En un principio los gemelos no han reconocido a la maestra, ella ahora está diferente a como ellos la vieron aquel día en el restaurante con su tío.

— Por favor, déjanos llamar a mi mamá para que nos venga a buscar. —Rogó el pequeño Alex a la chiquilla que lo tiene tomado de la mano mientras su hermanito sale.

— Ni lo sueñes escuincle. —Respondió la muchacha.

— Sabes que mi padre te castigará muy fuerte a ti y a tus amigos cuando nos encuentre. ¿Verdad?

— No me importa eso, ¿sabes por qué? —Porque dudo que quieran dar tanto dinero por ustedes, en pocas palabras nunca los van a rescatar y los venderemos a otra persona para que nos den muchísimo dinero.

— ¿Cómo así? ¿acaso ellos no son sus hijos como usted me lo dijo, señora? —Preguntó la profesora, ella al ver que los chicos no regresaban rápido del baño decidió ir a ver qué es lo que está pasando, pues desde un inicio le pareció sospechosa la actitud de la supuesta madre de ellos. Se acercó con mucho cuidado y escuchó parte de la conv