Dentro de la mansión, la atmósfera estaba cargada de anticipación. Todos sabían que el enfrentamiento con Cristian y sus hombres podría ocurrir en cualquier momento. La batalla que se avecinaba sería decisiva, y cada miembro de la mansión se preparaba para enfrentarse al desafío.Daniel y Luz se encontraron en el salón principal de la mansión, un refugio momentáneo de la tormenta que se avecinaba. La preocupación era evidente en el rostro de Daniel, y Luz podía sentir la tensión en el aire.—Cariño, necesito que me escuches con atención," dijo Daniel, tomando sus manos con firmeza pero con ternura. —La situación es crítica. Cristian está planeando un ataque, y no podemos tomar ningún riesgo."Luz asintió, mirando a Daniel con ojos llenos de preocupación. —Lo sé, Dan. Pero, ¿qué vamos a hacer?"Daniel respiró hondo antes de continuar. —Jonathan va a estar contigo en todo momento. —No quiero que te separes de él bajo ninguna circunstancia. —Si las cosas se ponen mal, te irás con él. Él
La tarde comenzó a caer y la tensión en la mansión se intensificó. Daniel, con una determinación renovada, se levantó y se dirigió al centro de operaciones donde Simón y Ibrahím coordinaban las defensas.—Todos a sus puestos," ordenó Daniel. "No sabemos cuándo vendrán, pero debemos estar listos. No permitiremos que destruyan todo lo que hemos construido."—Si Jefe.Con las defensas en su lugar y sus hombres alertas, Daniel sintió una oleada de resolución. Estaba preparado para enfrentarse a Cristian y Manuel.Mientras Manuel se dirigía hacia la mansión de Daniel, su mente se llenaba de recuerdos de tiempos pasados. Pensó en los momentos felices que había compartido con Luz: las risas, las conversaciones interminables, los sueños que alguna vez tuvieron juntos.La amargura y el odio hacia su hermano, Daniel, crecían con cada kilómetro que avanzaba. Se sentía traicionado, no solo por perder a Luz, sino porque sentía que Daniel le había arrebatado todo lo que le importaba.—Daniel siempr
Manuel, lleno de ira y determinación, finalmente llegó a la mansión de su hermano Daniel, con un ejército de 200 hombres. La noche era oscura, y la silueta de la mansión se recortaba contra el cielo estrellado, iluminada solo por algunas luces dispersas.—¡Adelante!" ordenó Manuel, su voz resonando con una mezcla de furia y resolución. Sus hombres, entrenados y listos para el combate, se desplegaron rápidamente alrededor de la propiedad, preparándose para el ataque.Desde una de las ventanas de la mansión, Daniel observaba la llegada de su hermano y su ejército. Su rostro estaba serio, sabiendo que el enfrentamiento final estaba a punto de comenzar. —Simón, Ibrahím, todos a sus puestos," dijo con calma, a pesar de la tensión. "—Esto no será fácil, pero debemos proteger este lugar y a todos los que están en él."Simón e Ibrahím, junto con el resto de los hombres de Daniel, se movieron rápidamente para reforzar las defensas. Jonathan se aseguró de que Luz estuviera segura, sabiendo que
Jonathan salió de la habitación y se dirigió rápidamente hacia el lado norte de la mansión. En su camino, encontró a varios hombres de Daniel preparándose para el combate.— "¡Vamos! Necesitamos refuerzos en el norte," ordenó, y los hombres lo siguieron sin dudar.Al llegar al perímetro norte, Jonathan vio a Piero y Brandi coordinando la defensa, sus rostros sudorosos y concentrados.— "¡Aquí estamos!" gritó Jonathan, uniéndose a la línea de defensa.—¿Qué sería de ustedes sin mí? Dijo en un tono bromista.Los dos simplemente sonrieron.La batalla continuó con una intensidad renovada. Jonathan, Piero, Brandi y el resto de los defensores luchaban con todo lo que tenían, rechazando ola tras ola de atacantes. El sonido de los disparos y los gritos se mezclaban en un caos ensordecedor, pero los defensores se mantenían firmes.Jonathan, disparando a un grupo de atacantes que intentaban escalar una pared, gritó: —¡No dejen que entren! ¡Luz está ahi!—Vale, entendido Sr.La lucha parecía inte
Manuel estaba en otra parte de la ciudad, planeando un nuevo movimiento. Conversaba con Beto, uno de sus hombres más confiables, para infiltrarse en la mansión de Daniel.—Escucha, Beto," dijo Manuel con seriedad, "necesitamos saber todo lo que pasa en la mansión de Daniel. Él es una amenaza para nuestros planes y no podemos permitir que siga teniendo la ventaja."Beto asintió, consciente de la importancia de la misión. —Entendido, Manuel. ¿Qué es lo que necesitas específicamente?"—Quiero que te infiltras en la mansión de Daniel," respondió Manuel.— "Hazte pasar por uno de sus empleados o encuentra alguna otra manera de entrar sin levantar sospechas. Una vez adentro, necesito que averigües todo lo que puedas sobre sus planes y movimientos. Cualquier debilidad, cualquier punto vulnerable, todo."Beto escuchó atentamente y luego preguntó: —¿Y qué hay de Luz y el bebé? Sabemos que Daniel hará lo imposible por protegerlos. ¿Debemos centrarnos en ellos también?"Manuel se detuvo un moment
El disparo resonó en el pasillo y Jonathan sintió un dolor agudo en el pecho. Miró hacia abajo y vio la sangre que comenzaba a manar de la herida. Sus rodillas se doblaron y cayó al suelo, luchando por respirar.—Lo siento, Luz te fallé.Luz gritó de horror al ver a Jonathan caer. —¡Jonathan, no! ¡Déjenlo en paz!" intentó liberarse, pero los hombres de Cristian la sujetaron con firmeza.Cristian miró a Tomas con una mezcla de aprobación y urgencia. —Bien hecho, pero no tenemos tiempo para celebraciones. —¡Vamos!" dijo, arrastrando a Luz hacia la salida.Tomas se acercó al cuerpo de Jonathan, asegurándose de que estaba fuera de combate. —"Esto es solo el principio," murmuró antes de seguir a Cristian y a los demás hacia la salida.Afuera, Piero y Brandi, aún en combate, oyeron el disparo y la radio de Piero crepitó con una voz angustiada. —"¡Jonathan ha caído! ¡Necesitamos refuerzos en el interior!"Piero maldijo en voz baja. —"Brandi, mantén la posición aquí. Tengo que ir adentro."Br
Mientras los hombres de Daniel se movilizaban, la ira en su interior crecía. No solo porque Cristian había secuestrado a Luz, sino también porque Manuel, su propio hermano, había sido parte de esta traición. La sensación de haber sido traicionado por su propia sangre lo enfurecía aún más.—Fue un complot de ambos. Se dijo.Daniel se acercó a la sala de control de la mansión, donde un equipo estaba trabajando para rastrear cualquier señal que pudiera llevarlos a Cristian. —¿Alguna novedad?" preguntó con impaciencia.Uno de los técnicos levantó la vista, nervioso. —Estamos rastreando las cámaras de seguridad y las comunicaciones, señor. —Pero hasta ahora no hemos encontrado nada concreto.Daniel golpeó la mesa con el puño. —¡Redoblen los esfuerzos! No podemos permitirnos perder tiempo.De repente, la radio de Piero crepitó con una transmisión.— "Aquí Ibrahím. Tenemos una pista. Uno de los vehículos que usamos para transportar suministros fue visto saliendo de la mansión poco después de
En el escondite de Cristian, Luz estaba en una situación desesperada. El lugar era una vieja casa de campo, oscura y lúgubre, con las ventanas cubiertas y solo una tenue luz de una lámpara parpadeante iluminaba el ambiente. Cristian, ahora más despiadado que nunca, había asegurado el lugar para mantenerla bajo su control.Luz estaba sentada en una silla en el centro de la habitación, con las manos atadas detrás de su espalda. La habitación tenía un aire frío y sucio, y Luz sentía el peso del cansancio y el miedo acumulado en los días de cautiverio. Sus ojos estaban cansados, y su ropa estaba arrugada y sucia. La desesperación se reflejaba en su rostro.Luz cerró los ojos por un momento, luchando contra las lágrimas. Estaba agotada, pero también estaba decidida a no dejar que Cristian viera su debilidad. La idea de Daniel viniendo a rescatarla era lo único que le daba fuerzas para seguir.De repente, la puerta se abrió de golpe y uno de los hombres de Cristian entró apresuradamente. —¡