La mayoría de los hombres suelen estar acostumbrados a que las mujeres estemos tras de sus pantalones pidiéndoles que nos den un poco de amor, pero cuando encuentran una que no es tan fácil como ellos lo pensaban, buscan todos los medios para poderla conquistar y era lo que él estaba a punto de iniciar conmigo puesto que, al ser un chico tan codiciado, estaba acostumbrado a que la mujer que él quería, podía tenerla y ésta vez, las cosas estaban siendo diferentes.
-Gracias, ¿para qué ser igual a los demás si no tendrás nada que te haga destacar? ¿No es el ser diferentes lo que nos hace ser atractivos?
-Así es princesa. Y tú tienes muchas cosas que te hacen ser atractiva.
- ¿Ah sí? Qué bueno es saber que lo notes.
- ¿Por qué no hacerlo? Son evidentes. -Dijo él.
- ¿Por qué piensas eso? Hemos cruzado muy pocas palabras.
-No se necesita de mucho para darnos cuenta cuando alguien nos interesa de verdad.
-Ok, entonces sabrás esperar.
Todas las personas necesitamos asegurarnos que a quien intentamos conquistar, de verdad le interesamos, para saber si vale la pena arriesgarse a muchas cosas; entonces, necesitaba asegurarme si le importaba y seguiría tratando de convencerme o si solo se alejaría al ver que no me derretía por él, aun cuando en el fondo, deseaba poder estar a su lado y él lo sabía. Cuando de verdad se quiere, el tiempo no es obstáculo para ninguno.
A la mañana siguiente, fui por un vaso de agua a la cocina y mi madre estaba leyendo el periódico, como solía hacerlo todas las mañanas antes de ir a su trabajo.
- ¡Buen día mi pequeña! ¿Cómo amaneces hoy? Te noto muy risueña.
-Buen día mamá. ¿Por qué lo dices?
-No sé, siento que estas feliz ¿A qué se debe?
Mi madre me conocía mejor que nadie y sabía que algo en mi estaba sucediendo, así que decidí contarle sobre éste chico y ella como toda buena madre, me advirtió que debía conocerlo bien y asegurarme de que lo que mostraba ser, no eran solo apariencias para lograr conquistarme.
- ¿Por qué no me dijiste antes que Daniel te estaba cortejando?
- ¡Mamá!
- ¿Qué? Solo me preocupo por ti.
-Lo sé, pero tranquila, no es nada seguro. Primero me daré el tiempo para conocerlo, pero para hacerlo debo aceptar su invitación, ¿no crees? Si no ¿De qué otra manera podemos saber el uno del otro?
Mi madre sabía que nunca antes había estado en una relación con nadie y ella tenía ese miedo de todas las madres cuando ven que su pequeña hija, ya no es una niña, sino que ha crecido y se ha convertido en una mujer que quiere conquistar al mundo porque tiene la adrenalina de la juventud.
-Confía en mí. Todo estará bien. Además, de pronto no esté en la playa. –Dije, mientras me dirigía a la puerta. –Me regresé a dar un beso en su frente- Luego me marché.
Al llegar a la playa vi que estaba en la entrada del restaurante y al verme, una hermosa y cálida sonrisa se dibujó en su rostro. No pude evitar corresponderle.
-Que bellas se ven tus mejillas sonrojadas ¿Lo causo?
- ¿Siempre eres así de creído? -Pregunté riendo.
Él se acercó, me dio un beso en la mejilla y un olor a menta me abrigó. –Que buen aroma. Dije inhalando profundamente.
-Gracias señorita, ¿desea que la invite a desayunar?
-Es usted muy gentil. -Dije tomando su mano para subir las escaleras. –Que caballeroso.
-Con una reina ¿Quién no sería así?
¡Oh por dios! ¡El chico ideal! ¿Dónde había estado todo ese tiempo? Pero recuerden chicos, no podemos ser débiles ante la persona que se aparece en nuestros sueños.
Fuimos a una de las mesas y minutos después, nos encontrábamos desayunando, mientras hablábamos muy amenamente. Preguntas triviales y una conversación común, de esas que se tienen cuando estas conociendo a alguien, nos acompañaba en nuestra primera cita.
-Gracias por aceptar mi invitación.
-No es una invitación oficial.
- ¿Por qué no?
-Porque nos hemos encontrado aquí, por cosas de…
Él me interrumpió y dijo: -Por cosas del destino. Debemos descubrir porque razones nos hemos conocido. Nadie llega a la vida de otra persona solo porque sí; siempre habrá un motivo.
-Así es, pensamos igual. -Dije, mientras tomaba un poco de jugo.
- ¿Quieres saber que pienso de ti?
-Sí, dime. -Lo miraba fijamente.
-Aparentas ser una chica muy fuerte y tal vez lo seas, pero parece que nunca te has enamorado y por eso tienes miedo de hacerlo.
Él hablaba con una seguridad que, deseaba tener, pero tenía toda la razón. Nunca me había enamorado y esa sensación era algo nuevo para mí, por eso quizá mi instinto deseaba evitarla.
-Nunca me he enamorado, pero no tengo miedo de hacerlo.
- ¿Ah no? Pues parece, por algo te negabas a aceptarme. Sé que sientes algo por mí y por eso estas aquí.
-No estoy aquí por ti. Todas las mañanas vengo a mi caminata; es algo que hago desde muy pequeña.
-Lo sé, me lo habías dicho. Pero es distinto que estés trotando y muy distinto es que, en vez de estar trotando, estés aquí conmigo. ¿Alguna vez lo habías dejado de hacer por alguien?
Y una vez más volvía a tener la razón ¿Qué causaba en mí que descontrolaba todo lo que era hasta ese momento? Jamás había dejado de trotar por alguien y me sentía tan a gusto con él, que olvide mi rutina diaria, porque me resulto más placentero su compañía, que lo que más me encanta hacer todas las mañanas. No obstante, no podía demostrarle que estaba causando en mi algo que nadie había causado antes y no podía permitir que se aprovechara de eso. No todos somos tan malos, no todos somos tan buenos y algunas veces muchos resultan ser menos malos de lo que pensábamos y otras veces muchos resultan ser menos buenos de lo que esperábamos así que necesitaba saber qué papel jugaba él en mi vida.
- ¿Qué te hace pensar que no iré a trotar? -Refuté.
-Nada. Solo quiero sentirme orgulloso de saber que soy importante para ti y por eso has decidido quedarte junto a mí; aunque si gustas, puedo acompañarte. –Él se fue acercando a mí y en cuestión de segundos, nuestros labios estaban separados por milímetros, pero ninguno de los dos daba el siguiente paso.
-Tengo ganas de hacer algo. -Dijo él.
- ¿Qué? -Pregunté con voz un poco agitada, mientras mi corazón latía rápidamente y sentía que se quería salir de mi pecho.
-Poder darte un beso. Tus labios son irresistibles.
Unas ganas inmensas de besarlo me invadieron porque él era el chico que estaba causando en mi esa sensación de temblor en el pulso cuando te gusta mucho alguien y ¿Cómo evitar sentirme así? ¡No podía!
- ¿No crees que es prudente que esperemos un poco más? -Pregunté.
-No, porque no necesito perderte para darme cuenta que me interesas. No quiero que el tiempo juegue en mi contra y, por el contrario, quiero aprovechar cada segundo junto a ti. Además, quiero recompensarte el hecho de haber salvado mi vida.
-Pero, así como lo hice por ti, pude hacerlo por cualquiera.
-Si esa fue la estrategia que utilizo el destino para hacernos conocer, entonces valió la pena casi morir para poderte encontrar. -Dijo tomando mi rostro entre sus manos.
Cerré mis ojos y por un instante solo quise abalanzarme contra él y besarle apasionadamente, pero apenas era la primera cita y no es prudente que nos besemos enseguida, ¿o sí? En tiempos como los de ahora, muchas cosas no son prudentes e incluso muchas se han vuelto cotidianas; sin embargo, me controlé.
-Necesitamos conocernos más. -Dije suavemente.
-Si decides estar junto a mí, iras descubriendo todo. Aunque sería mejor que no supieras nada de mi pasado, no te traería nada bueno.
¡Atención queridos amigos! Si una persona se niega a contarte su pasado, mantente alerta, porque aun cuando muchas experiencias y cosas que hemos vivido, deseamos mantenerlas en secreto o no traerlas a nuestro presente, quien no tiene nada que ocultar, no teme contarte quién es y mucho menos contarte cosas de su vida privada porque si de verdad le interesas a alguien, querrá que conozcas hasta los lugares más oscuros y recónditos de su vida y tú no tendrás miedo de hacerlo.
-Quiero saber quién eres.
-Lo sabrás princesa. No te estoy negando conocerme, solo te digo que no hay muchas cosas interesantes que quieras saber, pero si aun así insistes, las descubrirás. Respondió mientras intentaba darme un beso.
-Lo que fácil viene, fácil va. No me gustaría iniciar todo tan rápido. -Dije anteponiendo mis manos para alejarlo un poco. ¡Lo tenía tan cerca y me sentía presionada, que sentía asfixiarme!
-Está bien. -Dijo mientras se acomodaba en la silla. -Hagamos algo, no te enamores. Si quieres vamos despacio, pero mientras tanto podemos estar juntos. –Agregó.
¿Qué? ¿Qué clase de propuesta indecente acababa de decir? ¡No quería ser una más del montón! Sentí desilusión al escucharlo y no por su forma de ser, sino porque esperaba mucho más de él y creía que lo que sentía por mí, era igual a lo que sentía por él y por tanto se comportaría de la misma forma en que lo estaba haciendo, porque de verdad quería que construyéramos unas bases sólidas para algo que no fuera esporádico. Pero no, no hacia diferencia en su vida.-Creí que eras distinto a los demás y tratarías de tener algo serio conmigo, pero ya veo que solo buscas algo efímero.- ¡No es así! Quiero algo serio contigo, pero ¿Por qué te niegas a darme un beso? ¿Qué hay de malo en eso?-No es el beso Daniel. Es tu forma de actuar, me tratas como una
Cuando conoces a alguien tu vida se transforma y quieras o no, nunca volverá a ser la misma, porque llegamos con propósitos que muchas veces escapan a nuestra razón. Descubramos los motivos por los que nos cruzamos en la vida de alguien y quedémonos con aquellos que nos permitan avanzar en nuestro camino hacia el éxito porque recuerden, todo pasa por alguna causa y nada sucede porque sí.“Cada vez que conoces a alguien, tu vida cambia y, tanto si te gusta como si no, nosotros nos hemos encontrado; yo he entrado en tu vida y tú en la mía”Federico MocciaIniciaba un nuevo día con un vacío que abrigaba mi ser, recordándome a Daniel y un palpito me decía que todo estaría en calma si hacía de cuenta que nunca lo conocí, pero sabía que de un
Muy pocas veces teníamos la oportunidad de charlar, porque nuestros horarios no coincidían, pero en las vacaciones fue más fácil hacerlo. Sentía algo de culpa por habernos distanciado la una de la otra, así que era momento de actualizarnos.-Cambiando un poco el tema, ¿cómo vas con tu esposo? Espero poder conocerlo pronto.-Gracias a Dios, bien. Es un buen tipo, aunque siempre está ocupado y muy poco tiempo comparte con nosotros.- ¿Y cómo se siente Felipe por ello?-Pues el niño dice que extraña mucho a su padre, que casi no nos dedica tiempo, pero le trato de hacer entender que, su papi necesita trabajar para que podamos estar bien.-Debe ser triste para un chico de tan poca edad no compartir tiempo con su padre.-Sí porque cuando llega de trabajar, él está durmiendo y a veces solo se ven unos cuantos minutos, cuand
Mantente alerta cuando alguien de rodeos para contestar a tus preguntas, porque algo oculta y puede que sea algo que lastime; así que, si sientes que debes alejarte, ¡hazlo! Es mejor retirarse a tiempo del campo de batalla, que ir a la guerra y morir en ella. -Mi vida tampoco es que
Daniel era la perfecta representación del hombre mentiroso que no tiene sentimientos de culpa, ni de angustia y mucho menos remordimiento por lo que hacen, por lo que no les interesa si lastiman a quienes los rodean; ellos solo quieren lograr sus objetivos sin importar los medios que usen para llegar a sus fines. ¿Alguna vez has mentido? Todos de forma piadosa lo hemos hecho para no herir o por salir bien de alguna situación y aunque no justifico el engaño no siempre es momento indicado para decir la verdad, por ello debemos saber cuándo hacerlo y no utilizarlo como medio de defensa. Aquellas personas que son expertas en esto de mentir, también les llega su momento de ser descubiertos, pues la verdad siempre sale a flote si sabemos agudizar nuestros sentidos y, ¡valorar las experiencias!"El que dice una mentira no sabe qué tarea ha asumido, porque estará obligado a inventar veinte más para sostener la certeza de esta primera"Alexander Pope.Transcurrieron dos semanas en las que él y yo íbamos todas las mañanas a trotar en la playa, lo cual se convirtió en uno de sus planes preferidos. Creía que era sincero en su forma de sCAPITULO 10: ENAMORÁNDONOS (1)
Por un momento me sentí feliz de saber que él imaginaba un futuro conmigo y aunque no estaba preparada para formalizar una vida de matrimonio, no pude evitar imaginar cómo sería mi familia junto a él, ¿cómo serían nuestros hijos? ¿Cuantos tendríamos? En fin, todas esas preguntas que uno no puede evitar hacerse cuando se enamora y cree que será para siempre, aunque algo en el fondo te dice que nada es eterno.-Por ahora, me gustaría comenzar por conocer a tu madre. -Pronto lo har&aa
Podrán pasar los años y ni siquiera nosotros mismos nos logramos conocer del todo, porque, aunque muchas veces decimos que no haremos algo lo hacemos y viceversa; eso lo aprendí gracias a él, porque por el amor que le tenía acepte cosas que no iban acorde a mi personalidad, pero el miedo a perderlo era más grande, así que creí por un momento que la mala era yo al ser tan psicorrígida.Lo miré y reflejaba serenidad y sinceridad, por lo que al cabo de unos minutos no pude evitar sentir ganas de abrazarlo, así que decidí disculparlo por lo que había hecho y disfrutar las cosas que me había llevado. No lo perdone por lo que me entregaba, sino porque así es el amor, ¡duele más perder a esa persona, que lo que hizo!-Está bien, pero prométeme que no volverás a llamar tanto la atención.-Te lo prometo preciosa, pero si antes