C118- VERDAD CADA VEZ MÁS CERCA.Zayden estaba parado allí, con el cabello alborotado y el pecho subiendo y bajando como si acabara de correr una maratón. El relicario colgaba apretado en su puño, brillando bajo la luz temblorosa del pasillo.Noah le lanzó una mirada asesina mientras abrazaba a Willow contra su pecho.—¿Tienes idea de lo cerca que estuve de tocar el paraíso? —espetó—. ¿Vienes a interrumpir o a mirar? ¡Porque si es lo segundo, te cobro entrada!Zayden soltó una exhalación dura, ignorando la escena desastrosa frente a él.—Necesito hablar —gruñó, de una forma que hizo que Noah dejara de bromear al instante—. Y es ahora.Willow se cubrió mejor con las sábanas, y su sonrisa se desvaneció al ver la gravedad en los ojos de su primo.—Zay, ¿qué pasa?Él le dio una mirada rápida.—Vístanse. Los espero en la sala.Noah resopló, resignado. Cuando lo vio irse, le dio un beso rápido a Willow en la frente y se incorporó con un gruñido.—Esto va a costarte caro —siseó mientras iba
C119- NOAH TE AMA.Willow se agachó entre los matorrales y sus dedos ágiles arrancaron raíces frescas del suelo húmedo. Una sonrisa tranquila jugaba en sus labios. La mañana era clara, el sol apenas asomaba entre las copas de los árboles, y todo en su interior se sentía en paz. Después de tantas tormentas, de tantas dudas, había logrado arreglar las cosas con Noah.El simple recuerdo de sus cuerpos fundiéndose, de sus manos recorriéndola horas atrás, le calentaba el pecho.Sacudió un poco de tierra de una raíz gruesa y la echó en la cesta que llevaba colgada del brazo. Estaba tan absorta en su tarea que tardó un par de segundos en sentirlo.Una presencia.Fría.Tensa.Willow se giró en seco y vio a Ariella. De pie, unos metros más allá, sin la altanería de siempre, sin esa media sonrisa dulce que solía ocultar sus verdaderas intenciones.Su rostro ahora era serio. Y su mirada estaba cargada de algo que Willow descifró como resignación.Sin embargo, el aire entre ambas se volvió denso
C1- NACIÓ MUERTO.—¡Ya viene, Luna, ya viene! —dijo la sanadora—. El cachorro ya pronto estará en tus brazos. ¡Puja, puja con todas tus fuerzas!Odette obedeció. Su cuerpo, tembloroso y empapado en sudor, jadeaba mientras otra ola de dolor la atravesaba. Apretó los dientes, sus manos se aferraron con fuerza a las sábanas empapadas y dejó que su cuerpo se desgarrara desde dentro. De repente, llegó el alivio. Y con él, un vacío abrumador.—Ya está —anunció la sanadora. Pero su tono no era de triunfo, sino de tristeza.Odette levantó la mirada, con los labios temblorosos.—No escucho llanto. No escucho nada. ¿Cómo está? —preguntó, apenas sosteniendo sus palabras—. ¿Por qué no llora? ¡¿Por qué no lo escucho?!La sanadora no respondió al instante. Miró al pequeño cuerpo inerte en sus brazos y luego a ella. Sus ojos lo dijeron todo antes de que hablara.—Fue un niño, Luna... pero... nació muerto.Odette parpadeó, como si no pudiera procesar las palabras.—No... —susurró, su voz quebrándose—
C2- VÍNCULO ROTO.A la mañana siguiente, Odette se levantó de la cama con movimientos lentos; su cuerpo aún estaba débil y adolorido. Kilye, su doncella, la miraba con preocupación.—Mi señora... es muy pronto para levantarse. Está muy débil —dijo la joven loba.Pero Odette negó, ignorando el ardor que aún sentía en su vientre.—No, Kilye. Tengo que verlo. Necesito solucionar esto con Ragnar.La chica suspiró, resignada. Sabía que no había forma de detenerla. Todo el mundo conocía el amor que Odette le tenía a Ragnar, un amor que había nacido desde que eran cachorros. Su unión había sido bendecida por la Diosa cuando sus lobos despertaron, y ese día había sido el más feliz de su vida.Pero esa felicidad se había desmoronado con el tiempo, con cada embarazo fallido, con cada pérdida. Y ahora, su relación pendía de un hilo, pero Odette no estaba dispuesta a dejar que se rompiera.Estaba segura de que lo que Ragnar había dicho la noche anterior era producto del dolor y la ira.Tenía que
C3 - ELLA ME OBLIGÓ.1 MES DESPUÉS…Durante los días siguientes, el vínculo de Odette con Ragnar comenzó a desintegrarse. La atracción que alguna vez sintió por él se desvanecía poco a poco, y con ella, su fuerza. Pero tanto ella como Lía estaban en peligro. La falta de energía la debilitaba cada vez más.Afortunadamente, Kylie, su criada personal, no permitía que se derrumbara por completo. Todos los días le llevaba jugos y comida exótica, y cuando Odette se negaba a comer, la obligaba, como en ese momento.—Mi señora… tiene que comer. Está muy débil —insistió la joven, colocando un plato frente a ella.Odette suspiró y tomó el cubierto con lentitud. Kylie sonrió, satisfecha.—No puede darle el gusto de verla destruida. Esa Briella no es nada comparada con usted, mi señora.Odette entendió a qué se refería.Porque, aunque ya no era la compañera de Ragnar, seguía siendo la hija de Alistair Silvermoon, uno de los antiguos alfas de los siete reinos.—Gracias, Kylie —dijo, tomando la man
C4-RECUPERARLO TODO.«¿Bebé?»El pecho de Odette se contrajo. —¿Cómo pudiste, Odette? —gruñó Ragnar, su mano rodeando su garganta, su agarre era despiadado —. ¡¿Cómo te atreves a intentar matar a mi hijo?! ¡¿Tan resentida estás que serías capaz de hacer algo tan bajo?!Ella agarró su muñeca, luchando por respirar.—¡Ragnar! —exclamó con dificultad—. ¡Suéltame!Pero, en lugar de soltarla, la arrojó al suelo, ella cayó sobre sus manos y rodillas. Y cuando levantó la vista, se encontró con la mirada fría y acusadora de su excompañero.—Mantente lejos de ella —la amenazó—. Es mi última advertencia. Briella está embarazada de mi heredero. Y si tengo que sacarte del medio para que él viva, ten la seguridad de que lo haré, Odette. ¡No me pongas a prueba!La ira y el dolor perforaron su pecho, pero no dijo nada. Solo lo observó girarse hacia Briella y levantarla en sus brazos, como si fuera su tesoro más preciado, mientras la llevaba de regreso al castillo.Horas más tarde, se abrazaba a sí
C5-ALFA ZAYDEN.Zayden entró al gran salón imponente de un verdadero alfa. Su cabello negro caía desordenado y sus ojos de un azul profundo se movieron con astucia sobre la multitud. Alto, musculoso y con la energía dominante de un lobo nato, su sola presencia silenció la habitación.Odette lo miró y sintió una atracción inmediata, un magnetismo innegable. No era solo su apariencia, era su poder, la seguridad con la que se movía. Por otra parte, Briella también lo observaba con interés. Sus labios se entreabrieron sutilmente, como si ya imaginara lo que sería estar bajo el dominio de un alfa como él.Zayden avanzó, y todos se acercaron, ansiosos por saludarlo. Las palabras de bienvenida y las reverencias eran inevitables, sin embargo, de la nada su mirada se cruzó con la de Odette. Ella respiró hondo, armándose de valor, y comenzó a caminar hacia él con seguridad. Y cuando llegó, le entregó una copa con una sonrisa seductora.—Bienvenido, Alfa Zayden —dijo, con un toque de coquetería
C6- QUIERO UN HIJO.En la habitación, Odette sentía el peso de su decisión, pero sabía que no podía retroceder si quería recuperar su manada.—Siéntate —le indicó.Zayden obedeció, aunque su mirada la recorrió sin disimulo. Observaba cada detalle, cada gesto. Le gustaba lo que veía, pero la curiosidad lo invadía: ¿cómo era posible que Ragnar la hubiera cambiado por Briella? Para él, aquella mujer no tenía nada de especial.Odette desapareció en el baño y, cuando regresó, llevaba puesta solo una bata que se ceñía a su figura. Sus piernas quedaron al descubierto, y el apretó los puños, esforzándose por mantener el control.—Gracias por la chaqueta —dijo ella, extendiéndosela.«Hermano... esta mujer es sexy como el infierno», gruñó Vin en su mente. «Mira esas piernas. Nos haría olvidar que no hemos tenido una mujer en mucho tiempo».«Cállate», gruñó Zayden en respuesta mental.Él asintió con un leve movimiento, pero no dejó de mirarla. Odette sintió su escrutinio como una caricia ardient