Regálame un comentario, me gustaría saber si te gusta la novela o no
— A él no le interesas, Kate, dime qué hay qué hacer para que de una vez te enteres, que Noah está jugando contigo, que todo este tiempo solo te usó para calmar su calentura, y que ahora no le importa otra cosa más que esa tal Sophia — dijo Cris intentando que Kate por un momento pusiera los pies sobre la tierra y comprendiera que él si la amaba, a diferencia de Noah— Pues eso no le va a durar mucho, yo misma me encargaré de apartar a esa mujer de mi camino y lograr que tu hermano se quede conmigo, porque de mí, nadie se burla Cris, y no vengas ahora intentando parecer mi salvador, no te necesito — dijo Kate pasando a su lado con arrogancia y dejándolo mudo, la frustración de Cris se aumentó, quería correr tras ella, o tras Sophia, o romperle la cara a Noah, se sentía impotente, deseaba hacer lo que fuera para que los ojos de Kate se fijaran en él y olvidaran a su hermano, pero se había equivocado, la única capaz de ayudarlo, habría sido Sophia si tan solo desde el primer momento se h
Cuando estuvo ahí, en medio de ese nuevo cuarto de hospital, la tristeza la inundó, pensaba en Noah, no podía evitarlo, lo tenía en su mente a cada segundo, su forma de ser, su amabilidad con ella, sus atenciones especiales, lo que había hecho por su madre a pesar de los desplantes que había ocasionado, lo pensaba así, lejos de su actitud como CEO; lo recordaba más bien como ese hombre tranquilo que se había subido junto a ella en el avión y que había bromeado sobre su miedo a los accidentes aéreos.— Maldición Noah, como es que me pusiste el mundo de cabeza cuando antes ni siquiera me atreví a mirarte, parecías imposible, inalcanzable — murmuró sintiéndose furiosa consigo mismaLa sorprendió una voz que la obligó a ponerse la bata rápidamente — Buenos días, bienvenida — dijo el hombre tras abrir la puerta— Buenos días, Señor — contestó ella con amabilidad— Soy el doctor Mateo Omalu, quien la contrató — dijo él presentándose mientras le daba la mano para saludarla, Sophia correspond
— Hablar sobre qué — escupió Mateo de golpe, sorprendido por esa petición, en verdad él se había creído lo que dijo Kate, que en verdad Noah no estaba enamorado de la asistente sino de ella y por eso justamente le estaba ayudando, pero escuchar a Noah mencionarla de esa manera y con tanta franqueza, no había duda, la que estaba equivocada era Kate— Sí, no te hagas, sé que me entiendes bien lo que digo, necesito que hablemos sobre Sophia, ella no puede seguir trabajando para ti, la necesito en mi clínica, y además, ella ni siquiera ha sido liquidada — dijo Noah rápidamente, mientras se pasaba la mano por la cabeza, la desesperación por ella lo estaba acorralando, él mismo se desconocía ante sus acciones, pero solo tenía en la mente, regresar a ella, tenerla cerca, conocerla, descubrir si en verdad estaba sintiendo algo más allá de lo que en su vida había sentido— Pero, Noah, qué te sucede, si tú mismo me la recomendaste, me pediste que le diera trabajo aquí — Continuó Mateo, incapaz d
—Si es para hablar de mi madre, deberías decírmelo ahora, Noah de verdad, no estoy para juegos — Titubeó Sophia llena de preocupación— No, no, no, te han dicho que eres una cabezota, siempre te enfadas por cualquier cosa, calma niña, no te haré nada malo, y además tu madre está en la mejor clínica de este país, muy bien cuidada, podrás quedarte con ella esta noche, hablarle, te prometo que todo estará bien, solo ten paciencia, y no niegues más lo que intento hacer por ti, cabezota — agregó en tono tranquilo, mientras la miraba— Sí soy cabezota, y si sigues de insolente, tendré que ponerme peor, porque mira que te inventas cada cosa, quién diría que el gruñón de mi jefe está aquí intentando convencerme de tener paciencia — agregó ella provocando que Noah se echara a reír— Pues ojalá que lo consiga, porque mira que eres difícil, tendré que hacer treguas contigo, pedirte que hagas algo a cambio de otra cosa, para ver si así te comportas como adulta y dejas la mala racha de un lado, qu
Sophia apenas podía creer lo que veía, su ceño fruncido de antes ahora había dado paso a una sonrisa genuina y cálida, esa que tenía cuando trabajaban juntos, de la misma que Noah se había enamorado antes de viajar— Es que todo esto para mí, me sorprende demasiado, no era necesario — musitó ella con temorNoah asintió con una sonrisa orgullosa. — Sí, lo es. Te mereces más que esto, quería mostrarte lo mucho que aprecio tu paciencia y tu forma de ser, incluso cuando soy un gruñón. También quería hacerte saber que me siento mal por lo que ha ocurrido, solo deseo que tengas otra perspectiva de mí, que no creas que solo te usé, sino que en verdad tu compañía significa mucho para mí, y pensé que quizás podríamos disfrutar de una cena juntos, sin preocupaciones, solo nosotros dos, poder hablar de lo que está sucediendo, de ti, de tus problemas, es decir solo pretendo ayudarte y que mejoremos nuestra relación, no quiero que las cosas continúen así, todo este tiempo me he portado como un pat
— Señor Noah, Kate ha llamado, quiere comunicarse con usted urgentemente, ha dicho que le ha marcado a su celular, pero no responde por eso ha llamado al teléfono de la clínica — le dijo su asistente, mientras Sophia, que realizaba el trabajo orientado por su jefe, solo pudo levantar la mirada con ironía ante eso, odiaba que las mujeres fueran tan hostigosas con los hombres — Por favor, Devan, para Kate todo es urgencia cuando se trata de molestar, si vuelve a marcar dile que le hablo luego, o simplemente no le respondas, debe entender que en horario laboral nadie debe molestarme — respondió Noah y Devan salió rápidamente del consultorio a cumplir lo que acababa de mandar, el Doctor estaba algo fastidiado por la actitud de esa mujer con la que eventualmente se acostaba, y con la que no quería tener un vínculo más personal que ese, le interesaba únicamente su cuerpo, no su voz ni su risa ni su mirada mucho menos su insistencia, la había metido en su cama porque era una hermosísima
Sophia se rio confusa al escuchar a su jefe hablar sobre una cita, pero antes de que pudiera darle una respuesta sonó su teléfono. La pantalla mostraba el nombre de su madre, por lo cual Sophia frunció el ceño con preocupación, porque sabía que posiblemente no podría salir del trabajo como lo había pensado. Noah, que estaba pensativo sobre la salida de su asistente, notó la expresión de Sophia y se acercó con curiosidad, deseaba ver de quién se trataba para asegurarse si en verdad tenía una cita— ¿Está todo bien, Sophia? — se atrevió a preguntar tras ver la impaciencia de Sophia y su falta de voluntad para responder— No es momento para atender llamadas — dijo Sophia luego de suspirar con frustración, se sentía muy mal por no poder cumplirle a su madre lo que había prometido— Pero ¿Necesitas contestar?— Sí, pero estoy en medio del trabajo y... — logró decir y se detuvo por el sonido insistente del teléfono. Noah la observó con curiosidad, preguntándose qué podría estar sucediendo p
— ¿Acompañarte? ¿A Miami?? ¿Ahora mismo? — preguntó, tratando de ocultar su nerviosismo ante un viaje improvisado y repentino, pero sobre todo el imaginar que tendría que pasar tanto tiempo junto a su atractivo jefe, pues aunque intentara omitir eso, ella lo admiraba en secreto, pero se autoconvencía que no debía poner sus ojos en él, porque jamás se fijaría en ella y además las revistas y la Prensa decían horrores sobre su vida amorosa.— Sí, en verdad te necesito, necesito resolver esto en cuanto antes, sobre todo porque mostraste mucho interés por estas pacientes, sé lo importante que era para ti asistir su cirugía — se excusó Noah buscando una manera de convencerla—Sí, pero no estoy segura, Noah. Es un poco repentino y... — comenzó a decir, buscando una excusa para rechazar la invitación, mientras su madre la observaba preocupada, ella no quería que su hija tuviera que irsePero Noah la interrumpió antes de que pudiera terminar su frase.— Por favor, Sophia. Necesito tu ayuda con