Mateo, convencido que esto fue un grave error de su parte, abrazó a su hijo hablando y asegurando a este, como si le entendiera, que lo amaba y estaba seguro que era su amado hijo. El bebé feliz de estar en los brazos de su padre, solo sonreía fuertemente.Por su parte, Adriana subió a su habitación e hizo dos maletas. Buscará donde mudarse, así que hablará con Alicia. Esa mañana, hizo unos contactos y salió sola para ver un apartamento, el cual estaba disponible desde antes de mudarse con Mateo.(***)Ella, regresó como a las dos horas, habló con Alicia y le pidió tener todo listo porque apenas Mateo saliera de la casa se irán. Esta, quedó desconcertada, porque después de lo ocurrido la noche anterior, pensaba que se habían acabado los problemas entre ellos.En horas de la tarde Mateo salió, lo cual fue aprovechado por Adriana para irse de la casa. Al regresar este, cuando fue buscar a su hijo no lo encontró, ni a Alicia y tampoco a Adriana. El, bajó corriendo las escaleras al preg
En Cabimas—Tú, solo da la orden y te tengo la persona, para eso —le comentó Nava a Mateo.—Haz eso de una vez, no la puedo arriesgar —ordenó Mateo, preocupado por ella.—Como digas ¡Ah, se me olvidó decirte! Al parecer rompió todo vínculo también con la señora Luisa —aseguró el detective.—Sí, ya lo suponía —confirmó Mateo recordando su comportamiento ante la presencia de Luisa cuando estuvo en la casa.«Estaba hecha una fiera de los celos» pensó él, sonriendo.—Bueno, me despido ¡hasta mañana! —colgó Nava.—¡Vale! Te espero —se despidió Mateo y colgó la llamada(***)Al día siguiente, ellos se trasladaron al Laboratorio. Mateo estaba dispuesto a pagar lo que sea con tal de averiguar si el bebé era o no su hijo. En todo caso, el sentía en su corazón, que sí era suyo. Era obvio, el enorme parecido entre el niño y él.Nava, trató de sobornar a la joven del laboratorio como a la recepcionista para que le consiguiera una copia de los mismos. Estas, lo amenazaron con llamar a la policía y
En el despacho de Kelvin Fuenmayor—¡Malísimos, sufrió mucho! Cuando conocí a Adriana, ya estaba en su fase terminal el cáncer e incluso le inyectaban morfina para el dolor —aseguró Mateo.»Solo que como me las llevé para uno de mis apartamentos, les mejoró su calidad de vida y duró unos días más, hasta el día que me casé con Adriana —explicó él, con suma tristeza.—¡Sí, así me comentó, Adriana! Que el mismo día que se casó, su madre murió y al año exacto, nació su hijo. Ahora, lo que no entiendo, es ¿qué tiene que ver esto contigo? ¿Por qué te pusiste así? Sí, el problema es mío, no tuyo —aseguró este.—Cómo te estaba vigilando, porque no sabía qué intenciones tenías con ella, cuando el detective me refirió que te hiciste una prueba de ADN con mi hijo, perdí la cordura…»Los celos se apoderaron de mí, me cegaron y bueno le dejé entrever que Mateo pudiera no ser mío. Después, que casi la logre conquistar de nuevo, me volvió a abandonar. Lo que menos, me pude imaginar es que eras, su p
En el apartamento de Adriana—Él, no me dejó, fui yo quien lo dejó —aseguró Adriana—. Este, al principio estaba muy pendiente de Mateo y de mí. De repente, de la noche a la mañana cambió, sentí como si dudara que el bebé fuera su hijo —comentó ella, ahogándose en sus sollozos.—¡Ya, hija! ¿Podrías calmarte por favor? ¿Quieres que hable con él? —preguntó Kelvin sintiéndose culpable, porque según lo que le explicó Mateo, ellos se separaron por los celos de él, al enterarse que este, había hecho una prueba de ADN con el bebé.—¡No, no quiero saber nada de él! ¡Lo detesto, lo odio! Así como pude tener a Mateo sola, así será con este bebé —aseguró ella, sintiéndose más calmada.—Cuentas conmigo para lo que quieras ¿Dime que quieres hacer? —interrogó Don Kelvin, cada vez más preocupado y con mucho sentimiento de culpa.—Permite que busque agua y disculpe ¡por favor! Creo que estoy abusando de usted —replicó ella y salió hacia la cocina.—¡No te imaginas la felicidad que representa para mí,
Mateo, conociendo y sabiendo que no era una simple amenaza, le solicitó ver a su hijo Mateo. Pero ella, le explicó que estaba dormido desde hacía como una hora.—Solo lo veo y salgo —aseguró él—. ¡Lo extraño! Te prometo que no lo despertaré —afirmó, no queriéndose ir del apartamento sin una promesa de algo.—¡Ven, sígueme! Él caminó detrás de ella detallando el apartamento, el cual a pesar de ser pequeño se veía cómodo. Fue así como se le ocurrió una nueva estrategia.—¡Trabaja para mí! Tú conoces el ramo porque estuviste conmigo como cuatro meses ¿Aceptas? —inquirió él, con una mirada seductora y cómplice.—¡¿Contigo?! Ni a la esquina —exclamó ella, bajando la voz para no despertar a su hijo.—¿Por qué? Si nosotros hicimos un buen equipo, ¿recuerdas? —interrogó él.Ella, ignorando la pregunta y los comentarios formulados por él, contestó…—Entra muy despacio, sin hacer ruido, recuerda que después cuesta mucho hacer que se duerma. Tienes un minuto para estar con él y salir ¡No te tard
Tanto Mateo como Kelvin, sentían lástima por Luisa, pero su hijo debía asumir las consecuencias de sus actos. Ellos se pusieron de acuerdo, él pagaría los honorarios del abogado mientras, su padre ofrecería la ayuda y protección.A partir de ese momento, todos aportaron pruebas mediante videos y testimoniales para que Adriana ganara el caso y con eso dar una lección a Nilo. En el mismo restaurante, donde él prestaba servicios como gerente, había personas dispuestas a declarar, sobre todo las mujeres que han sido en otros momentos, acosadas por este.Adriana, junto a Kelvin y el abogado se preparó para llevar a cabo este proceso. Entretanto, Julio desconociendo el nuevo embarazo de Adriana, seguía en su plan de conquista, por lo que apenas se enteró de que esta era la nueva gerente del restaurante de Kelvin, comenzó a enviar un ramo de flores a diario.Ella, le tenía mucho cariño, no obstante, no podía dar esperanzas a Julio, y menos cuando estaba en la dulce espera del segundo hijo de
En la Clínica, en El DoradoLa operación duró cinco horas y fue todo un éxito, ahora solo quedaba esperar los resultados de la misma. Una vez que se cumplieron las primeras cuarenta y ocho horas de la cirugía, Marcos superó el peligro.Todos, emocionados se abrazaron y celebraron en la capilla de la Clínica la vida y recuperación de él. Después de esto, Mateo estuvo muy ocupado en reuniones, tomando decisiones y acompañando a Claudia en la clínica.Marcos, fue dado de alta a la semana de haber sido sometido a la cirugía. Por su parte, Mateo después de dejar a su hermano en su dormitorio, se retiró a su apartamento, donde terminó de organizar todo para poder viajar nuevamente a Cabimas y encontrarse con Adriana.En CabimasAdriana, extrañaba que Mateo no hubiera vuelto al restaurante, ni tampoco le hubiera llamado, ni siquiera había ido al apartamento, para ver al bebé. Tenía una semana sin saber nada de él.«Y después dice que no puede vivir sin nosotros» pensó ella, sintiéndose nuev
Al mismo tiempo en CabimasAdriana en el apartamento, triste y con lágrimas que rodaban por sus mejillas veía las publicaciones. Ella, se levantó de su cama y se dirigió a la cocina para preparar algo que le ayudara a conciliar el sueño.Al ver estos dos vídeos, donde él aparece en compañía de esa mujer bella y joven se sintió engañada, abandonada y sola como siempre:«Y así dice que me ama y me extraña. ¡Si, se ve que me extraña!», pensó ella, con ironía, enojada, secándose las lágrimas.«¡Farsante ese!»«¡Huy!»«¡Lo odio, lo detesto! No lo quiero volver a ver nunca más en mi vida» sollozó ella, sintiendo que la rabia le hacía doler el estómago y los intestinos.Adriana, arrojó el vaso de vidrio contra el piso de la cocina para desahogar la rabia que sentía. Por lo visto, lo salvaje no se le había quitado aún. Lo que menos imaginó, era ver a Mateo con otras mujeres y ahí estaba en las redes, de nuevo, pero ahora con dos mujeres, discutiendo y peleando por él.—¡Señora Adriana! —Excla