Había en mi vida bastantes situaciones vergonzosas, pero también algunas de las que me había salido con la mía de una manera eficaz. Como la vez en el internado cuando intenté fumar a escondidas en el baño, o cuando unas amigas me habían incitado a ver películas de terror (pese a que me daba pavor ver las películas de ese tipo), asistí. Entonces un novio de una de las chicas se había disfrazado de Freddy Krueger, con total terror le había lanzado una botella en la cabeza como autodefensa, no le paso nada más que unas cuantas puntadas. Pero ahora, ninguna de esas situaciones embarazosas se comparaba con aquella a la que en este momento me enfrentaba. Imponente, desafiante, con una mirada tan iracunda que me atravesaba. Nos quedamos varios segundos en esa posición, estaba igual que hace tres años, alto, imponente, con ese aire de grandeza, tan intimidante como siempre, había un par de líneas en su frente, quizá era la marca del ceño fruncido como ahora lo te
Estaba tan ansiosa en contar los segundos para que cambiara el semáforo que no me percaté del auto a lado del mío, miré por el rabillo del ojo y el conductor me hizo una seña para que me detuviera adelante.Apreté los ojos con fuerza. Dios me odias ¿no es cierto?Había dos opciones la primera era huir, acelerar hasta que me perdiera la pista, la otra y más dolorosa era enfrentarlo. El auto se aparcó no muy lejos, sobre la calle de Sainte Catherine.No estaba tan convencida y hacerlo significaba un gran error, sobre todo por lo que acababa de hacer. Una vocecita me gritaba “couard” (cobarde).¡Pues si lo soy!—Couard, Couard, Couard—mascullé una y otra vez.¿Qué debo hacer? Suspiré resignada y aparqué el auto delante de él, pero no me bajé, lo pensé mucho, me quedé sentada esperando. Unos nudillos tocaron la ventanilla del copiloto y di un respingo, ahí estaba, no llevaba saco y su camisa de lino gris se acentuaba perfecto a su figura musculosa, tenía un botón abierto que dejaba ver
Cuando conocí a Leonard hace tres años mi vida se volvió un caos, aunque fuesen solo dos días.Repentinamente, después de mi ceremonia de graduación todo volvió a la normalidad, había hablado con Jasón, me había quedado para curarle las heridas, nuestro rompimiento fue inevitable, no fue en muy buenos términos, pero tuvo que dejarme en paz cuando cumplí mi amenaza.Jasón usó su “fama” para soltar bastantes chismes sobre mí, alentando también sobre mi pasado. Harta de todo, las chicas y yo planeamos enviar anónimamente unas fotografías comprometidas de Jasón al Pequeño Desayuno, el blog de chismes de todo Montreal. Así que, con la ayuda de Jules, las anónimas fotos salieron a la luz; Jasón no tuvo de otra más que dejarme en paz. De ahí en fuera todo había seguido con fluidez, el trabajo, la relación con mis padres, mis amigas e incluso mis amantes. Creí que bastaba con eso, y también que nunca volvería a ver a Leonard. Pero ahora, después de tres años, Leonard volvía par
3 AÑOS ATRASLos guardias de seguridad se llevaron a Jasón, lo retuvieron hasta que la policía llegó para llevárselo.Eso fue un terrible error.Jasón armó un escándalo terrible, alegando violencia y diciendo a todo mundo que yo le había sido infiel con Leonard Dómine. Comencé a recibir infinidad de mensajes de odio y muchas amenazas de mujeres, Jasón de nuevo, se había hecho la víctima.Muy bien, si esto era lo que quería, entonces esta guerra se haría tal cual.Analicé la situación, mi celular sonó con una llamada, era Travis.—¿Tienes idea de lo que está causando tu noviecito? ¡está jodiendo nuestra reputación! si no detienes esto, Audrey, me la pagarás…Le colgué.No estaba de humor para seguir escuchando amenazas. ¿A caso no piensa en mí?¿Cómo hacer para recuperar mi reputación?Vi las fotografías de Jasón, bien, sería una carta infalible.Envié las fotografías al Pequeño Desayuno, de manera anónima.Mientras tanto, pensé en la mejor manera de recuperar mi reputación
Los recuerdos tan vividos fueron desapareciendo para tornarse completamente oscuro. Era la presencia del despertar, donde, mi cerebro renuente a dejarme tranquila, recordando las palabras de mi hermano, fuertes, casi marcadas con hierro caliente “Se va a casar”Desperté. Abrí los ojos, mirando el techo, solté un suspiro mientras mi vista se adaptaba, quise darme la vuelta, pero encontré que un brazo fuerte y pesado me cubría de la cintura, giré un poco el cuello para cerciorarme de que aquel recuerdo de la tarde había sido de verdad. Unas facciones sumidas en el más profundo sueño, sus pestañas largas se movían suavemente, su fuerte mandíbula descansaba en el más tranquilo sueño. Me quedé mirándolo un buen rato, observando lo alto de sus pómulos, sus labios hinchados, su limpia barba, recorrí con mis dedos su brazo musculoso, la línea de sus venas que se entrecruzaban y sobresalían ligeramente, dejé que mis dedos se deslizaran con lentitud hasta su
Los golpes se hacían cada vez más insistentes.—¡Leo, maldita sea abre la puerta! —decía furiosa, era una mujer. Abrí los ojos completamente sorprendida, ¡Me había acostado con él y ahora su maldita prometida estaba fuera!—Sé que llegaste anoche, abre ahora mismo la puerta—gritoneaba.Estaba a punto de protestar, pero advirtió mi movimiento y me llevó una mano a la boca.—No hables—susurró. Llevé mis manos a sus brazos y los apreté con fuerza, él sonrió un poco y dio unos cuantos pasos hacia adelante arrastrándome a la pared más cercana, eso hizo que su cuerpo estuviera pegado al mío, y él estaba desnudo. Una ola de calor nos envolvió a los dos, y mi corazón comenzó a martillear con fuerza y estaba casi segura de que él escuchaba mis latidos, el calor de su cercanía, me hizo darme cuenta de mi excitación. Pero escuchar que alguien estaba del otro lado de la puerta me hizo obligarme a luchar contra eso.—Sé que no he sido honesto contigo—susurró y s
Me dispuse a manejar hasta el departamento de Rose, mi mano aun doliendo haciendo un abierto recordatorio de que todo lo que había pasado con Leonard era real. Incluso dentro de mi jeep se había impregnado el olor de él, maldije para mis adentros, abrí las ventanillas, pero ni eso pudo borrar su aroma, después me percaté de que no solo mi auto era del que procedía ese olor, sino, era yo.—Por dios mujer—esta vez Jade abrió la puerta—, te esperábamos hace horas ¿Qué te sucede? —me miró con esos ojos que sabía perfectamente que ella había bautizado esa mirada como “los ojos de bruja” —. ¡Rose! —le gritó a mi otra amiga mientras tiraba de mí para meterme al departamento—, tenemos otra emergencia—chistó Jade arrastrándome hacia la cocina. Rose apareció desde dentro con su “especial mandil”, una pañoleta azul con lunares blancos que aferraba sus cabellos rojizos, unas cuantas manchas de harina en su rostro.—¿Qué sucedió, cariño? Pronto estarán las tartitas, Jade saca los mojit
Es una verdad mundialmente conocida que toda mujer debe tener una bata de tul. Sinceramente eleva mucho la autoestima, su caída de vestido como una cascada, y las orillas de pelo muy suave, y lo mejor de todo, es vino. Debajo, un hermoso conjunto a juego de lencería. Me veo sexy.En fin, hoy llegó mi disfraz para el sábado. Jules ha armado todo un alboroto para su fiesta de cumpleaños en el club Royal y escogió un tema conocido entre las chicas y yo: Moulin Rouge.Brillos, plumas y seda, encantador.Lo acomodé en mi closet y busqué mi ropa para hoy. Es viernes y noche de chicas, había un concierto esta noche, las chicas y yo habíamos decidido asistir y después ir por un par de copas.Después de mi gran drama con Leonard el lunes, me había pasado el resto de la semana sin tantos ánimos, Jade y Rose se la habían pasado pendiente de mí, las amaba por eso, entonces llego el jueves e hicimos el plan de hoy. No me parecía mala idea, al fin y al cabo, necesitaba distraerme de tod