— ¿Acompañarte? ¿A Miami?? ¿Ahora mismo? — preguntó, tratando de ocultar su nerviosismo ante un viaje improvisado y repentino, pero sobre todo el imaginar que tendría que pasar tanto tiempo junto a su atractivo jefe, pues aunque intentara omitir eso, ella lo admiraba en secreto, pero se autoconvencía que no debía poner sus ojos en él, porque jamás se fijaría en ella y además las revistas y la Prensa decían horrores sobre su vida amorosa.
— Sí, en verdad te necesito, necesito resolver esto en cuanto antes, sobre todo porque mostraste mucho interés por estas pacientes, sé lo importante que era para ti asistir su cirugía — se excusó Noah buscando una manera de convencerla
—Sí, pero no estoy segura, Noah. Es un poco repentino y... — comenzó a decir, buscando una excusa para rechazar la invitación, mientras su madre la observaba preocupada, ella no quería que su hija tuviera que irse
Pero Noah la interrumpió antes de que pudiera terminar su frase.
— Por favor, Sophia. Necesito tu ayuda con esto, confío en tu juicio y sé que juntos podemos encontrar una solución para este problema. Mira que en cuestión de segundos me has dado una solución, necesitaré de tu asistencia para esas cirugías y confío ciegamente en tu trabajo — dijo, con una voz suplicante.
Sophia se mordió el labio inferior, indecisa. Sabía que tenía razón en cuanto a la importancia del problema porque eso era algo que desde días atrás la tenía mal. Además, la idea de viajar a Miami, aunque repentino, también era emocionante, necesitaba distraerse un poco,
— Bueno, supongo que... podría hacerlo. Pero necesito hacer algunos arreglos y... — titubeó, mientras Noah la interrumpió nuevamente
— No tienes que hacer ningún arreglo, nos iremos en mi avión, solo es cuestión de que tengas tus papeles y el resto corre por mi cuenta. Nos encontramos en el aeropuerto en una hora, ¿te parece? — dijo Noah, con una sonrisa de alivio, y para evitar que le diera una mala respuesta o se negara, inmediatamente cortó la llamada.
— Con que de viaje a Miami ahora mismo — murmuró mientras se cruzaba de brazos
— Con mi jefe, asuntos de trabajo madre — Dijo Sophia con pesar, no quería dejar a su madre, pero tampoco deseaba faltar en su trabajo y dejar a esas mujeres con su cirugía pendiente
— Oh, un viaje con tu jefe, suena fabuloso, además en Miami con esas hermosas playas — insinuó Amelia, su madre
— Mamá! — la amonestó Sophia — es solo mi jefe qué de relevante tiene eso, no iremos a las playas vamos a trabajar, quién desea viajar a estas horas de la noche — se defendió Sophia mientras llevaba a su boca otro pedazo de pastel, estaba nerviosa
— Pues cualquier mujer querría eso
— Cualquier mujer menos yo, para mí los hombres no son nada agradables en un viaje — gruñó molesta aún con la boca llena, su madre se carcajeó y continuó molestándola
— Eso dices porque Andrew era un patán, pero también hay hombres buenos, hija, tu jefe suele ser amable, lo has dicho cuando has contado cosas sobre él
— Andrew, mamá, Andrew ni siquiera merece ser mencionado en esta plática, basta — dijo Sophia molesta porque su ex había sido un tremendo infiel con el que se había negado a casarse hacía un par de meses
— Bien, pues vámonos que debes marcharte — dijo por fin con seriedad Amelia mientras tomaba el bolso.
Una hora después, Sophia ya estaba en el aeropuerto, lista para abordar el vuelo a Miami, era muy puntual. No pudo evitar sentirse nerviosa por el repentino viaje con su jefe, que se apareció unos minutos más tarde, demostrando su imponente elegancia que lo hacía lucir más guapo, llevaba un traje de un color oscuro, ella percibió como se ajustaba a su esbelto cuerpo, delineando sus músculos, por lo general siempre lo veía con bata y no había descubierto ese detalle. La camisa blanca de algodón con corbata de seda italiana, cuidadosamente anudada, se miraba perfecta con el color del traje y sus zapatos de cuero italiano combinaban perfectamente con su reloj.
Ella se miró de pies a cabeza totalmente avergonzada; llevaba una vestimenta sencilla, un simple suéter de lana tejida y sus jeans desgastados, era lo que había decidido ponerse por comodidad para el viaje, y sus zapatos eran unos simples mocasines de cuero marrón, cómodos que la hacían lucir de cualquier manera, menos femenina.
— Maldición, no pudiste pensar en otra cosa que en esta ridícula ropa — se dijo para si, mientras Noah se acercaba dejando a su paso el olor de su rico y caro perfume
— ¿Estás bien? — preguntó Noah, notándola ansiosa.
— Sí, solo un poco nerviosa por el viaje, supongo — admitió ella, intentando sonar tranquila y no demostrar que se estaba odiando por la ropa que llevaba
Noah le ofreció una sonrisa y le colocó una mano en el hombro — Estaremos bien, Gracias por acompañarme, eres la mejor asistente que tengo — dijo, con voz tierna
Sophia no pudo evitar sonreír ante la actitud de Noah. Tal vez tenía razón, tal vez ese viaje improvisado no sería tan malo después de todo.
Mientras estaban a bordo del avión rumbo a Miami, Sophia estaba nerviosa por tenerlo a su lado pero sobre todo por volar a esa hora de la noche, miraba con atención las instrucciones de seguridad que ofreció la azafata, porque hacía más de un año que no tomaba un vuelo.
— Deja de leer eso ¿Acaso es la primera vez que vuelas? — le preguntó desconfiado
— No, pero siempre tengo miedo, no quisiera morir porque este avión se caiga, sería fatal — dijo ella en un tono de voz trágico, Sophia solía ser muy exagerada y se llenaba de ansiedad por cualquier cosa
— ¿Sabías que hay más posibilidades de ser golpeado por un coco que de morir en un accidente de avión? — dijo Noah, con una sonrisa intentando calmarla
Sophia lo miró con sorpresa, nunca pensó que su jefe pudiera decir estupideces, luego soltó una risita nerviosa.
— No, no lo sabía. Pero, ¿de verdad necesitabas decirme eso ahora? — respondió entre risas y nerviosismo
Noah encogió los hombros — Solo trato de mantenerte tranquila, ¿sabes? Además, siempre es bueno saber que tenemos más posibilidades de enfrentarnos a un coco rebelde que a un accidente aéreo — bromeó, intentando relajarla
Sophia rio apenada, sintiéndose un poco confusa ante la ocurrencia de Noah. No sabía que su jefe podía comportarse de esa manera tan tonta fuera de la clínica.
Durante el viaje, Sophia no paró de escribir en una libreta las posibles soluciones al problema, mientras se las comentaba a Noah convencida de lo que estaba diciendo, pero a él solo lo impactaba su voz y belleza, la naturalidad con la que solía pensar y hablar.
Finalmente, llegaron a Miami y fueron recibidos por Cristopher, el hermano de Noah. Sophia sintió una extraña sensación al encontrarse con él, ese tipo era totalmente reacio, y ella sabía identificar las malas vibras
— Hola, soy Christopher, el hermano de Noah. Mucho gusto en conocerte, Sophia — dijo, con una sonrisa encantadora, mientras la tomaba de la mano para besarla, ella quiso evitarlo, pero no pudo.
Eso provocó que Sophia se sintiera más incómoda, Noah lo observó con ira, no le parecía agradable que le besara la mano.
— Pensé que vendrías con Kate — insinuó Cristopher, pues cuando fueron adolescentes estuvo enamorado de ella, y ahora aborrecía que estuviera involucrada con Noah
— Para qué podría traerla — le reprochó Noah, no estaba dispuesto a caer en su juego absurdo, lo conocía bien y además no deseaba mencionarla frente a Sophia
— Pues para cogértela en Miami, eso es lo que te encanta '¿No? — Dijo Cristopher con su tono de voz sarcástico, provocando la ira en Noah, quien se volvió rojo como un tomate por la vergüenza que le provocó que su hermano dijera eso ante Sophia
— No es momento para hablar de esas cosas, arreglemos el problema que tenemos, Sophia trae una propuesta, pero necesitamos de ti y de tu clínica — Le dijo Noah intentando mantener la calma. Pero Cris era un hombre que le encantaban los conflictos y retar a su hermano le parecía un hobby muy agradable, no desaprovecharía la oportunidad para fastidiarlo
— Problemas que tú provocas por tu incompetencia — le gritó — ahora no vengas de moralista, que sé bien que te estás cogiendo a Kate, a sabiendas de lo que sentí por ella ¿Por qué no quieres hablar de eso? ¿Acaso ella también es tu amante? — le dijo mientras lo tomaba del saco con ira
Sophia sintió que estaba siendo involucrada en un problema que no le correspondía, además como era posible que se atreviera a decirle que era su amante, cuando ella era una mujer modesta que solo estaba cumpliendo con su trabajo.
Sophia se sintió incómoda al presenciar la discusión entre los hermanos, y aún más al ser involucrada indirectamente en ella. Tomó la libreta y se salió de la oficina.Noah visiblemente molesto, se liberó de la mano de su hermano y dio un paso hacia atrás, tratando de contener su enfado y corrió tras Sophia— Anda, corre como rata — le gritó Cris que no podía con el enojo que le daba que Noah estuviera con Kate—Lo siento, Sophia. Esto no debería haber ocurrido. Por favor, disculpa a mi hermano. Está un poco alterado por asuntos personales que no vienen al caso —se excusó Noah, tratando de que Sophia no se sintiera malSophia asintió con comprensión, aunque no estaba acostumbrada a presenciar conflictos tan directos, especialmente entre sus superiores.—No te preocupes, Noah. Entiendo que las cosas a veces se salen de control. Pero creo que lo importante ahora es resolver el problema que nos trajo aquí —respondió Sophia con calma, demostrando su profesionalidadCristopher, por su part
Noah no supo en qué momento dejó de controlar sus instintos y decidió besar a Sophia, fue un impulso que se salió de su conciencia. Pero ella correspondió y eso le agradó demasiado, pues antes se había mostrado fría ante él, y ahora parecía no tener ningún problema con que le hubiese robado un beso. Mientras Noah acariciaba su mejilla,Sophia sentía cómo su corazón latía con fuerza y la sangre se le calentaba, provocándole sensaciones que ni siquiera con su ex había experimentado. Los labios de Noah rozaron los suyos con una delicadeza exquisita, eran gruesos y amplios. Sophia cerró los ojos instintivamente, dejándose llevar por la suavidad del contacto con la humedad de sus labios que se movían con delicadeza sobre los de ella. Sophia respondió con un suspiro contenido, permitiendo que la sensación de placer se intensificara. Poco a poco, Noah sintió que la pasión se apoderaba de él. Nunca antes había probado unos labios tan exquisitos como los de Sophia, y eso que se había besado co
— Parece que nunca te hubieses acostado con un hombre, te estás comportando como una niña — Agregó Noah antes que Sophia pudiera hablar y eso la llenó más de rabia— no me ofendas — dijo Sophia llena de ira— Es la verdad, te estás comportando patéticamente — añadió Noah, y luego se arrepintió por expresarse de esa manera, así que para compensarlo continuó — yo solo quería estar contigo, me pareces demasiado atractiva e inteligente, llevo meses observándote, me fascinas me provocas demasiado, no pensé que fueras tan recatada— Lo soy, pero me dejé llevar y no quiero que esto traiga problemas a nuestra relación laboral, por eso lo mejor será que me vaya — Agregó Sophia intentando controlar las ganas de llorar, en el fondo no deseaba perder su trabajo. Tenía una vida independiente, ya no vivía con su madre, sino que alquilaba un apartamento en donde disfrutaba de su tranquilidad y se daba todos los gustos que quería, pero si perdía su trabajo nada de eso podría seguir siendo útil, y no
— No creo que ella piense lo mismo, te odiará por engañarla — escupió Cristopher buscando una forma de amenazarlo y de advertirle que estaba en serios problemas, que él no se quedaría tranquilo y que aprovecharía toda forma de ventaja sobre él, para cobrarse lo que le había hecho, respecto a Kate. — No me importa, te he explicado una y otra vez que ella no significa nada en mi vida, solo fue una aventura, jamás le he mostrado interés en otra cosa que no sea nuestro vínculo sexual, no te confundas, sé que mi padre está entusiasmado con ella, pero Kate, no es mi novia como él piensa, se lo dije así para evitar confesiones innecesarias, porque deseo que esté bien y no quiero darle problemas, pero no, Cris, Kate solo me ha acompañado un par de noches, la mayoría de veces que la necesito me cancela, siempre está ocupada, tienes el camino libre con ella — siguió diciendo Noah, sabía que si Cris se había enterado era por su padre el señor Wilson Smith, quien estaba demasiado emocionado por s
Devan se detuvo un momento, y con su acento afeminado — Lo siento, queridísimo Noah — dijo, pero este lo miró con más enojo, odiaba las persuasiones, y sobre todo se sentía frustrado por saber que Sophia no aparecía por ningún lado. Estaba ansioso por no mirarla, porque quería hablarle, decirle lo que estaba sintiendo.— Qué me digas, qué pasa, no te entiendo, habla claro — Le insistió con voz fuerte— Pues, es que, Noah, pensé que estabas enterado — titubeó Devan con sus ademanes femeninos más pronunciados por el nervio que le provocaba la situación— De qué, habla, de qué — repitió Noah demostrando toda su frustración, sabía que algo malo ocurría y que el culpable de todo era su hermano Cris.— Ay, no, no quisiera ser yo quien te lo diga, es que es tan terrible — Se defendió Noah, ahora con miedo por haberle revelado que algo malo pasaba— Pues entonces, si no vas a decirme, lárgate, no me hagas perder el tiempo y mejor llama a Sophia — Pidió Noah regresando a las gavetas para seguir
Cuando la ambulancia finalmente se detuvo en el hospital gubernamental, Noah vio a Sophia bajarse después que sacaron la camilla en la que llevaban a una señora conectada a un respirador. El asunto parecía grave, y era claro que se trataba de la salud de la madre de Sophia, quien recientemente había estado enfermaSe bajó de prisa antes que Sophia pudiera entrar al hospital, ella se sorprendió tras mirarlo acercándose a ella, e impidiéndole el paso para entrar al hospital— Espera, por favor — pidió Noah tomándola del brazo y situándose frente a ella— ¿Noah? ¿Qué haces aquí? — le preguntó arqueando las cejas y cruzándose de brazos, quería ocultar lo que sentía, estaba fingiendo indiferencia, pero también se sentía molesta por lo que había salido en la red social, pensaba que era culpa de él y eso la tenía llena de ira y preocupación, además le había creado un problema familiar que por el momento había sido omitido de cierta manera, por la complicación de su madre.— Escúchame, no te
Noah hizo un movimiento involuntario causado por el susto que le provocó ese roce, estaba muy retraído observando a Sophia que ni siquiera había pensado que en ese hospital era donde trabajaba su amante.—Con que tu instinto de hombre engreído murió y entonces viniste a buscarme ¿Ahora si vas a darme una explicación? — dijo Kate tras tocarle la espalda y rodearlo. Noah sintió como los vellos de la piel se le erizaban y la garganta se le secaba. No quería que su presencia ahí perjudicara la atención que necesitaba la mamá de Sophia, ni que ella los viera juntos— No — respondió a secas, ni siquiera sabía qué responderle o cómo justificar su presencia ahí— Entonces, qué haces aquí, viniste a buscar otra mujer con quien revolcarte — Insinuó Kate demostrando la rabia en la pronunciación de cada palabra— Doctora, lamento interrumpirla, pero ya tiene varios pacientes esperándola y hay uno en especial que necesita una cirugía, ya hemos realizado los exámenes correspondientes, en un momento
Sophia no tenía ni la menor idea de cómo iba a solucionar ese embrollo, pero lo que sí estaba claro es que no quería estar cerca de esa mujer a la que de cierto modo le había causado daño, pues a ninguna persona le gustaría ver a su novio, amante, pareja, lo que fuera, públicamente con otra.Así que la entendía bien, comprendía su dolor, y se sentía terriblemente mal por eso, si algo detestaba era provocar dolor en otra mujer, pero aquí el más culpable de todo, era Noah, el insaciable Noah, el estúpido y patán Noah, su única solución en el momento que estaba pasando.—¿Tiene un vehículo para transportarla o requiere de una ambulancia? — interrogó el doctor, con amabilidad, indispuesto a contradecir lo que había solicitado— Si pudiera, por favor, prestarme el servicio de la ambulancia, se lo agradecería, mil disculpas — Dijo Sophia con vergüenza, ante la mirada de todos los pacientes que se encontraban ahí esperando ser atendidos, mientras en su cabeza daba vueltas la idea de soluciona