C78- HABÍA HECHO LO CORRECTO.Willow sentía el latido acelerado de su corazón, un ritmo agitado que no podía controlar. Y Ryland se acercó con una sonrisa suave, no parecía notar la tormenta interna que la azotaba.—¿Qué pasa? —dijo, con una ligera diversión en sus palabras—. ¿Por qué esa cara? ¿Estás nerviosa por la ceremonia?Willow tragó con dificultad y se dio valor.—No —murmuró—. No es eso.Ryland la observó un momento, su mirada fija, escrutadora. Y entonces, con una sonrisa aún más amplia, dio un paso más hacia ella y tomó sus manos, suavemente, como si fuera un gesto de consuelo.—Entonces, ¿qué es?El corazón de Willow latía a toda velocidad, casi ensordeciéndola. A su lado, su loba quería acurrucarse con él, disfrutar del toque, la cercanía. Pero sabía que no podía ocultarlo por mucho más tiempo. En su tercer mes, sería evidente. El olor... El aroma de su hijo, el que no pertenecía a Ryland.Tenía que decírselo, ahora.Apartó sus manos de las de él y dio un paso atrás; el a
C79 - LA MARCA DEL ALFA.Esa noche, el cielo se oscureció de repente, como si un manto pesado se hubiera desplegado sobre la Manada Luna Roja. Los primeros truenos retumbaron a lo lejos, anunciando una tormenta que ya se sentía en el aire.Odette se quedó de pie frente a la puerta, las palabras de Leonard aún resonando en su mente. Era la salida fácil, lo sabía. Aceptar su oferta, huir con él y dejar todo atrás.Pero no podía. No iba a dejarse llevar por la comodidad. No era esa la mujer que quería ser.Así que había tomado su propia decisión.Hablaría con Zayden.Pondría fin al acuerdo, al menos por su parte. Luego, iría con su prima Seraphina, se quedaría en su manada, y con el tiempo, olvidaría todo.Lo olvidaría a él.Sin embargo, apenas abrió la puerta, un estremecimiento recorrió su cuerpo, porque cierto alfa de cabello oscuro y ojos azules la estaba esperando.Creyó que era una señal del destino y que mejor era hablar cuanto antes.—Qué bueno que estás aquí —dijo, forzando una
C80- TAL VEZ NUNCA VUELVA.Un silencio espeso cayó entre los dos. Y en ese vacío, el miedo se abrió paso en el pecho de Odette como una cuchilla oxidada, cortando más hondo con cada latido.«¿Por qué no siento nada…?»El pensamiento le golpeó como un trueno, mientras una mano temblorosa se alzaba hasta su cuello, rozando la marca ardiente.«¿Acaso…? ¿No puedo responder… porque ya estoy marcada?»La imagen de Ragnar apareció como un espectro indeseado. Su rechazo, su traición… aún la perseguían.«Pero él me rechazó. Me dejó. No… No puedo seguir encadenada a él.»Un sollozo seco le subió por la garganta. Y el aire se volvió espeso. Zayden no dijo nada al principio, pero su mirada lo gritaba todo. Su piel estaba tensa, los ojos brillando con una furia silente… y un dolor que no sabía esconder. Porque él sí lo había sentido. Como fuego. Como destino. Como verdad.Odette era su compañera.Pero él… no era el suyo.Odette retrocedió un paso, los dedos presionando la piel marcada.Dolía. Ardí
C81- BATALLAS.Odette permaneció inmóvil por un momento, procesando las palabras de Willow, que flotaban en el aire como algo irreal.«¿Embarazada?»No podía creerlo.Pero cuando Willow, con los ojos llenos de lágrimas, dio un paso hacia ella, Odette reaccionó automáticamente. Abrió los brazos, y en un instante, su amiga se desmoronó contra su pecho, hundiendo su cara entre sus hombros. La abrazó con fuerza, aunque aún en shock.—Lo siento... —susurró Odette, acariciando suavemente su espalda.El dolor en su pecho se hacía más grande, porque entendía lo que significaba este tipo de sufrimiento. No solo por lo que significaba estar atrapada en una situación sin salida, sino también por el peso de lo que podría venir.Willow la apretó más fuerte, casi como si temiera que alguien pudiera arrancarla de nuevo.—Odette... —la voz de Willow era apenas un hilo—. Lo que pasa es... que Noah y yo... tuvimos... tuvimos algo. En el viaje, una poción... y... y terminó pasando. Nos acostamos, pero..
C82- ¡ELÍGEME!Él se acercó más, su mirada fija en la de ella, como si pudiera arrancarle esa decisión, esa respuesta que ya temía.—Te lo pido una vez más —dijo, temblando, pero con una determinación feroz—. Elígeme. Olvídalo todo y quédate conmigo. No importa lo que la diosa diga, no importa lo que la manada quiera... solo tú y yo.Willow jadeó, el dolor surgiendo en su pecho, clavándose tan hondo que casi la ahogaba.«No puedes... pensó. No puedo. No es justo.»Ella sabía lo que su corazón gritaba, pero también sabía lo que era correcto. Noah no merecía perderlo todo.Su mano tembló al alcanzar su rostro. La acarició con suavidad y lo besó con ternura y cuando se apartó, el dolor en su pecho se convirtió en algo aún más profundo.—No —dijo con voz quebrada—. No puedo, Noah. Debes unirte a Nina. Y... y es lo mejor. Para los dos.Él sintió cómo algo dentro de él se quebraba.¿Lo mejor?Esa palabra la odiaba. No era lo mejor. El calor de la rabia subiendo por su pecho como una llama p
C1- NACIÓ MUERTO.—¡Ya viene, Luna, ya viene! —dijo la sanadora—. El cachorro ya pronto estará en tus brazos. ¡Puja, puja con todas tus fuerzas!Odette obedeció. Su cuerpo, tembloroso y empapado en sudor, jadeaba mientras otra ola de dolor la atravesaba. Apretó los dientes, sus manos se aferraron con fuerza a las sábanas empapadas y dejó que su cuerpo se desgarrara desde dentro. De repente, llegó el alivio. Y con él, un vacío abrumador.—Ya está —anunció la sanadora. Pero su tono no era de triunfo, sino de tristeza.Odette levantó la mirada, con los labios temblorosos.—No escucho llanto. No escucho nada. ¿Cómo está? —preguntó, apenas sosteniendo sus palabras—. ¿Por qué no llora? ¡¿Por qué no lo escucho?!La sanadora no respondió al instante. Miró al pequeño cuerpo inerte en sus brazos y luego a ella. Sus ojos lo dijeron todo antes de que hablara.—Fue un niño, Luna... pero... nació muerto.Odette parpadeó, como si no pudiera procesar las palabras.—No... —susurró, su voz quebrándose—
C2- VÍNCULO ROTO.A la mañana siguiente, Odette se levantó de la cama con movimientos lentos; su cuerpo aún estaba débil y adolorido. Kilye, su doncella, la miraba con preocupación.—Mi señora... es muy pronto para levantarse. Está muy débil —dijo la joven loba.Pero Odette negó, ignorando el ardor que aún sentía en su vientre.—No, Kilye. Tengo que verlo. Necesito solucionar esto con Ragnar.La chica suspiró, resignada. Sabía que no había forma de detenerla. Todo el mundo conocía el amor que Odette le tenía a Ragnar, un amor que había nacido desde que eran cachorros. Su unión había sido bendecida por la Diosa cuando sus lobos despertaron, y ese día había sido el más feliz de su vida.Pero esa felicidad se había desmoronado con el tiempo, con cada embarazo fallido, con cada pérdida. Y ahora, su relación pendía de un hilo, pero Odette no estaba dispuesta a dejar que se rompiera.Estaba segura de que lo que Ragnar había dicho la noche anterior era producto del dolor y la ira.Tenía que
C3 - ELLA ME OBLIGÓ.1 MES DESPUÉS…Durante los días siguientes, el vínculo de Odette con Ragnar comenzó a desintegrarse. La atracción que alguna vez sintió por él se desvanecía poco a poco, y con ella, su fuerza. Pero tanto ella como Lía estaban en peligro. La falta de energía la debilitaba cada vez más.Afortunadamente, Kylie, su criada personal, no permitía que se derrumbara por completo. Todos los días le llevaba jugos y comida exótica, y cuando Odette se negaba a comer, la obligaba, como en ese momento.—Mi señora… tiene que comer. Está muy débil —insistió la joven, colocando un plato frente a ella.Odette suspiró y tomó el cubierto con lentitud. Kylie sonrió, satisfecha.—No puede darle el gusto de verla destruida. Esa Briella no es nada comparada con usted, mi señora.Odette entendió a qué se refería.Porque, aunque ya no era la compañera de Ragnar, seguía siendo la hija de Alistair Silvermoon, uno de los antiguos alfas de los siete reinos.—Gracias, Kylie —dijo, tomando la man