Emma Leyton—Gracias por traerme, espero estén bien —expresé despidiéndome.—Emma, ¿Podemos bajarnos? Es que en verdad deseo ver a tu madre —manifestó el padre de Maxwell.Por un momento me quedé pensativa y al final accedí. Caminamos hasta la casa, y encontramos a Gregory, Lissa y mi madre, quien al vernos sonrió y se levantó a recibirnos.—Emma, llegaste… te extrañé—, me dijo mientras me abrazaba.—Mamá, también te he extrañado mucho, traje visitas Maxwell y su padre Massimo ¿Te acuerdas de él? —le pregunté y ella asintió.—Sí, es el señor papá de la hija de la bruja —respondió con seriedad mientras nosotros nos mirábamos con sorpresa.—Lo siento Emerith, yo no sé si en verdad esa joven es mi hija… vamos a esperar los resultados de la prueba de ADN —respondió Massimo.—En esa mujer mala, nunca confíes —dijo ella con seriedad.Él se acercó y se arrodilló frente a ella.—¿Te hizo daño? ¿Puedes recordar lo que te hizo? —le preguntó y ella se quedó pensativa.Se abrazó a sí misma mientr
Emma LeytonDías despuésHabía llegado el día que teníamos que buscar los resultados de la prueba de ADN, me levanté temprano, y preparé la comida para mi madre y a mi hermana.—Hola, hermanita, veo que te caíste de la cama ¿Estás bien? —me preguntó Lissa con preocupación.—Estoy bien, solo quería prepararles la comida antes de ir con los Crane a buscar los resultados.—¿Y vas a darle hoy la respuesta a Max? —no esperó respuesta y siguió hablando—. Ese pobre hombre no deja de venir todos los días a buscar respuesta ¿Cuándo se la vas a dar? —preguntó mi hermana.—¿Estás intercediendo por tu hermano? —inquirí con curiosidad.Lissa se rió suavemente.—Tal vez un poco, pero es que me preocupa. Yo que lo conozco desde hace un tiempo no lo había visto nunca así. Está como un alma en pena, Emma. Y honestamente, creo que es verdad que siente algo muy genuino por ti.Sus palabras resonaron en mi mente mientras continuaba con mis quehaceres matutinos. Había estado pensando mucho en las palabra
Emma Leyton—Así que preparaste bien tu plan, pobre Lila, no sabe con quién se metió —expresó Maxwell en tono divertido.—A mí no me jode quién quiere, sino quien puede y es obvio que ella no puede, tengo tiempo conociéndola y sé de lo que es capaz, sobre todo después de lo que le hizo a mi madre —respondí con firmeza.—Estoy muy orgulloso de ti, siempre supe que eras una chica de armas tomar, por cierto ¿Revisaste el informe sobre el caso de tu padre que te dejé? —interrogó con curiosidad.—No, porque he estado concentrada en mi madre y en su recuperación, pero hoy lo voy a leer —manifesté y él asintió conforme.—¿Quieres que te acompañe a leerlo? Con eso puedo asesorarte en lo que debes hacer —expresó.Por un momento me quedé pensativa y al final terminé asintiendo.—Está bien, puedes acompañarme.Regresamos a la casa, Maxwell y yo nos dirigimos al despacho de mi padre, saqué el sobre y me senté en el escritorio mientras él tomaba asiento frente a mí, se quedó viéndome mientras yo o
Maxwell CraneEn ese momento, sentí cómo el ambiente se cargaba de una energía distinta. Me acerqué más a ella, sus ojos me transmitían una mezcla de determinación y cariño. Cada centímetro que acortaba, hacía que mi corazón se acelerara con mayor fuerza en mi pecho, la tomé suavemente de las manos, con un gesto firme, pero delicado, como si cada contacto fuera importante.—Emma, es en serio… sé que tienes razones para desconfiar de mis intenciones, pero esas mismas deberían servirte para saber que nunca le he pedido ni suplicado nada a ninguna mujer, y no puedo dejar que sigas evadiendo tu respuesta. Estás en mi corazón y ni siquiera sé cómo ocurrió, no me lo esperaba, fue como un centellazo. Sabes muy bien que nunca había amado a ninguna mujer hasta ahora —susurré, con una voz llena de emoción.Tomé una de sus manos y la llevé a mi corazón para que ella sintiera cómo latía con fuerza, ansioso por escuchar sus palabras, pero a la vez, sentía un nudo en la garganta. Sabía que esto po
Georgina HarperDespués del sepelio de mi madre, y durante los días siguientes, recibí el apoyo de mi hermana, en medio del dolor de la pérdida, ella era mi aliciente.—¿Estás bien? —me preguntó preocupada unos días después.La miré con tristeza, por más que había tratado de estar tranquila era imposible, los recuerdos de mi infancia con mamá inundaban mi mente constantemente.—Estoy intentando mantenerme serena, buscando la manera de llevar mejor esta situación. Estuve pensando y no puedo seguir imponiendo mi presencia a tu familia política. Además, me siento avergonzada, porque en el pasado he sido la mayor crítica de ellos, de hecho estaba convencida de que uno de ellos le había causado daño a mi amiga —expresé con un tono melancólico.—Los Hall son una familia muy buena, con principios sólidos, no serían capaz de hacerle daño a nadie. Creo que lo mejor es que escuches la versión de Landon. Además, no eres ninguna carga para ellos, entienden tu situación, ahora no le hagas tanta me
Georgina HarperPasaron unos minutos de completo desconcierto mientras intentaba asimilar la posibilidad que había surgido en mi mente. El concepto de estar embarazada me dejaba en estado de shock. No podía ser cierto. Me levanté de la cama con manos temblorosas y caminé hacia el baño, buscando cualquier rastro de confirmación en el espejo. Mi reflejo parecía igual de confundido y aturdido que yo.—No puede ser —susurré para mí misma sin poder ocultar el miedo y la tristeza que eme embargaba.Era imposible, habíamos usado protección y la pastilla del día después, no podía creer que todos los mecanismos hubiesen fallado. Era demasiada mala suerte, o buena depende de la óptica en que lo pudiera ver.El concepto de maternidad nunca había sido parte de mi plan inmediato. Estaba en un momento complicado en mi vida, enfrentando la pérdida de mis padres, lidiando con la complejidad de estar sin familia, conociendo a mi hermana y ahora, una posible realidad que no había previsto, teniendo un
Tarah Kontos Habíamos dejado a Georgina descansando, pero cuando hablé con ella la última vez tuve la sensación de que nos estaba ocultando algo. Me senté con mi amiga Sarah en el jardín a conversar, pero no podía controlar mi inquietud. —¿Qué pasa? —me preguntó finalmente ella con preocupación. —Es que tengo la sensación de que tu hermana está ocultando algo —le dije. —¿Cómo qué? —me preguntó con una expresión de desconcierto en su rostro. —Se hizo la prueba de embarazo y dijo que había salido negativa, creo que mintió —respondí. —Pero ¿Por qué mentiría? ¿Sería que tenía vergüenza porque podíamos juzgarla? —inquirió. —Realmente no lo sé. Quizás sea bueno que le preguntes, apenas tengas oportunidad de hacerlo —propuse y ella, asintió. —La verdad no sé si esperar, o si voy ahora y converso con ella —pronunció dubitativa. —Bueno, esperemos un tiempo y vas y conversa. El tiempo pasó lentamente mientras esperábamos que Georgina despertara. Sarah estaba inquieta, preocupada por s
Emma Leyton.Los días iban pasando poco a poco, Maxwell me visitaba todos los días, y me traía cuantas cosas me provocaban, últimamente me provocaban las cosas más increíbles, extrañas y locas del mundo, cómo por ejemplo aguacate rociado con miel, o papas fritas bañadas con mermeladas de fresas.Me senté a comerme el quinto plato desde que había amanecido, mientras mi hermana miraba mi plato con asco.—¡Por Dios Emma! ¡¿Cómo puedes tener estómago para comerte eso tan repulsivo? Definitivamente, yo estoy embarazada y es a ti a quien te dan los antojos —pronunció Lissa, mientras yo comía con gusto, hasta que internalicé sus palabras y la miré con sorpresa.—¿Será posible? ¿Qué yo esté embarazada? —dije en voz alta—, debo salir a buscar una prueba, es urgente, aunque lo haré de manera discreta, para que nadie sepa.Dicho eso salí corriendo, subí a mi auto y conduje a la primera farmacia que tenía cerca de la casa para comprar las pruebas de embarazo.Llegué y me sentí tímida al pedirlas,