Sophia se sintió incómoda al presenciar la discusión entre los hermanos, y aún más al ser involucrada indirectamente en ella. Tomó la libreta y se salió de la oficina.
Noah visiblemente molesto, se liberó de la mano de su hermano y dio un paso hacia atrás, tratando de contener su enfado y corrió tras Sophia
— Anda, corre como rata — le gritó Cris que no podía con el enojo que le daba que Noah estuviera con Kate
—Lo siento, Sophia. Esto no debería haber ocurrido. Por favor, disculpa a mi hermano. Está un poco alterado por asuntos personales que no vienen al caso —se excusó Noah, tratando de que Sophia no se sintiera mal
Sophia asintió con comprensión, aunque no estaba acostumbrada a presenciar conflictos tan directos, especialmente entre sus superiores.
—No te preocupes, Noah. Entiendo que las cosas a veces se salen de control. Pero creo que lo importante ahora es resolver el problema que nos trajo aquí —respondió Sophia con calma, demostrando su profesionalidad
Cristopher, por su parte, apareció justamente cuando ellos hablaban, aunque aún mostraba una expresión de descontento ante su hermano, decidió contenerse por el momento tras las llamadas insistentes en su teléfono sobre el problema que estaba pasando, decidió tomar una y ponerla en alta voz para interrumpir la conversación.
— ¿Cómo podemos confiar en ustedes si nos han hecho esperar tanto tiempo? ¡Exigimos una explicación clara y una solución inmediata! —gritó una de las mujeres, totalmente molesta.
— Lo comprendo perfectamente, señora. Permítame hablar con el Doctor Noah para buscar una solución adecuada para todas ustedes —respondió Cristopher, Noah lo observó con enojo y frustración
— Las llamaremos en un momento, estamos trabajando en ello, mil disculpas — dijo Sophia finalmente acercándose al teléfono
— Si no obtenemos una respuesta hoy, buscaremos otro lugar y ustedes tendrán que regresarnos el dinero — advirtió
— Sí, así será — dijo Sophia demostrando preocupación por el asunto, Noah se sintió satisfecho por verla tan entregada a su trabajo a pesar de lo que había ocurrido
— ¿Te das cuenta, que hay cosas más importantes que tratar? — Dijo Noah y Cris frunció una ceja con arrogancia
— Pues no creas que eso se quedará así, por lo pronto, pasen de nuevo y vemos qué hacer — dijo Cris portándose al fin como un profesional
Ya en la oficina, Cris mantuvo la compostura y Noah no podía evitar observar con admiración a Sophia, cuando explicó todo lo que realizarían. Al terminar la reunión, Cristopher aceptó que las pacientes fueran tratadas en su clínica a la mañana siguiente, mandaron a traerlas en un avión privado, y fueron operadas por el mismo Noah, teniendo como asistente a Sophia.
Las operaciones fueron todo un éxito, y las pacientes se sintieron totalmente satisfechas por la atención y por lo bien que Sophia las trató.
— Gracias, Sophia por lo que has hecho, sin tu idea esto no habría sido posible — le dijo Noah al salir del quirófano
— Para eso estoy, Noah, es lo que me corresponde — dijo ella con modestia mientras se quitaba los guantes.
— Quisiera que nos fuéramos hoy mismo, no quiero que te sientas incómoda por las estupideces de mi hermano, pero en verdad estoy agotado, y sé que tú también mereces un descanso ¿Te parecería si nos reunimos en el lobby del hotel, y luego vamos a cenar? — la invitó Noah, y Sophia sintió que el corazón se le aceleraba
— Claro — logró decir nerviosa, mientras en su interior se hacía saber que eso no era una cita, que era simplemente un regalo por su trabajo, algo que se merecía.
— Listo, vete en el mismo auto que nos trajo, yo me quedaré para hablar con mi hermano y arreglar el asunto de los pagos, te veo a en un rato ¿Como a las ocho te parece bien? — preguntó Noah tras quitarse la bata, Sophia no pudo evitar mirarle sus músculos
— Sí, sí — titubeó quitándose también su bata, y Noah apreció su cintura perfecta a través de la blusa ajustada que llevaba
Salió de ahí y se fue directo a hablar con Cristopher sobre lo que estaba pasando con Kate, jamás imaginó que eso le provocara dolor a su hermano.
Sophia en cambio, se dirigió al auto, mentalizándose que no debía pensar en tonterías, que todo era parte de su trabajo. Al llegar al hotel, buscó entre sus cosas una ropa agradable, pero no llevaba más que ropa sencilla, contó el dinero que tenía en su billetera, y se dio cuenta de que tenía lo suficiente para comprar algo decente, se fue de prisa a un mol que estaba cerca. Buscó un par de tacones, una blusa de botones y un jeans negro, además maquillaje, rimel y un labial color rojo.
— Sophia, no deberías gastar tu dinero en esto, solo te invitó a cenar porque le ayudaste todo el día — pensaba mientras pagaba las cosas
Al llegar al hotel se empezó a cambiar y mientras se miraba en el espejo pensó — ¿Si no estuvieras ilusionada con esto por qué te estarías pintando?
— Es patético — resopló tras mirarse totalmente cambiada — No es un cita, no es una cita, te estás arreglando para ti, no para él — se repitió una y otra vez mientras bajaba las escaleras para llegar al lobby del hotel antes de las ocho.
Empezó a observar a todos lados y no vio a Noah por ningún lugar — es impuntual, ten paciencia — se dijo mientras movía su cartera
Un hombre se acercó a ella — ¿Usted es Sophia? — preguntó
— Sí — respondió ella nerviosa
— Bien, el señor Noah no podrá venir, ha tenido que quedarse con su hermano por unos asuntos en la clínica, le envía esto — dijo dándole un sobre. Sophia asombrada solo pudo agradecer mientras el hombre se marchaba
— Estúpida, Sophia, te das cuenta — resopló en voz baja, abriendo el sobre, era dinero
Caminó de regreso a su habitación, se quitó los tacones y la ropa, se puso una bata de dormir blanca y corta, se tumbó en la cama odiándose por lo que estaba sintiendo, pidió a través del teléfono una botella de sangría, ya no le importaba comer, estaba demasiado estresada, necesitaba relajarse y solo el vino podía calmarla.
Se tomó todo el vino que pudo, lamentándose por su vida monótona, desde que Andrew la había abandonado y le había sido infiel, no tenía el mínimo interés en ningún hombre, así que se sentía patética, por haberse arreglado para salir a comer con su jefe, pues en el fondo había pensado que podía ser algo agradable que la sacara de la rutina que llevaba viviendo durante los últimos meses
El vino le provocó mucha relajación y sueño, además porque no había comido, estaba tan cansada y molesta que ni siquiera se dio cuenta de que había dejado la puerta abierta cuando el repartidor hizo la entrega.
Se quedó dormida a los pies de la cama, tirada en el piso. A media noche Noah llegó al hotel, y mientras pasaba a su habitación se dio cuenta de que la puerta estaba entreabierta, preocupado y deseoso de verla no pudo resistir a acercarse. Cuando la vio tirada en el piso con la bata recogida mostrando sus piernas y ropa interior, se sintió tentado a cubrirla o tal vez a desnudarla, pero era un hombre respetuoso, sabía que esas cosas solo podía hacerlas con quien lo deseara.
— Sophia, despierta — dijo tocándole el hombro, ella se despertó y lo miró sorprendida, pensando que quizá estaba soñando con él, se restregó los ojos para comprobar que seguía dormida
Noah sonrió ante la expresión, parecía una niña recién despierta — Soy Noah, tu jefe, te has quedado dormida con la puerta abierta — agregó él entre risas y entonces Sophia recobró la postura y rápidamente se acomodó la bata
— Ay no, qué vergüenza — dijo mientras se levantaba de prisa y se cubría los pechos con sus brazos — te agradezco, Noah, pero no es bueno que estés aquí
— Perdón por interrumpir tu privacidad, pero solo entré porque estaba abierta la puerta
— Sí, y te lo agradezco — lo interrumpió Sophia llena de nervios
— Así que no cenaste, sino que te tomaste esa botella de vino — agregó Noah tomando la botella del piso
— Sí, pues alguien aquí me ha dejado plantada — logró decir sin darse cuenta de lo evidente que parecían sus palabras
— Lo siento, de verdad, pero ya viste que mi hermano está algo loco — contestó Noah acercándose a ella lentamente, Sophia sintió el olor de su perfume que le quitaba la cordura
— No importa, bromeaba— se defendió mientras Noah se atrevió a pasarle la mano por la mejilla para apartarle un mechón de pelo
— Noah, no deberías… — titubeó, pero los labios de Noah ya estaban en los suyos
Noah no supo en qué momento dejó de controlar sus instintos y decidió besar a Sophia, fue un impulso que se salió de su conciencia. Pero ella correspondió y eso le agradó demasiado, pues antes se había mostrado fría ante él, y ahora parecía no tener ningún problema con que le hubiese robado un beso. Mientras Noah acariciaba su mejilla,Sophia sentía cómo su corazón latía con fuerza y la sangre se le calentaba, provocándole sensaciones que ni siquiera con su ex había experimentado. Los labios de Noah rozaron los suyos con una delicadeza exquisita, eran gruesos y amplios. Sophia cerró los ojos instintivamente, dejándose llevar por la suavidad del contacto con la humedad de sus labios que se movían con delicadeza sobre los de ella. Sophia respondió con un suspiro contenido, permitiendo que la sensación de placer se intensificara. Poco a poco, Noah sintió que la pasión se apoderaba de él. Nunca antes había probado unos labios tan exquisitos como los de Sophia, y eso que se había besado co
— Parece que nunca te hubieses acostado con un hombre, te estás comportando como una niña — Agregó Noah antes que Sophia pudiera hablar y eso la llenó más de rabia— no me ofendas — dijo Sophia llena de ira— Es la verdad, te estás comportando patéticamente — añadió Noah, y luego se arrepintió por expresarse de esa manera, así que para compensarlo continuó — yo solo quería estar contigo, me pareces demasiado atractiva e inteligente, llevo meses observándote, me fascinas me provocas demasiado, no pensé que fueras tan recatada— Lo soy, pero me dejé llevar y no quiero que esto traiga problemas a nuestra relación laboral, por eso lo mejor será que me vaya — Agregó Sophia intentando controlar las ganas de llorar, en el fondo no deseaba perder su trabajo. Tenía una vida independiente, ya no vivía con su madre, sino que alquilaba un apartamento en donde disfrutaba de su tranquilidad y se daba todos los gustos que quería, pero si perdía su trabajo nada de eso podría seguir siendo útil, y no
— No creo que ella piense lo mismo, te odiará por engañarla — escupió Cristopher buscando una forma de amenazarlo y de advertirle que estaba en serios problemas, que él no se quedaría tranquilo y que aprovecharía toda forma de ventaja sobre él, para cobrarse lo que le había hecho, respecto a Kate. — No me importa, te he explicado una y otra vez que ella no significa nada en mi vida, solo fue una aventura, jamás le he mostrado interés en otra cosa que no sea nuestro vínculo sexual, no te confundas, sé que mi padre está entusiasmado con ella, pero Kate, no es mi novia como él piensa, se lo dije así para evitar confesiones innecesarias, porque deseo que esté bien y no quiero darle problemas, pero no, Cris, Kate solo me ha acompañado un par de noches, la mayoría de veces que la necesito me cancela, siempre está ocupada, tienes el camino libre con ella — siguió diciendo Noah, sabía que si Cris se había enterado era por su padre el señor Wilson Smith, quien estaba demasiado emocionado por s
Devan se detuvo un momento, y con su acento afeminado — Lo siento, queridísimo Noah — dijo, pero este lo miró con más enojo, odiaba las persuasiones, y sobre todo se sentía frustrado por saber que Sophia no aparecía por ningún lado. Estaba ansioso por no mirarla, porque quería hablarle, decirle lo que estaba sintiendo.— Qué me digas, qué pasa, no te entiendo, habla claro — Le insistió con voz fuerte— Pues, es que, Noah, pensé que estabas enterado — titubeó Devan con sus ademanes femeninos más pronunciados por el nervio que le provocaba la situación— De qué, habla, de qué — repitió Noah demostrando toda su frustración, sabía que algo malo ocurría y que el culpable de todo era su hermano Cris.— Ay, no, no quisiera ser yo quien te lo diga, es que es tan terrible — Se defendió Noah, ahora con miedo por haberle revelado que algo malo pasaba— Pues entonces, si no vas a decirme, lárgate, no me hagas perder el tiempo y mejor llama a Sophia — Pidió Noah regresando a las gavetas para seguir
Cuando la ambulancia finalmente se detuvo en el hospital gubernamental, Noah vio a Sophia bajarse después que sacaron la camilla en la que llevaban a una señora conectada a un respirador. El asunto parecía grave, y era claro que se trataba de la salud de la madre de Sophia, quien recientemente había estado enfermaSe bajó de prisa antes que Sophia pudiera entrar al hospital, ella se sorprendió tras mirarlo acercándose a ella, e impidiéndole el paso para entrar al hospital— Espera, por favor — pidió Noah tomándola del brazo y situándose frente a ella— ¿Noah? ¿Qué haces aquí? — le preguntó arqueando las cejas y cruzándose de brazos, quería ocultar lo que sentía, estaba fingiendo indiferencia, pero también se sentía molesta por lo que había salido en la red social, pensaba que era culpa de él y eso la tenía llena de ira y preocupación, además le había creado un problema familiar que por el momento había sido omitido de cierta manera, por la complicación de su madre.— Escúchame, no te
Noah hizo un movimiento involuntario causado por el susto que le provocó ese roce, estaba muy retraído observando a Sophia que ni siquiera había pensado que en ese hospital era donde trabajaba su amante.—Con que tu instinto de hombre engreído murió y entonces viniste a buscarme ¿Ahora si vas a darme una explicación? — dijo Kate tras tocarle la espalda y rodearlo. Noah sintió como los vellos de la piel se le erizaban y la garganta se le secaba. No quería que su presencia ahí perjudicara la atención que necesitaba la mamá de Sophia, ni que ella los viera juntos— No — respondió a secas, ni siquiera sabía qué responderle o cómo justificar su presencia ahí— Entonces, qué haces aquí, viniste a buscar otra mujer con quien revolcarte — Insinuó Kate demostrando la rabia en la pronunciación de cada palabra— Doctora, lamento interrumpirla, pero ya tiene varios pacientes esperándola y hay uno en especial que necesita una cirugía, ya hemos realizado los exámenes correspondientes, en un momento
Sophia no tenía ni la menor idea de cómo iba a solucionar ese embrollo, pero lo que sí estaba claro es que no quería estar cerca de esa mujer a la que de cierto modo le había causado daño, pues a ninguna persona le gustaría ver a su novio, amante, pareja, lo que fuera, públicamente con otra.Así que la entendía bien, comprendía su dolor, y se sentía terriblemente mal por eso, si algo detestaba era provocar dolor en otra mujer, pero aquí el más culpable de todo, era Noah, el insaciable Noah, el estúpido y patán Noah, su única solución en el momento que estaba pasando.—¿Tiene un vehículo para transportarla o requiere de una ambulancia? — interrogó el doctor, con amabilidad, indispuesto a contradecir lo que había solicitado— Si pudiera, por favor, prestarme el servicio de la ambulancia, se lo agradecería, mil disculpas — Dijo Sophia con vergüenza, ante la mirada de todos los pacientes que se encontraban ahí esperando ser atendidos, mientras en su cabeza daba vueltas la idea de soluciona
— Por Dios, Noah, no vengas con eso ahora, sabes el lío en el que estamos metidos y tu mujer, Kate, está furiosa, no deberías jugar con algo tan serio — respondió Sophia con la voz un tanto seca, escucharlo decir eso le había removido todos sus recuerdos, pensar en boda le asustaba, pues no era fácil asimilar que se había quedado con su vestido de novia listo, luego de enterarse de la infidelidad de su novio y la traición de su prima. Además lo que le había hecho pasar Kate era la advertencia clara para entender que no debía meterse más con Noah, pues las consecuencias de ese pequeño encuentro estaban perjudicando grandemente su bienestar profesional, emocional y familiar— Sophia, escúchame, intento remediar la situación, no he sido del todo amable, y tal como dices, me he comportado igual que un patán, pero en verdad, no es eso lo que quiero, tú me pareces demasiado— Fácil — lo interrumpió ella — quizá pienses que soy fácil porque esa noche caí redondita en tus brazos pero es que no