-Disculpa que te deje esperando tanto tiempo. –Dijo Thomas mientras tomaba asiento, al mismo tiempo me dirigió una pequeña sonrisa. –Mi padre quería contarme unas cosas sobre la empresa y bueno, debía escucharlo si no quiero quedar despedido antes de siquiera comenzar a trabajar. –Añadió encogiéndose de hombros con ternura.
-Tranquilo, aunque es una lástima por tu café, estoy completamente segura de que ya se enfrió. –Dije con un tono de tristeza fingido mientras negaba con mi cabeza.
-¿Completamente? –Dijo Thomas mientras alzaba una de sus cejas de una manera muy divertida. –Eso significa que probaste mi café mientras yo hablaba por teléfono ¿Eh? –Añadió con humor.
-Un poco nada más, es que tenía curiosidad de porque te gustaba el Latte en vez del Capuccino, y la verdad déjame decirte que no le encontré nada bueno. –Dije frunciendo el ceño mientras trataba de contener la risa.
-¡Oh por Dios!, ¡No puedo creer que no te guste el Latte! –Dijo
Después de un largo camino, que fue acompañado por un muy incómodo silencio, Thomas y yo llegamos a un pequeño lago que formaba parte de la propiedad de Caroline y Peter. A decir verdad era un lugar muy bonito, acogedor y tranquilo, había un pequeño muelle, contaba con un par de mesas de madera dispersas cerca de las orillas del lago y habían cuatros troncos de aproximadamente dos o tres metros de altura de los cuales colgaban las lámparas que le brindaban una luz tenue al lugar, de haber sido otras las circunstancias habría disfrutado mucho del entorno, sin embargo no era el caso en el que me encontraba actualmente.-Ven por acá. –Fue todo lo que Thomas dijo antes de continuar caminando en dirección del muelle, yo lo seguí en silencio, como lo había hecho en todo el recorrido.Al llegar al muelle él tomo asiento en la orilla del mismo, dejando colgar sus pies sobre el lago, yo imite su acción de manera pausada. Thomas mantenía la mirada sobre el agua, sin decir ni
Mayo 27, 2019.-¿Dónde has estado metida? –Inquirió Noah mientras se recostaba en el casillero contiguo al mío. –No he sabido nada de ti desde el viernes.-Viaje con papá a Washington, fue algo que salió de imprevisto, perdón. –Dije mientras terminaba de guardar algunos libros en mi casillero. –Era un viaje de negocios, pero me dijo que lo podía acompañar si quería, estuvimos en un recorrido por empresas que quieren comprar acciones en “Industrias Wayne”, y algunas otras a las que los Wayne quieren comprarles acciones, la verdad fue muy interesante.-Vale, está bien, eso lo entiendo, pero ¿Acaso allá no hay señal, o teléfonos?, te estuve llamando todo el fin de semana. –Dijo algo molesto. –Los mails también existen. –Bufó.-Disculpa, pero no tuve el celular conmigo. –Respondí encogiéndome de hombros. –Los jefes de papá nos pidieron que los dejásemos en el hotel, además, el sábado llegamos súper tarde y estaba muy cansada como para siquiera re
Abril 30, 2019.Thomas.-Papá, estoy completamente seguro que es igual que nosotros. –Dije tratando de convencer a mi padre.-No tienes ninguna prueba de eso hijo. –Dijo él negando con su cabeza mientras daba un sorbo a su vaso de whisky.-¿Qué más prueba que el hecho de que sea mi mate? –Dije frunciendo el ceño. –Eso basta para saberlo, además…-¡Por Dios, Thomas! –Exclamo mi madre mientras irrumpía en la sala. – ¿Nuevamente estas con eso de que encontraste a tu mate? –Añadió con ironía– ¿Quién fue el mes pasado, Sofía o Vanessa?-Camile. –Dijo Allison entrando detrás de mi madre. Le dirigí una mirada fulminante, ella sabía perfectamente que no era quien para meterse en mis asuntos.-¿De quién se trata ahora? –Pregunto mamá mientras tomaba haciendo al lado de papá.-Annabelle Miller. –Dijo este sin levantar la vista del periódico. Tras sus palabras las miradas de mamá y Allison no dudaron un segundo en posarse sobre m
Presente.Anabelle.La luz del sol comenzaba a hacer su entrada a través de la ventana de la habitación, al fondo comenzaba a escucharse el cantar de los pájaros, ¡Al fin había amanecido!, A decir verdad la noche se me había hecho eterna, no había podido conciliar el sueño y pase toda la madrugada dando vueltas en la cama, para colmo mi celular se había descargado la noche anterior mucho antes de llegar a la propiedad de los abuelos de Dylan. La cabeza me dolía de tanto pensar y, a pesar de haberme dedicado a ello toda la noche, mi mente aun no procesaba lo sucedido.Después de tanta lucha por querer huir, Thomas me había convencido para que me quedase, por mucho que detestase la idea, y que me costara admitirlo, sabía él tenía razón: Yo era quien anhelaba tener respuestas, y era esa necesidad la que me había traído hasta este lugar.Al llegar del bosque todos los presentes en la cabaña me miraban de forma diferente a como lo hacían antes de
Junio 03, 2019. Anabelle. -¿Vas a seguir molesto conmigo por Thomas? –Solté sin más. Detestaba los silencios incomodos, y más cuando existían entre Noah y yo. -No estoy molesto. –Dijo con seriedad mientras comenzaba a tocar corneta al automóvil de enfrente, que parecía tener la intención de estacionarse en la mitad de la calle. -Oh claro, sé nota. –Dije con sarcasmo al mismo tiempo que rodaba mis ojos. –No me has dirigido la palabra con normalidad en toda la semana, y cuando estamos en el automóvil no te molestas ni siquiera en encender el radio. –Dije señalando a este último. -Si es por eso puedes prenderlo, no tengo ningún problema. –Respondió de mala gana encogiéndose de hombros. -¡No se trata de que yo ponga la música! –Dije exasperada. El problema era Thomas y estábamos hablando de la quien debía encender la radio, era realmente absurdo todo esto. -A
-¿Tú lo invitaste? –Siseo Noah en mi dirección cuando Thomas se levantó de su asiento para ir al baño.-No, me lo encontré acá. –Dije casi en un susurro. La cara que Noah coloco tras mis palabras sirvió como respuesta: No me creía. –Te lo juro. –Dije algo indignada– ¿O acaso crees que era mi intención que él me viese vestida así?-Bueno, en eso tienes razón. –Dijo de mala gana. –Ya compartí mucho con tu noviecito, ¿Podemos irnos y seguir disfrutando de la convención? –Dijo con ironía y algo más.-No es mi novio. –Replique rodando mis ojos, aunque, a pesar de negarlo, no pude evitar sonrojarme al pensar sobre esa posibilidad. –Y, sé que quieres seguir en la convención, lo entiendo, pero ¿Podemos quedarnos un poco más? –Pregunté de manera suplicante. Noah no dudo en rodar sus ojos con fastidió así que antes de que dije algo tomé la delantera– ¿Puedes conocerlo un poco más?, por favor, él en verdad me gusta, y tú eres mi mejor amigo, me gustaría que ambos se
-¿Tú lo invitaste? –Siseo Noah en mi dirección cuando Thomas se levantó de su asiento para ir al baño.-No, me lo encontré acá. –Dije casi en un susurro. La cara que Noah coloco tras mis palabras sirvió como respuesta: No me creía. –Te lo juro. –Dije algo indignada– ¿O acaso crees que era mi intención que él me viese vestida así?-Bueno, en eso tienes razón. –Dijo de mala gana. –Ya compartí mucho con tu noviecito, ¿Podemos irnos y seguir disfrutando de la convención? –Dijo con ironía y algo más.-No es mi novio. –Replique rodando mis ojos, aunque, a pesar de negarlo, no pude evitar sonrojarme al pensar sobre esa posibilidad. –Y, sé que quieres seguir en la convención, lo entiendo, pero ¿Podemos quedarnos un poco más? –Pregunté de manera suplicante. Noah no dudo en rodar sus ojos con fastidió así que antes de que dije algo tomé la delantera– ¿Puedes conocerlo un poco más?, por favor, él en verdad me gusta, y tú eres mi mejor amigo, me gustaría que ambos se con
-¿Anabelle?, ¿Anabelle? –Escuche una voz femenina que me volvía de nuevo a la realidad, mis ojos se abrieron y quede un poco encandilada por el rayo de sol que entraba por la ventana de la habitación.-¿Sí? –Pregunté confusa, buscando el origen de la voz. Fue entonces cuando choque con sus ojos grises, los cuales me miraban de manera expectante, incrédula, curiosa.-¿Aún no recuerdas nada? –Inquirió ladeando su cabeza. Por una pequeña fracción de segundo tuve la impresión de que los anteojos que se hallaban posando en su cabello iban a caer al suelo.-No, todo sigue siendo un misterio en mi mente. –Solté un suspiro mientras volvía a recostar mi cabeza en el sillón en el que me encontraba, me dispuse a mirar el techo.Era frustrante no poder recordar absolutamente nada de lo que sucedió antes del accidente. Parecía que esos últimos seis meses habían sido borrados por completo de mi memoria. El doctor que me atendió en el hospital dijo que hab