Todo el resto del día el pequeño Alex se lo pasó enojado con su madre, ella está sufriendo con su indiferencia. Ángela no tuvo más remedio que llamarle a Owen para pedirle su ayuda, ya que ella no le puede ni medio hablar porque el chiquillo de inmediato la insulta y hace desastres en su habitación.

— Ya ves hermanito, te dije que tu hijo necesita tener a un hombre para que lo eduque, es una lástima que tú no desarrollaste muy bien el papel de un padre, entonces apareció ese otro hombre y estoy seguro de que él sí lo hará. —proclamó el hermano menor, refiriéndose al prometido de Ángela.

Esas palabras golpearon el ego de hombre dominante que Mario José demuestra ser, pero que en esta ocasión ni por sus hijos puede abogar porque ellos lo desprecian.

Owen llegó a la casa, él sabe que su cuñada no tiene la capacidad para estar peleando con ese niño, pues el médico le ha recomendado que haga el mínimo esfuerzo por hablar con calma y no preocuparse por nada. (La glándula tiroide, es la que