Las palabras del médico resonaban en la cabeza de Lucien Black, ?decidir entre la vida de Angelina y su hijo? ¿pero qué clase de pregunta era esa? él los quería a los dos, no quería perder a ninguno de ellos, amaba con locura a su mujer y deseaba conocer a su hijo, verlo crecer y criarlo al igual que con el pequeño Lucien

Una vocecita se escuchó, ella interrumpió a los dos hombres

— A mamá, salve a mi mami, pero si salva también a mi hermanito, le daremos un gran bonificación, ¿verdad papá? vaya pronto y haga lo que hacen los doctores para que mamá y el bebé esten bien

— Si, vaya a salvarlos, será así como dijo mi hijo, haga hasta lo imposible por conservarlos a los dos — el doctor regresó adentro, el joven CEO acomodó a su pequeño junto a él en el sofá para que durmiera, solo quedaba esperar noticias y pedirle a Dios que fueran buenas

Dentro del quirófano, Angelina había sido sedada para trabajar en su herida de bala, había perdido mucha sangre y estaban trasnfundiendole varias bolsi