Los días van pasando muy rápido y con ellos también los meses, la familia ahora está más unida que nunca, ahora la niña es la consentida de todos allí. Y aunque ustedes no lo crean, pero cuando Owen supo la verdad sobre el origen de la bebé, se puso furioso y maldijo de todas las formas habidas y por haber, al asqueroso de su padre por ser un desgraciado y haber engendrado una hija en el vientre de su amante, aun sabiendo que la señora Estrella, hasta hubiese dado la vida por él si se lo pidiera porque ella lo amó con el alma.

— Nuestra madre jamás debe de enterarse de ello. —Le ordenó Mario José a su hermano menor. —Tampoco debemos odiar a la niña, ella es inocente, a ella le vamos a dar todo el amor de padre que tú y yo no tuvimos.

— Tienes razón hermano, sabes que si un día tu faltas yo seré un padre para todos tus hijos, jamás me voy a perdonar que ellos queden desamparados. —comentó Owen, como si desde ya presintiera cualquier desgracia para la familia.

La prima de Mario José ya