Me había quedado dormida en su pecho. Él acariciaba mi cabello; el frío que hacía me tenía temblando así que me despertó.—Helen mi cielo, estás temblando,—Me susurró en el oído.Yo no quería que aquel mágico momento acabase nunca. El olor de su pecho me embriagaba, yo me abrazaba a él queriendo jamás romper aquella conexión tan hermosa que nos unía.Me levanté de sus piernas para asearme. La marca de que ya no era virgen estaba adherida a nuestros cuerpos, por eso fui al baño a ducharme.Le di un beso en los labios antes de caminar hasta el baño.El baño era espectacular. Una tina hecha de rocas en forma redonda me esperaba. Me sumergí en ella y talle mi cuerpo con delicadeza, cerrando los ojos recordando cada uno de sus besos, cada una de sus miradas, cada toque y cada penetraciones tan deliciosamente mágica.El agua se tornó roja, así, que, me levanté y abrí el escusado para que todo aquello se esfumara. Busqué entre una caja un shampoo y lave mi cabello.Después que estuve lista,
Narra Dylan.Había pensado en prepararle a Helen la mejor primera noche de su vida, pero apenas llegamos a Dublín la sentía tensa, como queriendo decirme algo. Y aunque no estaba seguro si ella quería ir más allá conmigo, su piel, su mirada, e incluso su respiración me lo indicaba, me lo gritaba.Aquella noche fue mágica, estaba incontrolable por tenerla. Su cuerpo era insaciable y yo disfrutaba tomarla y hacerla mía hasta cansarme.Me sentí afortunado por ser el primer hombre en su vida, aunque me dio mucho dolor verla llorar, pero poco después con mi caricias calme el dolor que le había causado.A la mañana siguiente me levanté temprano. Tenía planes para llevarla a conocer la ciudad, así que la deje dormida después de darle un beso y acariciar su cabello. Se veía cansada.—Miguel ayúdame, ven a mi habitación. —lo llame por el intercomunicador que conectaba la casona de la casa de huéspedes que estaba pegada a la mía, y dónde se quedaba el asistente que había contratado.Sabía que H
Ver a Dylan de aquella manera me devastó por completo, y más aún ver la manera como me había tratado. Sus ojos rojos apunto de llorar, su mirada fría sin esperanzas y sus venas marcadas por la rabia, me dolía y me dolía mucho.Cuando llegue a la casona, me acosté en el sillón a llorar, preguntándome donde estaba y cómo se sentía en aquel momento, comencé a llorar preguntándome el porqué le resultaba tan difícil entender que lo amaba así, sin necesidad de que caminara, yo lo aceptaba así y se lo había demostrado.Encendí mi móvil, que desde que llegué a Dublín no lo había encendido, porque quería tener paz y no recordar a mi padre y la decisión qué tenía que tomar sobre Alejandro, que claro esta ya la había tomado, aunque tenía que aclarar toda esta situación con el, esperaba que entendiera, que me había enamorado del hombre que me había comprado, aunque sonara absurdo era cierto, y no pensaba separarme de su lado.Miles de mensajes comenzaron a llegarme, Alejandro en ellos me decía qu
Cuando llegamos a la mansión lo primero que hizo Dylan fue irse a la empresa, sabía que estaba mal, y que quería llenarse de trabajo para no pensar tanto en lo que había pasado, por mi parte yo subí a mi habitación para cambiarme, para después salir corriendo a casa de mi madre a llevarle los regalos que había traído, y también ver cómo estaba.Le indiqué a Margarita y a María que subieran las maletas a mi habitación, a ellas también les había traído un regalo.—¿Cómo le fue en el viaje señora?—preguntó María quien era muy conversadora.—¿Qué pasa niña? respeta porque debes de estar preguntando la vida privada de la señora Helen —la regaño Margarita a lo que está hizo un puchero..—Déjala quieta Margarita —mire a Margarita que estaba con el ceño fruncido—.Me ha ido de maravilla, Dylan y yo estamos enamorados —dije con entusiasmo.—¡Bendito sea a Dios! Yo sabía hija que lo amabas era cuestión de tiempo para que te dieras cuenta de eso —dijo Margarita notoriamente contenta, quitándose c
Abrí los ojos, tratando de percatarme dónde me encontraba, parpadeo varias veces para ver la habitación dónde estaba, y pues estaba en mi antigua casa. Habían pasado ya varias semanas que vivía de nuevo con mi madre, y todas las mañanas al despertar sentía esa sensación de que no estabas dónde quería estar, o simplemente no estaba con el.Cada día de mi vida, esperaba con paciencia la hora de que él fuera a mi encuentro, para decirme que lo que había visto era una confusión, y que el me amaba solo a mi, pero por más que pasaba los días, y que buscaba en mi móvil un mensaje o una llamada, el simplemente no me buscaba, así que poco a poco fui perdiendo las esperanza.Me levanto con pesadez. Los últimos días había estado muy cansada, como si corriera un maratón, además de que mi apetito aumentaba cada día más.Entro al baño para asearme, para luego salir a la cocina. Mi madre había montado un pequeño negocio en la casa, con la liquidación de Arturo había comenzado a vender desayunos, jugo
Después de terminar mi día laboral, salgo corriendo a mi casa. Todos los días realizo la misma operación, y aunque estoy agotada, lo hago con felicidad, porque la razón de mis sacrificios tiene la sonrisa más hermosa del mundo, y es mi gran amor, Dylan junior.Han pasado ya cinco años, cinco desde el día que Dylan y yo nos separamos, y todo este tiempo he sacado sola a mi hijo adelante, siendo la mujer más feliz y a la vez la más desdichada del mundo, porque no he logrado olvidarlo ni un solo momento de mi vida, y la razón es que está metido en lo más profundo de mi corazón.Con esa frase toco el collar que él me regaló, deseando algún día cumplir mi promesa y quitarlo de mi cuello, pero como mi corazón aun lo ama, sigue siendo la cruz de mis más grandes deseos, volver a verlo.Por muchos tiempo mantuve las esperanzas de volver a estar con él, de que me buscara para hablar y que aún pudiéramos estar juntos, pero todo se derrumbó cuando recibí la solicitud de que mi matrimonio estaba c
Narra Dylan.El día que regresé del viaje de Irlanda, estaba desecho, no podía soportar que mis esperanzas de caminar se hubieran ido a la misma mierda, y tampoco podía ver a Helen a los ojos, me sentía un perdedor, así que me fui a la empresa a llenarme de trabajo. Tenía un montón de cosas atrasadas, aunque tenía un Gerente, había cosas que solo podía resolver yo, y firmar yo.Cuando entré en el edificio, lo primero que hice fue ponerme en contacto con el gerente, me reuní con él en una de las oficinas.—Señor Dylan, tengo una noticia que darle que no creo que le agrade mucho —lo mire curioso.—¿De qué se trata Cesar?, ya me tienes en ascuas —le pregunté realmente preocupado por su semblante.—Estuve revisando los estados de cuenta de la empresa y hay un desfalco de diez millones de dólares —si estuviera de pie en ese momento me hubiera caído por la impresión. Era una suma de dinero muy alta.—¿Y sabes quién ha sido la persona que ha tomado esa cantidad sin mi autorización? —respondí
Han pasado cuatro largos años sin Helen, cuatro años dónde día a día he intentado olvidarla, pero para mí maldita suerte no lo he logrado, se metió en lo más profundo de mi ser, haciendo que la recuerde cada día.Sabía que se había graduado de enfermera, y que estaba trabajando para una agencia reconocida. Todo esto me lo había dicho un investigador privado que había contratado, además de que tenía un hijo. Me dolió en el alma saber que había hecho su vida, pero ¿con quién? Siempre me preguntaba lo mismo, había mandado a investigar a su noviecito, y el muy imbécil se había ido a un pueblo en Texas, así, que, las dudas comenzaron a llegar a mi cabeza. ¿Por qué si se amaban tanto no se fue con el? ¿Por qué se separaron? No entendía una mierda, y tampoco quise forzarme en entenderlo.También supe que trabaja horas extras en una lonchería con su madre ¿Y todo el dinero que me robó? ¿Qué hizo con él? No tenía necesidad de matarse tanto, podía vivir tranquila todo el tiempo que ella quisier