Capítulo 233
El auto se detuvo frente a Luciana. El cristal de la ventana bajó lentamente, y Sergio asomó la cabeza con una sonrisa relajada.

—Luciana, ¿a dónde vas? Súbete, te llevo.

Luciana lanzó una mirada fugaz al asiento del copiloto y se quedó desconcertada. Alejandro estaba sentado allí, inexpresivo. ¿Qué hacía él en el asiento del acompañante? Algo no cuadraba.

—No, gracias, no hace falta —respondió rápidamente, sacudiendo la cabeza. Subirse al auto de Sergio solo complicaría más las cosas.

—Anda, súbete. —Sergio insistió, con un tono ligeramente burlón—. ¿O quieres que baje a abrirte la puerta?

—No… —Luciana estaba a punto de negarse de nuevo, pero los murmullos a su alrededor la interrumpieron.

—¡Oye! ¿No ves que estás bloqueando la parada del autobús? —se quejó alguien detrás de ella.

—¡Eso! ¡Mueve ese carro de ahí! El autobús no puede pasar.

—¡Vaya, es un Bentley! ¿Y no se sube?

—Bah, qué ridículo. ¡Solo quieren llamar la atención!

Los comentarios crecieron en volumen y molestia. Cada p
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