Diez días después… Mateo, comenzó a recibir mensajes en donde le reclamaban haber sido selectivo en el trato con los asistentes, en la cámara de comercio. Él, se comunicó con miembros de esta, quienes le informaron que si accedía a sus peticiones se convertiría en esclavos de ellos y sumiso, por lo tanto, que ignorara estos mensajes.Al hablar con su suegro éste le respondió:—¡No es tan fácil como ellos dicen, Mateo! Debes extremar tus cuidados y los de tu familia, es en este momento que debes dejar bien claro, lo poderoso que eres.—¡Vale! —contestó Mateo, acatando los consejos de su suegro de inmediato.—Redobla la vigilancia y seguridad en la mansión, en tus oficinas y no salgas, con menos de tres guardaespaldas —agregó preocupado Kelvin, pensando en Adriana y los niños.—No puedes bajar la guardia al menos por unos meses recuerda que ellos saben quién eres tú y lamentablemente también identifican a Adriana. Sin embargo, tú no sabes quienes son ellos, por lo tanto, no la dejes s
Mateo dejó tranquila a Adriana en la habitación, mientras iba a hablar con el capitán para que traiga esa misma tarde a Nava y con este un escolta que siempre mantuvo cuando vivió en El Dorado. Él, sentía que no podía confiar la protección de su mujer y sus hijos, a cualquiera.Apenas, contactó a La Roca, él de inmediato aceptó el puesto y salió de viaje hacia Cabimas con el detective, en el avión particular de Mateo. Este, dejó a su mujer con los niños y Luisa en la casa, por lo que salió hacia su oficina, en donde se reunirá con ellos, para informar lo que estaba ocurriendo.(***)Al llegar al edificio donde funcionan sus oficinas, consiguió a todo el personal evacuado del mismo, a orilla de la calle, lo cual le causó alarma. Al estacionar, su Maserati fuera del edificio, se bajó y caminó hacia el grupo, para saber qué pasaba.Su jefe de seguridad le informó que recibieron una llamada anónima avisando sobre la existencia de una bomba, en las instalaciones de la empresa.—Supuestamen
Mateo, al ver los ojos de asombro de Adriana, no sabía si seguir contando a ella, lo que había ocurrido. Rápidamente, tomó la decisión de informar a esta, lo más esencial.—Un equipo enviado por las autoridades revisó todo el edificio y no había nada gracias a Dios. No obstante, me preocupa que fuera justo, después de la persecución a la que fuiste objeto hoy.—¡Dios mío! —repitió ella mirando a su esposo fijamente.—Kelvin, me acaba de ofrecer su mansión para que te traslades hasta allá junto con los niños, mientras descubrimos quién está detrás de todo esto —afirmó él— Me sentiría más tranquilo si aceptas su invitación.—¡Yo no te voy a dejar solo! —Objetó ella con autoridad— Nosotros, somos un matrimonio, un equipo, para las buenas como para las malas. Así, que trataré de no salir de la mansión.»Tú me haces falta a mí e igual a los niños, como yo a ti. Nos casamos para estar juntos en las buenas y en las malas y así será —aseguró ella.—¡Lo supuse! ¡Ji, ji, ji! —Sonrió él con una
Al dictarse esta decisión, Mateo se reunió nuevamente con su equipo y les preguntó:—Según sus experiencias, ¿de dónde proviene este ataque? ¿Puede ser nuevamente Lila, quien lleva dos sentencias por problemas conmigo? ¿Pueden ser las grandes mafias económicas de Cabimas, debido a mi crecimiento en esta zona y el apoyo de Kelvin?»O ¿es alguien celoso de mi matrimonio con Adriana? O ¿se origina por la situación que se desarrolló en una de las islas recientemente, la cual visité con toda mi familia? Donde todos fueron detenidos —especuló él.»¡Quiero respuestas! —afirmó este, convencido que esta detención no deja nada claro, en relación con quién está detrás de todo esto.—Jefe, todas sus hipótesis son válidas, lea mis notas —entregando una libreta Nava, con su puño y letra, en donde este constata que son las mismas hipótesis que él, acaba de formular.—¿Qué debemos hacer entonces? ¿Esperar que vuelvan a atacar? —preguntó Mateo, sorprendido.—¡No queda de otra, Mateo! Debes seguir tu v
Mateo, se dirigió a su habitación y buscó una pistola Glock que guarda para casos de extrema urgencia y emergencia como esta, para defender su familia, de ser el caso.Él, bajó sigilosamente, encontrando al personal del servicio reunido, unos en la entrada de la puerta principal y otros, estaban en la parte de atrás de esta.El personal al ver a Mateo, se acercó y le comentó que al parecer con un lanzagranadas arrojaron una, hacia la parte externa de la mansión, pero solo llegó hasta la fuente, la cual quedó totalmente destrozada.—¿Y el servicio de vigilancia externa? —preguntó él, observando por la ventana, justo al lado de la puerta principal.—Ellos, están afuera señor, con los guardaespaldas —contestó el ama de llaves muy preocupada. Él, llamó a La Roca y le preguntó:—¿Dónde estás? ¿Qué pasó?—Estoy tratando de conseguir con el personal de vigilancia de las mansiones vecinas el vídeo, con la descripción completa de la camioneta, desde la cual lanzaron la granada.—¿Y los vídeos
Al desocupar sus brazos, se acuclilló a un lado de Adriana y le abrazó para consolar a su mujer, quien soltó el llanto. Ella, necesitaba de sus abrazos y sus besos. Esto era lo único que podía calmarla, ante esta nueva situación tan estresante que estaba viviendo.—¡Ya, mi amor! —Expresó él, muy preocupado, recordando que en los últimos meses han vivido situaciones estresantes, que ella ha tolerado con valentía, por lo que, no le podía exigir más.—Tus besos y abrazos me fortalecen —confesó ella, tratando de poner de su parte, pues tenía en sus brazos a su pequeña hija dormida. Además, que pareciera toda la responsabilidad de este cambio, recaía en él.Él, tomó a la niña en sus brazos y se la llevó a Alicia para que la cuidara junto con Mateo. Volviendo de nuevo a la cabina, sentó a su mujer junto a él, en el sofá que había y así, la acompañó en lo que restó del viaje.—¡Tranquila, mi princesa amada! Estoy aquí, para protegerte siempre —manifestó él, acariciando su rostro y enjugando
Al transcurrir ocho horas, uno de los dos hombres amarrados, se desmayó. Dos de los oficiales que lo custodiaban, lo bajaron y lo hicieron reaccionar. Al lograrlo, le insistieron para que hablara y dijera el nombre de quien lo había contratado; pero aun así, todo débil, muerto de hambre y con sed, se resistió a hablar.No les quedo otra opción a Nava y Tony que volver a amarrar en la misma posición. Mientras el otro, que tenía guindando de la misma forma, pero en otra habitación, comenzó a hablar…—Yo, yo no, no conoz-co ca-si al chófer de la camioneta, él me buscó en mí, mi casa, para hacer una vuelta, so-solo de-debía dis-pa-parar una, una gra-granada —contestó él con una voz trémula.—¿En algún momento el chófer pronunció algún nombre? —le preguntó enojado el detective.—¡No, no, ya le dije que no! Solo el del dueño de la casa, un tal Mateo —agregó el delincuente.—¿Algo más que haya mencionado el chófer? —interrogó el detective.—So-solo que-que ha-ría-mos eso, pa, para sa-sacar a
—¡Salud! —Mencionó Marcos, quien agregó— para mí, también ha sido extraordinario, volver a ver que están juntos. Les deseo la mayor felicidad.—¡Salud! Por ti Angélica —agregó Mateo, levantando la copa de nuevo, abrazando a su hermana.—¡Gracias, hermanos! —respondió Angélica, con gozo y satisfacción de ver que por fin estaban unidos, como lo que son, una gran familia.—¡Salud, cuñado! ¡Hermanita, les deseo lo mejor y no me dejen sola en la mansión! —todos se carcajearon ante las palabras de Arantza.—¡Bueno! Ahora, a pedir lo que comeremos —comentó Angélica. En todo caso, ella les hizo un resumen de los platos que consideró son los más exquisitos y que valiera la pena probar.Una vez de acuerdo todos en lo que comerán, llamaron al mesero, quien les atendió de inmediato. Mientras, esperaban la comida, ellos conversaron sobre la fecha de la boda, la cual será dentro de un mes y medio, según lo acordado entre los novios inicialmente.En tanto, Mateo estaba chateando con Adriana...[«¿Có