CONTRATO; INFIERNO TENTADOR
CAPÍTULO 1; Me casaré—CLAUDIA—Me asomo por la ventana y me doy cuenta de que mi padre viene llegando, lo veo caminar a la entrada y su rostro luce contraído, todo el tiempo está muy serio. Ignoro que ha llegado y me vuelvo a tirar a la cama, mi madre aparece después de unos minutos, también tiene la misma expresión de mi padre, le doy una sonrisa y ella sonríe con cierto pesar en su mirada.—Tu padre necesita hablar contigo.—¿Tiene que ser ahora? Quiero seguir durmiendo.—Sí, ve al estudio —me recorre con su mirada—. Ponte algo más decente, no tienes que estar en pijama todo el día.—Ya sé que a mi papá le molesta verme en pijama, pero no me cambiaré, mamá, estoy muy cómoda así.Salgo de la habitación antes de que pueda decir otra cosa, y no me molesto en ponerme chanclas, me gusta estar descalza cuando estoy en casa. Entro al estudio, mi padre tiene sus codos afirmados en su escritorio y su cara la cubre con sus manos. Está preocupado. Levanta la mirada para verme, me sorprende que ignore mi vestimenta, realmente me sorprende que no me critique.—Debemos hablar sobre tu futuro —me dice con seriedad.—¿Qué? No me digas que ya moriré, eso sería una maravilla —bromeo con todo el sarcasmo posible y su expresión se hace más dura. Mi madre a su lado solo gira los ojos con molestia—. Ay, cuánta delicadeza.Me cruzo de brazos, tomando una postura de seriedad.—¿Es grave lo que quieres hablar?—No sé si para ti, pero para tu madre y para mí es lo mejor, se trata de asegurar tu futuro y de paso el de nosotros —me le quedo viendo sin entender una sola palabra de lo que dice. Vuelve a hablar—. No podemos seguir manteniendo la vida que llevamos hasta ahora, las dos saben que mis empresas no están bien económicamente por las pérdidas de los últimos años, es por esa razón que he decidido aceptar la propuesta que me ha hecho el señor Betancourt.—No entiendo nada de lo que dices, la verdad —resoplo. Me molesta tanto drama—. ¿Qué tiene que ver mi futuro con un señor que no conozco? Explícate bien.—Tienes que casarte con el señor Betancourt, de esa manera nos dará el dinero que necesito para sacar a flote mis empresas, que inyecte capital es lo mejor que nos podría pasar a todos —me quedo tiesa al escuchar lo que ha dicho. Realmente está demente, no me quiero casar con un desconocido. Empiezo a negar con mi cabeza—. Es la única salida que tenemos, hija, solo será un año lo que va a durar su matrimonio, el señor Betancourt necesita una esposa y yo necesito su dinero, es un trato justo —habla de manera tan fluida que es evidente que quiere que acepte lo que me está diciendo para seguir con su vida de rico—. Tienes que aceptar ser su esposa, un año pasa rápido, hija, nada malo te pasará.—Olvídalo, papá, yo no soy un objeto por el cual haces cambios durante ciertos periodos de tiempo. ¿Cómo me pides que acepte casarme con alguien que no conozco? Es una locura lo que me pides, si quieres que alguien se case, pues hazlo tú, ¿no? Tú eres el que necesita el dichoso dinero, no yo —mi actitud retadora lo hace enojar y le da un golpe al escritorio que me asusta, pero sigo con mi postura firme e intimidante—. No me casaré, así que saca esa idea de tu chip calculador.—Es la única salida que tenemos, tienes que hacerlo o nos quedaremos en la calle —escucho hablar a mi mamá y me le quedo viendo, esperaba que estuviera de mi lado, pero claro, ella todo el tiempo quiere apoyar a su esposo—. Si le dará todo el dinero a tu padre que necesita es porque tiene más que nosotros, así que no te faltará nada y vas a vivir con todas las comodidades durante un año, luego regresas con nosotros y haces tu vida normal, como si él no hubiera existido.—Por favor, mamá, mi vida no es normal desde que…Mi padre mi interrumpe—Desde el accidente que causaste y donde murió…—Basta. No tienes que recordarme lo que pasó, todos los días lo haces.Los dos me quedan mirando. Estoy cansada de que me culpen de lo que sucedió, ya sé que tengo toda la responsabilidad encima, pero nadie tiene que juzgarme por mis putos actos del pasado, ya lo viví, lo sufrí y me refugié en el dolor, así que es suficiente de sacarme en cara lo estúpida que fui.—Y si los dos se quieren molestar pueden empezar por hacerlo, yo no me casaré con un tipo que no conozco. ¡Por Dios! ¿Qué hay del amor? Yo no estoy enamorada para tener que poner mi mejor sonrisa mientras digo que acepto casarme con un hombre que me quiere comprar.—No tienes que estar enamorada, hija, solo estarán juntos un año —mi madre se pone a mi lado—. Un año se va en un abrir y cerrar de ojos, y tú puedes seguir con tu vida, que puede ser mejor que la de ahora.—No me quiero casar, no estoy preparada para irme a vivir con alguien, mucho menos con un hombre que es un desconocido para mí —insisto—. No me pueden asegurar que no me hará daño si a él le place hacerlo al sentirse con derechos sobre mí por comprarme —me dejo caer de espaldas en el mueble—. Si ese viejo quiere una esposa antes de morir, pues que busque una en un prostíbulo, ahí seguramente la consigue más fácil que a mí.—Suficiente de tus tonterías —mi papá me agarra del brazo con fuerza—. Te casarás este viernes, y me da igual si quieres o no casarte. Lo harás porque merecemos ser recompensados por toda la vergüenza que nos causaste cuando por tu imprudencia mataste a tu novio, ¿o ya se te olvidó que por ser una irresponsable él perdió la vida?Siento que se me forma un nudo en la garganta al escuchar sus palabras, todo el tiempo me lo repite. Evito a toda costa mis lágrimas, no dejaré que me vea débil.—Yo no lo maté, fue un accidente.CONTRATO; INFIERNO TENTADOR CAPÍTULO 2; Llegó el momento—CLAUDIA— —¿No? ¿Te recuerdo lo que sucedió? —me agarra con mucha más fuerza del brazo—. Dime si quieres que te recuerde lo manipuladora que fuiste, y que fuiste capaz de quitarle la vida a un ser humano por tu estupidez. Le arruinaste la vida a una familia entera y de paso a nosotros, así que no vengas aquí a hacerte la hija modelo que puede ser un ejemplo a seguir porque no te queda.—Tú tampoco eres un ejemplo a seguir, papá, no eres la mejor persona del mundo, y te recuerdo que no tengo porqué hacer lo que me pidas —le quito la mano con brusquedad—. ¿Quieres una boda? Hazla y te casas tú con ese viejo, pero no pretendas vestirme de blanco y casarme a mí, el papel de hipócrita te lo dejo a ti. No soy una niña a la que puedes controlar.—No, no eres una niña porque sobre ti pesa la culpa de haber matado al chico que, según tú amabas.Su mirada y la mía son tan retadoras que ninguno de los dos da un paso atrás.—Basta, Silfre
CONTRATO; INFIERNO TENTADORCAPÍTULO 3: El chef —CLAUDIA—Resoplo y salgo de la habitación, debo estar en la sala para cuando venga el señor Betancourt, mis papás fueron tan astutos que me dejaron sola en la casa para cuando venga él podamos estar solos, ni siquiera pensaron en lo incómodo que iba a ser el momento.Pasa casi una hora y todavía no ha llegado, encima de que es un viejo aprovechado también se da el lujo de ser impuntual. Estoy por irme a la habitación y escucho el timbre sonar, me dirijo hasta ahí y al abrir la puerta me encuentro con un chico que luce un par de años mayor que yo, viene vestido con ropa clásica y a pesar de su expresión seria puedo ver que no está nada mal. No disimula su mirada y puedo sentir cómo recorre mi rostro y baja hasta mi cuerpo. Parece que su mirada traspasara la fina tela de mi vestido negro.—¿Qué necesitas? —hablo, logrando que me ponga atención—. Me imagino que eres el chef que dijeron mis padres que vendría, y, de hecho, vienes tarde.No
CONTRATO; INFIERNO TENTADOR.CAPÍTULO 4; Futura esposa.—CLAUDIA—Aparto la mirada de mi padre para mirarlo y tiene una sonrisa descarada, me escuchó hablar mal casi toda la noche del que yo creía que no había venido y resulta que es él. ¡Es un puto loco! Hubiera sido más fácil que me dijera que él no era el chef cuando lo confundí, pero él me siguió la corriente. Trato de disimular mi enojo.—¿Cómo la pasaron?—Divinamente, papá, el… señor Betancourt cocinó, aunque todo estaba medio feíto y crudo, pero aceptable —finjo una sonrisa—. ¿Puedo irme a mi habitación? Estoy cansada.—Claro que sí, despídete de Harrison.Aprieto mis labios para no renegar.—Nos vemos, cuídate.Estoy por irme y me toma del brazo.—Esa no son maneras de despedirte, en dos días vamos a vivir juntos —me pega a su cuerpo y le doy un pisotón con toda la intención—. ¿Sigues pensando en dejarme plantado para ver mi cara arrugada mientras te ríes? Qué cruel eres, Claudia —me susurra en medio del abrazo para que mi pa
CONTRATO; INFIERNO TENTADORCAPÍTULO 5; Condiciones—CLAUDIA—Saco de mi clóset el vestido que me pondré, es de color blanco y su cuello es redondo, es holgado y a medida que baja forma especie de unas capas en forma de campana que le dan un toque fino. Es hermoso, lástima que sea para una ocasión que no vale la pena. Saco las zapatillas que también son de color blanco y las dejo en la cama.Para este punto ya pasado una hora, ya me he dado una ducha y me he arreglado, los accesorios hacen que el vestido se vea más elegante y mi cabello recogido hacia atrás lo hace lucir mucho mejor, las ondas caen de manera ligera y el toque que le da a la vestimenta es sutil y al mismo tiempo hermoso. Me apliqué una cantidad mínima de maquillaje para no verme tan simple y que parezca que estoy feliz porque me voy a casar.Miro por el espejo y me doy cuenta de que no estoy sola, creí que no vendría hablar conmigo, se negó cuando lo llamé. Detallo su cuerpo dentro del traje blanco que está usando y de
CONTRATO; INFIERNO TENTADORCAPÍTULO 6; Primer beso—CLAUDIA—Le digo entre dientes, sin borrar la sonrisa para que nadie sospeche que le estoy haciendo el feo.—Es una lástima que me dé igual lo que me estás diciendo ahora.—He dicho que…Sus manos se deslizan por mi cuello logrando que mis palabras se pierdan en el aire. Aprieta ligeramente mi garganta con sus pulgares, siento la presión de sus labios contra los míos, con tal fuerza que logra que no quiera seguir diciendo nada. Sus manos bajan hasta mis hombros, acaricia mis brazos y se detienen en mi región lumbar. Puedo sentir ligeros escalofríos de nervios y una sensación confusa. Intenta pegarme más a su cuerpo que se siente bien contra el mío, y yo le muerdo el labio logrando que se separe.Estoy por empezar a quejarme por su beso y no me da tiempo porque se nos acercan a felicitarnos. La felicidad de mis papás se puede ver desde lejos, ojalá la que estuviera así de feliz fuera yo por aceptar esta mentira. Mi prima me abraza y
CONTRATO; INFIERNO TENTADOR CAPÍTULO 7; ¡Habla más duro!—HARRISON—Sabía que pretender estar con Claudia iba a ser fácil, su padre necesitaba el dinero para sus empresas y yo podía dárselo, así que aproveché la oportunidad en cuanto la tuve y todo salió como yo esperaba. Lo que no esperaba era que todo iba a ser tan complicado con ella, todo le molesta y, prácticamente, en las dos semanas que llevamos viviendo juntos no hemos hablado, a menos que sea para discutir. A veces siento que quiero explotar con todas sus actitudes, pero lo que tengo claro es que no la quiero dejar ir.Conocí a Claudia hace un par de años atrás cuando vivía en otra ciudad, me gustaba, pero nunca tuve la oportunidad de decírselo porque estaba enamorada de un chico que para mi pensar era insoportable. Todo el tiempo la veía desde lejos, me parecía una chica muy inteligente y agradable, pero un día desapareció y durante cuatro años no supe nada de ella, le preguntaba a los que eran sus amigos y ninguno tenía id
CONTRATO; INFIERNO TENTADOR CAPÍTULO 8; Acercamiento—HARRISON—Vuelvo a entrar a la habitación, Claudia está sentada en el sofá mientras ve una película, le apago el televisor ganándome su atención y pongo la bandeja de comida en la cama. —Ven, hay que comer —ignoro su mal genio y la agarro de la mano, aunque se suelta y se sienta en la cama—. Come.—¿No has envenenado la comida?La mira con desconfianza.—Tres gotas de veneno para librarme de ti no está mal. Es broma, no quiero ser viudo —repito lo que me dijo cuando creía que era el chef, pero en otras palabras y, por lo visto, lo entiende. Noto que aprieta sus labios para no reírse. Sin decir nada más comienza a comer, puedo notar su cara llena de placer al probar la comida. Cuando está callada es muy hermosa, y no digo que cuando está enojada no lo es, simplemente la chica sabe cómo sacar mis demonios.Los dos comemos en completo silencio, y la escucho hablar;—¿Por qué tus papás no asistieron a la boda?Levanto la mirada. Tie
CONTRATO; INFIERNO TENTADOR CAPÍTULO 9; ¿Celos?—CLAUDIA—Miro el reloj en mi mesita de noche, son las cinco de la mañana y Harrison no ha llegado, lleva horas en la calle, lo escuché cuando se fue y desde entonces no ha regresado, y lo sé porque fui a caminar con mi prima Maya y cuando regresamos no estaba por ningún lado, tampoco estaba el control del televisor en el sofá, cada vez que mira una serie o una película lo deja ahí. Es una mala costumbre que tiene.Escucho un auto y me asomo por la ventana, sí es Harrison, pero lo trae una chica por el brazo. ¿Quién será? La puerta se abre y la chica tiene que hacer fuerza para que Harrison no termine en el piso, está muy tomado. Alcohólico.—¿Podrías decirme dónde lo acuesto? Pesa muchísimo.Señalo mi habitación y no me muevo a ayudarla, si estaba con ella, pues que lo ayude, yo no soy su sirvienta. Espero que lo acueste y aparece, luce agitada, tiene los primeros botones de su blusa abiertos. «Es linda».—Please, no vayas a enojarte c