Noah no supo en qué momento dejó de controlar sus instintos y decidió besar a Sophia, fue un impulso que se salió de su conciencia. Pero ella correspondió y eso le agradó demasiado, pues antes se había mostrado fría ante él, y ahora parecía no tener ningún problema con que le hubiese robado un beso.
Mientras Noah acariciaba su mejilla,Sophia sentía cómo su corazón latía con fuerza y la sangre se le calentaba, provocándole sensaciones que ni siquiera con su ex había experimentado. Los labios de Noah rozaron los suyos con una delicadeza exquisita, eran gruesos y amplios. Sophia cerró los ojos instintivamente, dejándose llevar por la suavidad del contacto con la humedad de sus labios que se movían con delicadeza sobre los de ella. Sophia respondió con un suspiro contenido, permitiendo que la sensación de placer se intensificara.
Poco a poco, Noah sintió que la pasión se apoderaba de él. Nunca antes había probado unos labios tan exquisitos como los de Sophia, y eso que se había besado con cuanta doctora y enfermera se le atravesara en el camino. No pudo contener la urgencia de bajar sus manos y acariciar sus pechos que se revelaban con gran suavidad por la tela de la bata.
— Sophia, te deseo — logró decirle antes de bajar sus manos hasta su sexo
— Noah, yo también te deseo y mucho — Dijo Sophia a media voz cuando Noah se apartó para expresarse, ante el permiso concedido, ambos no pudieron resistirse y el beso se alargó al compás de las caricias que él le realizó desde el cuello hasta sus piernas, la tiró a la cama, levantó su bata apartó sus bragas e introdujo sus dedos, ella gimió demostrando el placer que le provocaba, Noah sonrió satisfecho mientras la observaba encorvarse por el orgasmo, ante eso la desnudó por completo mientras ella le desabrochaba los botones de la finísima camisa, con entusiasmo le arrebató la faja y bajó sus pantalones junto con su interior, para descubrir así su miembro, que Noah introdujo a lo inmediato dejándola completamente absorta.
Ahora entendía bien la fama que tenía Noah en ese aspecto, ella misma finalmente lo había comprobado, y en definitiva que ningún rumor de los que había escuchado era mentira, no podía creer siquiera como ese hombre tan rudo y serio que se mostraba en la clínica fuera tan romántico y apasionado, pero jamás imaginó que pudiera fijarse en ella, que también la deseara, cuando ella no se asemejaba a ninguna de las doctoras o enfermeras jóvenes que decían ser sus amantes, mucho menos con Kate, la lindísima doctora que habían mencionado el día anterior y la misma por la que Cris estaba discutiendo.
En ese momento, cuando pensó en ella y se comparó, Sophia volvió en sí justo cuando terminó su orgasmo y mientras que Noah terminaba dentro de ella.
— Qué maravilla, eres deliciosa — musitó cansado mientras se tiraba a su lado
Sophia se sintió miserable y confundida — Noah, yo… — titubeó, también estaba cansada
Noah se volteó hacia ella, la cubrió con sus piernas y luego sus musculosos brazos la abrazaron, eso le pudo contra todo el orgullo y culpa contenida, pero debía hablar
— Tu novia es Kate, no yo, no debiste venir y provocarme — dijo finalmente, al recordar lo que Cristopher había dicho, se sintió así: Como su amante, y se odió por eso, por no haberse aguantado, por no poner límites, Noah abrió los ojos como platos por lo que acababa de escuchar, no quedaba duda que ahora estaba en problemas, que Sophia lo estaba odiando, y él no podía tolerar ese tipo de situaciones, odiaba los reclamos
— Pero Sophia, ella es solo… — logró decir cuando Sophia lo interrumpió furiosa, levantándose de la cama
— Sí, tu amante, eso dirás verdad, que solo es tu amante, que solo te acuestas con ella, y quizá piensas que yo voy a ser lo mismo, quieres jugar conmigo de esa forma también — lo acusó mientras levantaba la ropa del suelo y se la ponía rápidamente
— Sophia no, no lo malinterpretes — se excusó Noah levantándose de la cama para dirigirse a ella — quiero decir que con Kate no tengo ningún compromiso formal — agregó ante su mirada acusadora
— Bien, pero te acuestas con ella, tu hermano lo ha dicho, entonces si ella es tu quita ganas, por qué me usaste a mí, no debiste entrar ni provocarme y yo, yo, yo no debí dejarme llevar por tus provocaciones — dijo con rabia y las ganas de llorar a flor de piel
Sophia era una mujer muy de hogar, no estaba acostumbrada a las aventuras pasionales de una noche, ni a esas relaciones en donde solo el sexo estaba de por medio, ella creía en el amor de otra forma, en eso de amarse únicamente y tener relaciones con un solo hombre, con el que se ama, pero definitivamente que los besos de Noah no la habían dejado pensar con coherencia ni con esa moral.
— No te usé, en verdad me gustas, te deseaba mucho
— Sí, pero de eso no se va a pasar a más, es decir, no es que quiera que te cases conmigo mañana mismo, solo pienso que esto no debió pasar, no había motivo — contestó finalmente con la voz más calmada
Noah sintió que el corazón se le marchitaba, entendía bien lo que Sophia quería decirle, y comprendió que había hecho mal también al besarla, aunque en el fondo no se arrepentía de nada, haberla tenido en sus brazos había sido maravilloso para él.
— Tú también dijiste que me deseabas — intentó excusarse, quería consolarla, darle una respuesta, pero no la tenía, no sabía qué decirle para hacerla cambiar de opinión ¿Acaso ella no era como las otras que se sentían feliz por haberse acostado con él? La actitud de Sophia le pareció igual a la de una adolescente
— Sí, pero, no debimos, Noah, tú eres mi jefe y no tenemos ningún vínculo como para haber hecho esto, además tú ya estás con Kate, sea cual sea la relación que tengas con ella, están juntos, ella es la que se acuesta contigo — le dijo con un tono de voz normal intentando que no pareciera un reproche
Noah se sintió fastidiado, en verdad acostarse con ella le había encantado, pero era solo eso, el deseo, no iba a confesarle amor eterno después de eso, y entendió que quizá eso era lo que Sophia esperaba para acostarse con un hombre, y él ahora no podía decir eso ni siquiera lo sentía, ni siquiera sabía que era eso de amar a alguien para tener relaciones sexuales, y él estaba acostumbrado a otro tipo de mujer, esas que disfrutaban del sexo sin prejuicios sin importar si las quería o no, si eran amigos o novios.
— Bien, Sophia, no pensé que esto te provocara daños, solo creí que disfrutarías del placer — aclaró Noah mientras buscaba su ropa con total desánimo
— Y lo hice, pero
— Pero nada, Sophia, ahora estás frustrada, por lo cual no importa si sentiste placer o no, lo mejor será que me largue de aquí — contestó enfadado, a Sophia le golpeó su indiferencia
— No, quien se larga soy yo — dijo antes que Noah pudiera abrir la puerta
— No puedes irte a esta hora — espetó él
— No, irme de aquí no, me iré de tu clínica — advirtió Sophia, ni siquiera supo en qué momento tomó esa decisión tan drástica, pero algo si tenía claro, y es que no podría soportar seguir trabajando ahí después de lo que había sucedido, pues no estaba dispuesta a convertirse en la amante de su jefe y sabía bien que él no la ocuparía para otra cosa.
— ¿Cómo? — Dijo Noah volteándose hacia ella totalmente sorprendido
— Sí — musitó ella cuando se encontró con sus ojos café que la miraban llenos de furia y preocupación
— Esto no es un motivo para que te vayas, nadie te está quitando el trabajo, además tú eres la mejor asistente que tengo, acaso no te das cuenta de lo que logramos hoy, no habría sido posible sin ti, sin tu idea, Sophia, no vas a marcharte por esto — Explicó Noah intentando mantener la calma y llenándose de paciencia, algo que casi no tenía
— Pero es que Noah, será horrible — se defendió
— Te comportas como una adolescente, no deberías complicarte la vida por algo tan sencillo como el sexo, es solo eso, eso fue lo que pasó, deberías sentirte satisfecha y relajada — Dijo Noah, referente a la actitud de Sophia
— Para las mujeres como yo, para mi cerebro, mi corazón y mis valores, las cosas no funcionan así — Se defendió Sophia demostrando su perspectiva sobre las relaciones.
— Si te quieres ir, yo mismo te despido — Dijo, después de resoplar, indispuesto a seguir discutiendo.
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— Parece que nunca te hubieses acostado con un hombre, te estás comportando como una niña — Agregó Noah antes que Sophia pudiera hablar y eso la llenó más de rabia— no me ofendas — dijo Sophia llena de ira— Es la verdad, te estás comportando patéticamente — añadió Noah, y luego se arrepintió por expresarse de esa manera, así que para compensarlo continuó — yo solo quería estar contigo, me pareces demasiado atractiva e inteligente, llevo meses observándote, me fascinas me provocas demasiado, no pensé que fueras tan recatada— Lo soy, pero me dejé llevar y no quiero que esto traiga problemas a nuestra relación laboral, por eso lo mejor será que me vaya — Agregó Sophia intentando controlar las ganas de llorar, en el fondo no deseaba perder su trabajo. Tenía una vida independiente, ya no vivía con su madre, sino que alquilaba un apartamento en donde disfrutaba de su tranquilidad y se daba todos los gustos que quería, pero si perdía su trabajo nada de eso podría seguir siendo útil, y no
— No creo que ella piense lo mismo, te odiará por engañarla — escupió Cristopher buscando una forma de amenazarlo y de advertirle que estaba en serios problemas, que él no se quedaría tranquilo y que aprovecharía toda forma de ventaja sobre él, para cobrarse lo que le había hecho, respecto a Kate. — No me importa, te he explicado una y otra vez que ella no significa nada en mi vida, solo fue una aventura, jamás le he mostrado interés en otra cosa que no sea nuestro vínculo sexual, no te confundas, sé que mi padre está entusiasmado con ella, pero Kate, no es mi novia como él piensa, se lo dije así para evitar confesiones innecesarias, porque deseo que esté bien y no quiero darle problemas, pero no, Cris, Kate solo me ha acompañado un par de noches, la mayoría de veces que la necesito me cancela, siempre está ocupada, tienes el camino libre con ella — siguió diciendo Noah, sabía que si Cris se había enterado era por su padre el señor Wilson Smith, quien estaba demasiado emocionado por s
Devan se detuvo un momento, y con su acento afeminado — Lo siento, queridísimo Noah — dijo, pero este lo miró con más enojo, odiaba las persuasiones, y sobre todo se sentía frustrado por saber que Sophia no aparecía por ningún lado. Estaba ansioso por no mirarla, porque quería hablarle, decirle lo que estaba sintiendo.— Qué me digas, qué pasa, no te entiendo, habla claro — Le insistió con voz fuerte— Pues, es que, Noah, pensé que estabas enterado — titubeó Devan con sus ademanes femeninos más pronunciados por el nervio que le provocaba la situación— De qué, habla, de qué — repitió Noah demostrando toda su frustración, sabía que algo malo ocurría y que el culpable de todo era su hermano Cris.— Ay, no, no quisiera ser yo quien te lo diga, es que es tan terrible — Se defendió Noah, ahora con miedo por haberle revelado que algo malo pasaba— Pues entonces, si no vas a decirme, lárgate, no me hagas perder el tiempo y mejor llama a Sophia — Pidió Noah regresando a las gavetas para seguir
Cuando la ambulancia finalmente se detuvo en el hospital gubernamental, Noah vio a Sophia bajarse después que sacaron la camilla en la que llevaban a una señora conectada a un respirador. El asunto parecía grave, y era claro que se trataba de la salud de la madre de Sophia, quien recientemente había estado enfermaSe bajó de prisa antes que Sophia pudiera entrar al hospital, ella se sorprendió tras mirarlo acercándose a ella, e impidiéndole el paso para entrar al hospital— Espera, por favor — pidió Noah tomándola del brazo y situándose frente a ella— ¿Noah? ¿Qué haces aquí? — le preguntó arqueando las cejas y cruzándose de brazos, quería ocultar lo que sentía, estaba fingiendo indiferencia, pero también se sentía molesta por lo que había salido en la red social, pensaba que era culpa de él y eso la tenía llena de ira y preocupación, además le había creado un problema familiar que por el momento había sido omitido de cierta manera, por la complicación de su madre.— Escúchame, no te
Noah hizo un movimiento involuntario causado por el susto que le provocó ese roce, estaba muy retraído observando a Sophia que ni siquiera había pensado que en ese hospital era donde trabajaba su amante.—Con que tu instinto de hombre engreído murió y entonces viniste a buscarme ¿Ahora si vas a darme una explicación? — dijo Kate tras tocarle la espalda y rodearlo. Noah sintió como los vellos de la piel se le erizaban y la garganta se le secaba. No quería que su presencia ahí perjudicara la atención que necesitaba la mamá de Sophia, ni que ella los viera juntos— No — respondió a secas, ni siquiera sabía qué responderle o cómo justificar su presencia ahí— Entonces, qué haces aquí, viniste a buscar otra mujer con quien revolcarte — Insinuó Kate demostrando la rabia en la pronunciación de cada palabra— Doctora, lamento interrumpirla, pero ya tiene varios pacientes esperándola y hay uno en especial que necesita una cirugía, ya hemos realizado los exámenes correspondientes, en un momento
Sophia no tenía ni la menor idea de cómo iba a solucionar ese embrollo, pero lo que sí estaba claro es que no quería estar cerca de esa mujer a la que de cierto modo le había causado daño, pues a ninguna persona le gustaría ver a su novio, amante, pareja, lo que fuera, públicamente con otra.Así que la entendía bien, comprendía su dolor, y se sentía terriblemente mal por eso, si algo detestaba era provocar dolor en otra mujer, pero aquí el más culpable de todo, era Noah, el insaciable Noah, el estúpido y patán Noah, su única solución en el momento que estaba pasando.—¿Tiene un vehículo para transportarla o requiere de una ambulancia? — interrogó el doctor, con amabilidad, indispuesto a contradecir lo que había solicitado— Si pudiera, por favor, prestarme el servicio de la ambulancia, se lo agradecería, mil disculpas — Dijo Sophia con vergüenza, ante la mirada de todos los pacientes que se encontraban ahí esperando ser atendidos, mientras en su cabeza daba vueltas la idea de soluciona
— Por Dios, Noah, no vengas con eso ahora, sabes el lío en el que estamos metidos y tu mujer, Kate, está furiosa, no deberías jugar con algo tan serio — respondió Sophia con la voz un tanto seca, escucharlo decir eso le había removido todos sus recuerdos, pensar en boda le asustaba, pues no era fácil asimilar que se había quedado con su vestido de novia listo, luego de enterarse de la infidelidad de su novio y la traición de su prima. Además lo que le había hecho pasar Kate era la advertencia clara para entender que no debía meterse más con Noah, pues las consecuencias de ese pequeño encuentro estaban perjudicando grandemente su bienestar profesional, emocional y familiar— Sophia, escúchame, intento remediar la situación, no he sido del todo amable, y tal como dices, me he comportado igual que un patán, pero en verdad, no es eso lo que quiero, tú me pareces demasiado— Fácil — lo interrumpió ella — quizá pienses que soy fácil porque esa noche caí redondita en tus brazos pero es que no
La cara de Noah cambió tan pronto leyó ese mensaje, eso significaba un gran peligro para él y no quería que Sophia se enterara, pero sería inevitable, pues se dirigían a la Clínica, y ya estaban cerca— ¿Pasa algo? — preguntó Sophia cuando lo vio cambiar de color— No, nada, es solo un aviso de Devan — contestó Noah colocando el celular en el asiento— Pues tuvo que ser algo terrible, porque estás pálido — Dijo Sophia con un poco de preocupación— No, nada, solo debemos darnos prisa, ya estamos a unas cuadras de la clínica, estarás con tu madre y todo se solucionará — respondió Noah un tanto nervioso, empezó a conducir con más prisa, Sophia sintió que por momentos era difícil comprender a su jefe, como él había dicho, solo ante ella se mostraba diferente, pues nunca antes había imaginado que fuera él quien le ayudara con el asunto de su madre, que pudiera brindarle apoyo y compañía cuando más necesitaba. Tal vez el verdadero amor era eso, estar para el otro, no desampararlo ni huir cu