NARRA LIAM La intriga de lo que podría estar sucediendo en ese despacho me esta consumiendo, carcomiendo mi tranquilidad como un fuego voraz. Con cada minuto que pasa, mi mente se convierte en un hervidero de pensamientos catastróficos, pintando escenarios oscuros y desalentadores en la pizarra de mi imaginación. La ansiedad, como un monstruo invisible, se aferra a mí con su presión en mi pecho incrementándose con el tic-tac del reloj que suena como un tambor de guerra.Finalmente, la pesada puerta de caoba se abre de par en par, y las dos mujeres salen juntas, con sonrisas que solo logra aumentar mi confusión. –¿Qué sucedió aquí?– pregunto completamente desconcertado al verlas unidas y aparentemente amigables.Kate toma la palabra rápidamente, pero su expresión cambia de la sonrisa a una seria. –Liam , no estás despedido. De hecho, necesitamos coordinar mucho más estrechamente a partir de ahora, ya que trabajaremos mano a mano– dice fijando sus ojos en los míos como si intentara
–Tu no sabes nada– responde Liam. Él no puede evitar recordar cómo, a lo largo de los años, sus colegas juzgaron su reputación debido a ese incidente pasado, un secreto que solo él y Kate conocen en detalle. Kate, sin embargo, no lo defiende.–Lo que sucede es que José necesita un aumento– Dice sin rodeos, clavando su mirada en Liam. – su hijo está enfermo, pero tu querida Amara me paga lo justo y necesario. No suelta ni una moneda de más–explica, tratando de convencerlo de que la mujer no es tan comprensiva ni generosa como podría parecer. –Intentaré hablar con ella, pero no te prometo nada–responde Liam con sinceridad, aunque en su interior, no está seguro de que Amara esté dispuesta a ceder en este asunto, ya que realmente no son pareja Kate suelta una risa seca, incrédula.–Como si tu palabra fuera algo que tiene en cuenta. Para mí, tú solo eres un simple trofeo para ella–expresa con una mezcla de amargura y molestia. Sus palabras reflejan la profunda herida que siente al ver
Narra Liam .Después de esperar ansioso durante lo que parecen unos largos cinco minutos, finalmente la puerta se abre de par en par, revelando el rostro sorprendido de Aislyn, ya que nunca antes había ido a su casa con otra persona, y su ceño fruncido muestra su desconcierto.–Liam , ¿qué haces tú a…? –comienza a preguntar, pero es interrumpida por una voz dulce y familiar.–¡Papi, papi, ¿viniste a buscarme para que vayamos a jugar?! –pregunta nuestra hija con una sonrisa radiante que ilumina todo mi día. Extiende sus pequeños brazos hacia mí, y no puedo evitar sonreír mientras la levanto en un abrazo cálido. La ternura de su voz y su abrazo afectuoso hacen que olvide por completo el motivo tenso de mi visita. En este momento, mi hija es la única razón que importa, y todo lo demás pasa a un segundo plano.–Y ella, ¿quién es? –pregunta mi hija, observando a Amara con una mezcla de curiosidad y desconfianza. La niña fija su mirada en la mujer desconocida, quien, tras brindarle una b
–¿De que carajos está hablando esta mujer?– Pregunta Aislyn con el celo fruncido, pero sinceramente tampoco entiendo a donde está queriendo llegar Amara con todo esto –De que yo, con un simple chasquido de mis dedos, puedo hacer que en un ADN de sangre figure que es hija de él y no tuya– amenaza Amara, su voz cargada de un poder implacable. La sorpresa en la habitación es evidente, ya que nadie esperaba, salvo yo, que Amara fuera capaz de semejante maniobra. Su revelación cambia por completo el juego, y el rostro de Aislyn muestra por primera vez un atisbo de verdadero temor.–¿Qué?– pregunta mi ex, mostrándose realmente aterrada, como si se diera cuenta de que se enfrenta a una rival más formidable de lo que jamás imaginó. La batalla entre estas dos mujeres ha alcanzado un punto de no retorno, y el destino de todos está en juego.Amara, sin mostrar señales de debilidad, se enfrenta a Aislyn con desprecio en su voz. –Lo que oíste, sigue con las amenazas hacia mi futuro marido,
NARRADOR OMNISCIENTE El tiempo comienza a pasar lentamente en el auto, y el pesado silencio que se había formado entre los dos adultos es roto por la risa juguetona de Lucero. Amara, quien había estado absorta en su teléfono hasta ese momento, deja de prestar atención a la pantalla para observar fijamente cada detalle de la niña. Los gestos de Lucero y su inocencia le evocan un recuerdo lejano, uno que creía enterrado en lo más profundo de su memoria. De pronto, la imagen del auto se difumina en su mente, dando paso a otro vehículo, más antiguo, con asientos de cuero y el murmullo incesante de una conversación ajena a ella.Era una tarde lluviosa cuando Amara, de apenas siete años, jugaba en el asiento trasero del lujoso automóvil de su padre. Su madre, una mujer de voz dulce y mirada cálida, le sonreía mientras acomodaba las pequeñas muñecas sobre su regazo—Mami, la princesa Celeste quiere ir al baile con un súbdito, pero el rey no la deja salir del castillo —dijo Amara, hacien
NARRADOR OMNISCIENTE –Liam, acelera el paso. Tenemos que informarle a todos los miembros del personal de la casa que Lucero se quedará aquí a partir de hoy –ordena Amara, su tono tajante y firme como una orden inapelable. –Pero si ya la han visto en el cuarto de huéspedes estos días –responde Liam, frunciendo el ceño, visiblemente incómodo. –¿Vas a hacerme caso o no? –pregunta Amara con sus brazos cruzados mostrando una evidente molestia. Liam la mira un momento, y aunque el rencor se asoma en sus ojos, asiente con desgana. –Está bien –responde, ya sabiendo que no hay lugar para más discusión. Con rapidez, recoge las pertenencias de Lucero, las sujeta con firmeza en sus brazos y asciende por las escaleras, decidido a cumplir con la orden. Al llegar junto a Amara, ella le lanza una mirada de satisfacción antes de volverse hacia uno de los guardaespaldas –Reúne a todos los trabajadores del hogar y convócalos rápidamente a la cocina. El hombre asiente en silencio y en menos
NARRADOR OMNISCIENTE —Lucero, mi amor, ¿te puedo hacer una pregunta? Algo muy importante —pregunta con una dulzura finge, casi imperceptible en su tono.Lucero levanta la mirada, con esa inocencia que solo los niños pueden tener, sin sospechar que su madre siempre tiene algo más entre manos. —Sí, mami —responde sin dejar de jugar con sus muñecas.–¿Qué prefieres, mi vida? ¿Seguir viviendo con papá y Amara o regresar a vivir conmigo? —inquiere Aislyn, su voz suave, casi melancólica.Lucero, sin dudarlo, alza sus grandes ojos brillantes hacia su madre. —Quiero quedarme con papá y con Amara. Me gusta mucho vivir con ellos.Aislyn siente un nudo en el pecho, pero no lo deja ver. Su rostro, aunque sereno, se tensa por un instante. “¿Por qué?”, piensa. “¿Por qué siempre tiene que ser así?” Pero lo que siente no importa. Hay algo que debe hacer, algo que ha estado planeando desde el principio. Se mantiene tranquila, controla sus emociones y, con una sonrisa fría, continúa:—Claro, cla
NARRA AMARA Cada día que pasa, el tiempo se reduce implacablemente. Muy pronto, tendré que sellar el pacto casándome con Liam, un destino que, lejos de emocionarme, me asfixia. Al principio, pensé que sería un sacrificio llevadero, un trámite necesario para cumplir con lo pactado. Pero nunca imaginé que casarme con un hombre que ya tiene una hija complicaría tanto mi vida. No es solo la niña, son las responsabilidades, las sombras de su pasado que se aferran a él y, por extensión, a mí. Sería más fácil elegir a alguien sin cargas, sin vínculos que me aten a un mundo que no es mío. Y sin embargo, por más que intento encontrar una razón para alejarme, hay algo en Liam que no me lo permite. Algo en su voz, en su forma de mirarme, en la manera en que su presencia invade mi mente incluso cuando quiero escapar. Pero lo cierto es que no puedo soltarlo, aunque cada día que pasa siento que este compromiso me consume. Un golpe seco en la puerta me arranca de mis pensamientos. Mi cuerpo se