Había hablado con mi jefa para que me cambiará de paciente, pero al parecer me tocaba la mayor parte de los días en casa de mi ex esposo, así que,no tenía remedio, debía continuar viendo a Dylan todos los días de mi vida, o perdería mi trabajó, y definitivamente no podía hacer eso, mi pequeño Dylan iba a prácticas de fútbol los fines de semana, y tenía que pagar esa mensualidad, además de su colegio, que aunque era un colegio público, pedían mucho dinero para las reparaciones del mismo.Me acosté cansada, después de dejar a mi hermoso ángel en su habitación. Toqué mi collar, que siempre cubría con mi camisa de enfermera, y cerré los ojos imaginando a Dylan. Tenerlo tan cerca de nuevo causaba en mi tantos sentimientos, que no sabía cómo describirlo.¿Y Amanda? ¿Y Marina dónde están ellas?—me pregunté al recordarlas. Habían sido tan hipócritas que estaba segura que estaban juntas, pero la curiosidad de saber si ella aún seguía con Dylan me carcomía, así que decidí que el día siguiente l
Narra Dylan.No me pude contener y bese a Helen, la bese con el más profundo de los deseos, sentir su labios calientes juntos a los míos despertó todos mis sentidos; tome sus caderas tan fuertes como si mi vida dependiera de ellas. Definitivamente la amaba, y todo lo que sentía por ella no había desaparecido, estaba más vivo que nunca, intentando salir y explorar el sentimiento del amor. Cuando solté sus labios y la mira directo a los ojos, esos ojos dulces y tiernos que causaba en mi estragos, pude visualizar el collar de perla de diamante que era de mi madre, aún lo llevaba y recuerdo lo que le dije ese día que se lo entregue;—Si tú corazón aun me ama, no te lo quites Helen —tenía grabada esa frase en mi memoria, y por eso me sorprendió mucho, al punto de sentir que una corriente eléctrica se posara en mi vientre, y subía hasta mi garganta provocando una inmensas ganas de llorar.—¿Aún lo llevas Helen? eso…¿eso quiere decir que aún me amas?—le pregunté tartamudeando con un nudo en
Narra Helen.Después que salí de la mansión fui hablar de nuevo con Abi, mi jefa, necesitaba que me cambiará de paciente, no podía más soportar ver a Dylan, no, sencillamente no podía. Eso me estaba matando, pero como era de esperarse me dijo que debía seguir con el paciente y yo resignada salí al colegio a buscar a mi hijo, claro después de decirle a mi madre que no se preocupara, que yo iba a buscarlo.Tome de nuevo un bus, mientras tarareo una música que escuchaba en el bus tocaba mi collar, recordando como una película todo lo que había pasado entre nosotros aquel día. Por inercia lleve mis manos a mis labios, sintiendo que aún estaba impregnado sus dulces besos ¿Cómo harás ahora Helen? ¿Cómo harás para de nuevo verlo a la cara? ¡Dios mío! ¿Por qué me haces eso? Parece que mi madre tenía razón y me puso de nuevo en el mismo camino de Dylan tan solo para arreglar las cosas o aclarar las dudas.Baje del auto cuando anunciaron la parada y caminé unas cuadras hasta llegar al colegio h
Narra Dylan.Hoy salí a verme con el ingeniero, necesitaba finiquitar el presupuesto para reparar el colegio, lo había citado en un bar restaurante muy lujoso, donde solía frecuentar.Llegué al lugar antes que él. No me gustaba la impuntualidad así que, unos minutos antes estaba ahí.Mientras esperaba ordene una copa de whisky y un bocadillo.Me dispuse a mirar todo a mi alrededor cuando en una de las mesas ví una mujer que me hizo estremecer. Llevaba un diminuto vestido azul rey, con unos altos tacones de plata, su cabello estaba suelto y caía más debajo de su cintura, sin duda era hermosísima. Lastima que estuviera acompañada.El ingeniero llegó y nos dispusimos a charlar de negocios, aunque, yo no dejaba de ver a la joven pareja que hablaban plácidamente y de vez en cuando reían. No podía dejar de verla, porque sus facciones me parecían conocidas, además de que la pobre chica no dejaba de beber y parecía ya un poco mareada.El ingeniero se marchó y yo quise quedarme un rato más par
Narra Helen.Una mano me abraza fuerte por vientre provocando que me despierte enseguida. Ando tratando de persuadir el lugar donde me encuentro, enseguida saltó asombrada, ¡rayos!. Grito mientras llevo las manos a mi boca para no despertarlo. Un Dylan dormido está a mi lado, solo lleva un bóxer, además yo estoy completamente desnuda, lo que significa que tuve sexo con el,¡ por dios! Pensé que todo había sido un sueño, un maravilloso sueño.Me levantó cautelosamente. De verdad no creo que haya tenido sexo con el después de lo que pasó, después del todo el daño que me ha hecho. ¿Que hiciste Helen?—me digo mentalmente.Trato de recordar todo, pero solo recuerdo que salí del bar porque el estúpido de Saúl trato malísimo a Dylan y a mí me dolió tanto que salí a defenderlo. Que tonta —me digo mientras llevo las manos a la cabeza por el dolor.Tomo mi ropa que está esparcida por el piso y caminó con ella al baño. Me baño rápidamente, los jugos de mi vagina están derramados por todo mi cuerpo
Narra Dylan.Llamé a Camilo por teléfono, porque el dolor en mi pierna es insoportable. La fuerza que hice la noche anterior me ha dejado una lesión muy dolorosa, y casi no puedo moverme, así que lo llamó para que venga a buscarme.—Camilo, ven a mi departamento por favor, necesito que vengas y traigas la silla de ruedas —le digo por teléfono.Con un poco de dificultad me baño y me visto rápidamente, recordando la noche anterior con Helen. Pareciera que tengo grabado sus besos, sus caricias, su piel en la mía; realmente la amo.A los pocos minutos llega Camilo, le indico que me ayude a subir en la silla, y que también vayamos por unos analgésicos.Después de pasar por la farmacia, me decido a ir a la casa de Helen, puesto que se fue así como así, y no pienso que todo quede así, está vez no, necesito que hablemos, y si, es lo que haré.Me bajo del auto con mi bastón, ya no puedo seguir ocultando que camino, para que, no hay ninguna razón de hacerlo, ella me vio la noche anterior.Llegó
Narra Helen.Margarita me llevó a un cuarto, mientras las brujas de Amanda y Marina se iban a su habitación. Sentía miedo de estar ahí, pero sabía que debía controlarme, parecía una loca y los nervios me tenían desorbitada.Un gran peso se cayó de mis hombros cuando le dije a Dylan que era el padre de mi hijo, fue como si mil kilos de cemento se fueran de mi costado, aunque la mirada y el odio que desprendía de sus ojos me dolió mucho. Pero, es que yo vine ese puto día a decirle y Marina me dijo que el era féliz con Amanda, y yo… yo solo lo deje que fuera feliz.Llegamos a una habitación. Estoy temblando, no se porque tengo fiebre , presiento que es por el choque emocional que he tenido.—Señora Helen, tome un baño, ya verá que el niño va a mejorar, tome un baño mientras le preparo una sopa caliente y le busco algo de ropa —dice Margarita dulcemente.Asiento con la cabeza sin responder, deseando terminar rápido para ver a mi hijo. Estoy tan angustiada, malos pensamientos llegan a mi m
Narra Dylan.Mi corazón late a mil por hora. Es que saber que hay una persona que vino de mi, es el más grato sentimiento que puedo tener, y saber que está ahí, en esa cama a punto de morir, es el dolor más inmenso que puedo sentir. No entiendo porque el destino se ha empeñado en hacerme sufrir, he perdido tanto, solo espero que Dios se apiade de mi alma, y yo pueda lograr ser feliz, solo deseo que ese pequeño viva.Con las manos temblorosas me acerco a él, para tomar su mano; están frías, supongo que por el clima frío de la habitación. Observó su delicado rostro, lleva una manta en la cabeza, tapando supongo la herida que se hizo. Los aparatos conectados a él suenan en un sinfín de ritmos que me duelen en el alma. Es tan pequeño, que de solo saber que está pasando por todo esto me causa escalofrío. No entiendo la vida, hay personas que son tan malas y retorcidas andando por el mundo de lo más tranquilas, y otras tan inocentes y dulces como este pequeño que sufren tanto.Comienzo a ll