maya y cuando regresamos no estaba por ningún lado, tampoco estaba el control del televisor en el sofá, cada vez que mira una serie o una película lo deja ahí. Es una mala costumbre que tiene.Escucho un auto y me asomo por la ventana, sí es Harrison, pero lo trae una chica por el brazo. ¿Quién será? La puerta se abre y la chica tiene que hacer fuerza para que Harrison no termine en el piso, está muy tomado. Alcohólico.—¿Podrías decirme dónde lo acuesto? Pesa muchísimo.Señalo mi habitación y no me muevo a ayudarla, si estaba con ella, pues que lo ayude, yo no soy su sirvienta. Espero que lo acueste y aparece, luce agitada, tiene los primeros botones de su blusa abiertos. «Es linda».—Please, no vayas a enojarte c
CONTRATO; INFIERNO TENTADORCAPÍTULO 10; Lágrimas.—CLAUDIA—«Respirar; eso debo hacer para no arrugarme de tanta rabia». Voy llegando a la habitación y suena el timbre. Es mi prima, no me avisó que venía.—¿Cómo está la prima más sexy y caliente del mundo entero? —me da un beso en la mejilla—. ¿Y tu hombre no está?—No te consta si soy caliente —sonrío llena de picardía. Caminamos hasta el jardín y nos sentamos cerca de la piscina. —¿Tu hombre no está? —vuelve a preguntar.—Harrison no es mi hombre. Y sí está, llegó a la cinco de la mañana muy borracho, lo trajo una chica que me pareció muy cansona. —¿No te pega ese olor? —empieza a oler. —¿Qué olor? No me llega nada.—Olor a celos.Suelta una risita y la empujo. —No estoy celosa, por Dios, únicamente te estoy contando que lo trajo una chica, eso es todo —me sirvo un vaso de limonada—. Eres la prima más pesada que tengo, y mira que eso es mucho. Y tendría que gustarme para estar celosa, y eso no pasará, estoy aquí porque me com