Narra Helen.Después que salí de la mansión fui hablar de nuevo con Abi, mi jefa, necesitaba que me cambiará de paciente, no podía más soportar ver a Dylan, no, sencillamente no podía. Eso me estaba matando, pero como era de esperarse me dijo que debía seguir con el paciente y yo resignada salí al colegio a buscar a mi hijo, claro después de decirle a mi madre que no se preocupara, que yo iba a buscarlo.Tome de nuevo un bus, mientras tarareo una música que escuchaba en el bus tocaba mi collar, recordando como una película todo lo que había pasado entre nosotros aquel día. Por inercia lleve mis manos a mis labios, sintiendo que aún estaba impregnado sus dulces besos ¿Cómo harás ahora Helen? ¿Cómo harás para de nuevo verlo a la cara? ¡Dios mío! ¿Por qué me haces eso? Parece que mi madre tenía razón y me puso de nuevo en el mismo camino de Dylan tan solo para arreglar las cosas o aclarar las dudas.Baje del auto cuando anunciaron la parada y caminé unas cuadras hasta llegar al colegio h
Narra Dylan.Hoy salí a verme con el ingeniero, necesitaba finiquitar el presupuesto para reparar el colegio, lo había citado en un bar restaurante muy lujoso, donde solía frecuentar.Llegué al lugar antes que él. No me gustaba la impuntualidad así que, unos minutos antes estaba ahí.Mientras esperaba ordene una copa de whisky y un bocadillo.Me dispuse a mirar todo a mi alrededor cuando en una de las mesas ví una mujer que me hizo estremecer. Llevaba un diminuto vestido azul rey, con unos altos tacones de plata, su cabello estaba suelto y caía más debajo de su cintura, sin duda era hermosísima. Lastima que estuviera acompañada.El ingeniero llegó y nos dispusimos a charlar de negocios, aunque, yo no dejaba de ver a la joven pareja que hablaban plácidamente y de vez en cuando reían. No podía dejar de verla, porque sus facciones me parecían conocidas, además de que la pobre chica no dejaba de beber y parecía ya un poco mareada.El ingeniero se marchó y yo quise quedarme un rato más par
Narra Helen.Una mano me abraza fuerte por vientre provocando que me despierte enseguida. Ando tratando de persuadir el lugar donde me encuentro, enseguida saltó asombrada, ¡rayos!. Grito mientras llevo las manos a mi boca para no despertarlo. Un Dylan dormido está a mi lado, solo lleva un bóxer, además yo estoy completamente desnuda, lo que significa que tuve sexo con el,¡ por dios! Pensé que todo había sido un sueño, un maravilloso sueño.Me levantó cautelosamente. De verdad no creo que haya tenido sexo con el después de lo que pasó, después del todo el daño que me ha hecho. ¿Que hiciste Helen?—me digo mentalmente.Trato de recordar todo, pero solo recuerdo que salí del bar porque el estúpido de Saúl trato malísimo a Dylan y a mí me dolió tanto que salí a defenderlo. Que tonta —me digo mientras llevo las manos a la cabeza por el dolor.Tomo mi ropa que está esparcida por el piso y caminó con ella al baño. Me baño rápidamente, los jugos de mi vagina están derramados por todo mi cuerpo
Narra Dylan.Llamé a Camilo por teléfono, porque el dolor en mi pierna es insoportable. La fuerza que hice la noche anterior me ha dejado una lesión muy dolorosa, y casi no puedo moverme, así que lo llamó para que venga a buscarme.—Camilo, ven a mi departamento por favor, necesito que vengas y traigas la silla de ruedas —le digo por teléfono.Con un poco de dificultad me baño y me visto rápidamente, recordando la noche anterior con Helen. Pareciera que tengo grabado sus besos, sus caricias, su piel en la mía; realmente la amo.A los pocos minutos llega Camilo, le indico que me ayude a subir en la silla, y que también vayamos por unos analgésicos.Después de pasar por la farmacia, me decido a ir a la casa de Helen, puesto que se fue así como así, y no pienso que todo quede así, está vez no, necesito que hablemos, y si, es lo que haré.Me bajo del auto con mi bastón, ya no puedo seguir ocultando que camino, para que, no hay ninguna razón de hacerlo, ella me vio la noche anterior.Llegó
Narra Helen.Margarita me llevó a un cuarto, mientras las brujas de Amanda y Marina se iban a su habitación. Sentía miedo de estar ahí, pero sabía que debía controlarme, parecía una loca y los nervios me tenían desorbitada.Un gran peso se cayó de mis hombros cuando le dije a Dylan que era el padre de mi hijo, fue como si mil kilos de cemento se fueran de mi costado, aunque la mirada y el odio que desprendía de sus ojos me dolió mucho. Pero, es que yo vine ese puto día a decirle y Marina me dijo que el era féliz con Amanda, y yo… yo solo lo deje que fuera feliz.Llegamos a una habitación. Estoy temblando, no se porque tengo fiebre , presiento que es por el choque emocional que he tenido.—Señora Helen, tome un baño, ya verá que el niño va a mejorar, tome un baño mientras le preparo una sopa caliente y le busco algo de ropa —dice Margarita dulcemente.Asiento con la cabeza sin responder, deseando terminar rápido para ver a mi hijo. Estoy tan angustiada, malos pensamientos llegan a mi m
Narra Dylan.Mi corazón late a mil por hora. Es que saber que hay una persona que vino de mi, es el más grato sentimiento que puedo tener, y saber que está ahí, en esa cama a punto de morir, es el dolor más inmenso que puedo sentir. No entiendo porque el destino se ha empeñado en hacerme sufrir, he perdido tanto, solo espero que Dios se apiade de mi alma, y yo pueda lograr ser feliz, solo deseo que ese pequeño viva.Con las manos temblorosas me acerco a él, para tomar su mano; están frías, supongo que por el clima frío de la habitación. Observó su delicado rostro, lleva una manta en la cabeza, tapando supongo la herida que se hizo. Los aparatos conectados a él suenan en un sinfín de ritmos que me duelen en el alma. Es tan pequeño, que de solo saber que está pasando por todo esto me causa escalofrío. No entiendo la vida, hay personas que son tan malas y retorcidas andando por el mundo de lo más tranquilas, y otras tan inocentes y dulces como este pequeño que sufren tanto.Comienzo a ll
Narra Helen.Aunque intenté pedirle perdón a Dylan, no quiso hacerlo, y en cierto modo lo entiendo, no debe ser fácil para él saber que tiene un hijo de cinco años, y no haberlo visto crecer. ¡Pero joder! yo intenté decirle, y su horrorosa hermana no me lo permitió, y aunque debí seguir insistiendo me ganó el orgullo, y ahora no se que hacer, amo a Dylan, y saber que nunca estuvo con Amanda, me a despertado las ganas de luchar por él, aunque, no se si en algún momento me perdone, no, no él tiene que hacerlo, yo lo que más deseo es que estemos felices y tranquilos los tres juntos como la familia que somos, y no se que haré pero lograre hacerlo—río para mis adentró, porque si antes él me obligó a casarme con él, ahora soy yo la que quisiera obligarlo.Me recuesto del sillón, no sin antes verlo por el rabillo del ojo. Está ahí a mi lado, esperando ver a su hijo al día siguiente, y eso me llena de alegría. ¡dios!, es tan hermoso, no solo por fuera , sino que de igual manera por dentro. No
Narra Dylan.Me siento tan bien, a pesar de la traición de mi hermana, todo está tomando rumbo en esta historia, mi hijo está bien, y yo deseo dedicarme a él al cien por ciento. No deseó jamás separarme de él, jamás.Salgo de la clínica. Necesito desenmascarar a Marina, además quiero hablar con Gonzalo, contarle que el hijo de Helen es mi hijo, pero no solo para eso, necesito que lleve mi apellido, y que se entere el mundo entero que Dylan Mayora tiene un heredero.Al llegar a la mansión, veo a Margarita llorando, y María con ella consolándola.—¿Qué pasa Margarita?¿ por qué tienes el labio roto?—le pregunto preocupado.—La señora Marina —la miró desorbitado.—¿Qué pasa con Marina? ¿dónde está ella?.—Se fue señor , ella y la señora Amanda huyeron, trate de detenerlas, pero Marina me golpeó, se llevaron el dinero de su caja fuerte, y todas las joyas —subo casi que corriendo a mi habitación, para buscar detrás del cuadro, y efectivamente, ahí guardaba las joyas de Alicia, joyas costosa