Valentina había escuchado muchas veces el dicho que decía "Te vas a tragar las palabras” Y precisamente eso era lo que estaba haciendo en ese momento, porque allí estaba días después de haber dicho que no se casaría con Luke jamás, sino cuando el infierno se congelará, el infierno no se había congelado y ella estaba a punto de casarse con el hombre con quien no quería casarse. “No te mientas, estás feliz de dar este paso”. —¡Claro que no! Si lo estoy haciendo es por mi familia, sobre todo por mi hijo, no por mí, si fuera por mí estaría llorando —respondió a su conciencia y esta se burló. “¿En verdad sabes con quién estás hablando?” —Con Santa Valentina —respondió. “Tu conciencia”. —¿Dijiste algo? —le preguntó Luke y ella negó con una sonrisa, mientras veía a su hijo sonreír de oreja a oreja. Es que todo había sucedido tan rápido, que ni siquiera se dio cuenta cómo Luke la enredó, hasta haber aceptado el matrimonio. Días antes —Valentina, no quiero apartar a Paolo de ti —dijo
Valentina observaba a su hijo Paolo, quien a su vez la veía con una expresión de inocencia, sus ojos azules y su cabello castaño le daban un aura de tranquilidad y bondad. Sin embargo, había algo detrás de su mirada que le hizo sentir una extraña inquietud. No pudo evitar que su voz interior le dijera “No lo creas tan inocente, está manipulando la situación a favor de su padre”. Ella se quedó viéndolo, lo conocía lo suficiente para saber que eso era cierto, tenía dos alternativas, rechazar su regalo y hacerle saber que conocía sus dotes de manipulador, o hacerse la indiferente, de todas maneras parecía tan feliz que no quería decepcionarlo. Entretanto, Luke tomó suavemente los dedos de Valentina en su mano y la miró con satisfacción, mientras ella lo miraba con ganas de querer matarlo y es que si hubiesen estado solos los habría descargado. “Seguramente está manipulando al mi pobre hijo aprovechándose de su inocencia para salirse con la suya”, pensó, bastante lejos de la verdad, po
Valentina subió al auto que había alquilado Luke, estaba tan nerviosa que estaba pegada a la puerta, tratando de poner distancia entre ellos, comenzaron a hacer el recorrido en silencio, ella no se atrevía a emitir ninguna palabra.Ella tamborileaba los dedos de manera nerviosa, simulando ver a otro lado, pero en realidad no perdía detalles de él, porque estaba pendiente de sus movimientos a través del rabillo del ojo, deseando que llegaran lo más pronto posible a su destino, no obstante, se sorprendió cuando en vez de agarrar la vía hacia al aeropuerto, Luke siguió por otra, tragó grueso y le avisó.—Luke te equivocaste de ruta, debías tomar a la derecha para ir al aeropuerto.—No vamos al aeropuerto —respondió con tranquilidad.—¿Acaso no vamos al viaje que nos obsequió Paolo? —interrogó Valentina pensando que después de todo quien no quería irse con ella era él —él sonrió y negó con la cabeza.—Claro que vamos, pero si detallaste bien el boleto, el vuelo de salida es para la tarde,
Apenas los primeros rayos del sol empezaron a filtrarse por la ventana, ambos se levantaron para salir a Barcelona, la verdad es que después de la conversación que sostuvieron, Luke había entrado en un estado de culpabilidad, los remordimientos se agitaban en su interior aguijoneándole, mientras no dejaba de hacerse decenas de hipótesis en su cabeza, de cómo había podido cambiar las cosas de haber estado allí. —Deberías dejar de culparse, con eso no podrás cambiar las cosas… solo nos toca vivir el presente. —Quizás no la cambie, pero puedo llegar a entender ¿Por qué diste a luz en un centro de salud privado, si no tenías dinero, eso no lo entiendo? —Porque estaba más cerca de donde me encontraron. —¿Quién pagó? —interrogó y ella se encogió de hombros. —No lo sé, según una asociación de caridad, aunque traté de investigar y un médico de allí intentó obtener la información —respondió, pero Luke se sintió confundido. —Necesito que me des el nombre del callejón fecha, el nombre del
La niña se quedó viéndolos un poco nerviosa, se sintió abrumada al verlos fijar su atención ella, y no sabía qué decir, pensó en su madre y en sus consejos de no entablar conversación con extraños.—Lo siento, yo lo confundí con otra persona, pero al verlo me doy cuenta de que no son iguales, aunque son muy parecidos… disculpe, pero me tengo que ir —dijo y salió corriendo.Paolo, al verla correr, salió también corriendo detrás de ella, y Sara también sin dejar de sostener a la pequeña Marieh contra su pecho, para su alivio la niña no lloró, sino que empezó a carcajearse mientras sentía la brisa golpeando en su pecho con la carrera. —Hay que seguirla tía, debemos saber si es verdad que me parezco tanto a ese tal Iker —expresó Paolo preocupado.El niño corrió hacia la niña, con los ojos fijos en ella mientras acortaba la distancia que los separaba, sin parar un solo momento, sin embargo, la niña corría más rápido que él, quizás porque era de contextura ligera y piernas larga, cuando es
—¡No! —exclamó Valentina sintiendo en ese momento como si la tierra se desmoronara bajo sus pies —. Debe haber un error, eso no puede ser verdad, no pude haber estado viviendo sin mis hijos —pronunció Valentina, en ese momento sintió sus piernas debilitarse y hubiera caído al suelo si Luke no la sostiene. —Lo siento, señora, pero usted no puede irse, debemos hablar, vayamos a una cafetería, pero no aquí, necesito que me dé detalles de todo lo que sabe, porque la situación es delicada —pronunció Luke con preocupación. —Ya mi jornada de trabajo terminó, pero puedo acompañarlos un momento, lo siento, no quería perturbar a Valentina —expresó la mujer sintiéndose avergonzada. —No es una perturbación, su declaración nos ha servido de mucho y nos va a ayudar a llegar a la verdad. La mujer se quedó viéndolo con un poco de duda.—No desconfié de mí, soy una persona de bien, se lo puedo garantizar —dijo el hombre. —¿Quién es usted? —interrogó y Luke tuvo que aclararle todo. —Me llamo Luke
—Mamá ¿Podemos parecernos a una persona si no somos familia? —preguntó la niña a su madre mientras desayunaban.—¿Por qué preguntas eso Roxy? —preguntó la mujer.—Es que vi en el parque a… —hizo una pausa como si tuviera sopesando la conveniencia o no de hablar y prefirió decir la verdad a medias— una niña que parecía una copia exacta de mi amiga, me asombré tanto que salí corriendo asustada.—¿Cómo sabes que no era tu amiga? —interrogó su madre.—Porque le dije el nombre y dijo que no se llamaba así —pero sentí un susto al verla.—Roxy, todos tenemos un doble en el mundo, de hecho hay páginas donde puedes agregar tu fotografía y te puede decir si hay otra persona parecida a ti —le dijo Iker con seriedad.—Entonces yo quiero que me enseñes cómo hacer para buscar un doble mío y también podemos buscar un doble tuyo.—Roxy, puedes dejar de hablar y terminar de comer —le dijo su padre.—No quiero comer mucho, deseo que el traje de la fiesta de esta noche me quede bien —dijo la jovencita d
Sara hizo amago de ir al baño, miró hacia los lados y corrió para subir las escaleras, sentía como si el corazón se le fuese a salir del pecho, las piernas le temblaban, parecían un flan.—Vamos Sara, no tengas miedo, debes llegar al fondo de la verdad, por Valentina y tu sobrino —se dijo animándose a sí misma.Mientras subía las escaleras no dejaba de mirar hacia atrás, temiendo que alguien la encontrara, porque si eso pasaba seguro terminarían echándola de allí y no es que eso le importara, sino que perdería la oportunidad de investigar.Dio una plegaria al cielo pidiendo que no la descubrieran, cuando estaba llegando al último escalón de la parte superior de la escalera, vio los cabellos de un hombre que venía corriendo por el pasillo del piso inferior, ella terminó de subir y comenzó a abrir las puertas una por una, esperando encontrar una abierta para poder entrar.Detrás escuchaba los pasos corriendo, abrió una puerta y entró, cuando se dio cuenta, vio a la niña que había visto