La señora Estrella no se saca de la cabeza esa idea de que la bebé tiene un cierto parecido con su esposo y su hijo. Además, por un momento sintió un poco de rechazo hacia la pequeña, es como si ya presintiera que es hija de la amante de su esposo. Pero al ver la hermosa sonrisa que la bebé le regaló cuando la tuvo entre sus brazos, en segundos se le pasó aquella molestia.

— Ya viste como se puso de mal tu madre, cuando vio que su supuesta nieta adoptiva tiene un cierto parecido con ustedes. —Comentó Ángela.

— Sí, yo pienso que ella va a descubrir la verdad y entonces será fatal para su salud. —Mario está preocupado, pues teme que la verdad salga a la luz pública.

— ¿Tienes alguna solución en mente?

— Sí, bueno no sé si tú estés de acuerdo en que lo haga así y ayudarme.

— Cuéntame esa fascinante idea que ronda por ese pequeño e inepto cerebro. —dijo ella en broma.

— Le diremos la verdad.

— ¡Qué!

— No, es decir, le diré que es hija de mi ex prometida y yo, aunque sea mentira. En pocas