Tomás Knowles observaba la invasión con satisfacción desde su posición avanzada. La escena de caos y confusión dentro del cuartel le brindaba una sensación de triunfo. Había logrado lo que se había propuesto: abrumar a la defensa de los Cobras Negras y tomar el control del cuartel.Mientras sus hombres avanzaban y derrotaban a los defensores, Tomás se permitió un momento de descanso para observar el progreso de la ofensiva. Su plan estaba funcionando a la perfección, y la derrota de los enemigos estaba al alcance de la mano.—"¡Estamos logrando lo que nos propusimos!" exclamó Tomás a sus subordinados, con una sonrisa de satisfacción. —"¡Mantengan la presión! No podemos permitirnos relajarnos ahora. Asegúrense de que cada rincón del cuartel esté bajo nuestro control. —La victoria está cerca." Nuestro jefe nos va a felicitar.Su confianza crecía con cada segundo que pasaba, viendo cómo sus hombres dominaban el terreno y forzaban a los defensores a retroceder. El éxito de la operación pa
Con Tomás derrotado y en el suelo, Daniel se centró en el resto de los atacantes que aún ocupaban el cuartel. Su presencia y el impacto de su enfrentamiento con Tomás habían sembrado confusión y desmoralización entre las filas enemigas.A pesar de la intensidad de la batalla, Daniel sabía que no necesitaba desplegar todo su poder para manejar la situación. Su habilidad para inspirar y liderar, combinada con la superioridad táctica y la moral renovada de sus hombres, era suficiente para inclinar la balanza a su favor.Con movimientos precisos y una estrategia meticulosa, Daniel dirigió a sus defensores para reanudar la ofensiva contra los atacantes restantes. —Concentren el fuego en las posiciones clave y aseguren las salidas. —No dejemos que ninguno de estos hombres escape o cause más daño."—Si jefe.La coordinación entre Daniel y sus aliados se hizo evidente mientras avanzaban sistemáticamente para despejar las áreas aún ocupadas por los invasores. Cada paso estaba cuidadosamente ca
Ava, observando desde la distancia, quedó sorprendida y asustada al ver la rápida y precisa reacción de Ibrahím. No había anticipado que la llegada de Daniel y sus hombres sería tan inmediata ni que su grupo de ataque sería tan eficazmente neutralizado.—¡Malditos sean!" exclamó Ava, retrocediendo mientras sus hombres caían uno tras otro.Daniel, manteniendo a Luz cerca de él, avanzó hacia donde Ava se encontraba. —Ava, esto termina aquí y ahora," dijo con una voz firme y decidida. —Ríndete y evita más derramamiento de sangre."Ava, aunque asustada, no quería mostrar debilidad.— "¡Nunca! ¡Esto no ha terminado!" gritó, intentando mantener su compostura. Su odio hacia Luz y su obsesión por Daniel la mantenían en pie, aunque la realidad de su situación empezaba a golpearla.Ibrahím, atento a cada movimiento de Ava, apuntaba su arma con precisión, preparado para cualquier acción.— "No hay escapatoria, Ava. Suelta tu arma y ríndete," ordenó, su voz cargada de autoridad.Ava miró alrededor,
Manuel estaba en otra parte de la ciudad, planeando un nuevo movimiento. Conversaba con Beto, uno de sus hombres más confiables, para infiltrarse en la mansión de Daniel.—Escucha, Beto," dijo Manuel con seriedad, "necesitamos saber todo lo que pasa en la mansión de Daniel. Él es una amenaza para nuestros planes y no podemos permitir que siga teniendo la ventaja."Beto asintió, consciente de la importancia de la misión. —Entendido, Manuel. ¿Qué es lo que necesitas específicamente?"—Quiero que te infiltras en la mansión de Daniel," respondió Manuel.— "Hazte pasar por uno de sus empleados o encuentra alguna otra manera de entrar sin levantar sospechas. Una vez adentro, necesito que averigües todo lo que puedas sobre sus planes y movimientos. Cualquier debilidad, cualquier punto vulnerable, todo."Beto escuchó atentamente y luego preguntó: —¿Y qué hay de Luz y el bebé? Sabemos que Daniel hará lo imposible por protegerlos. ¿Debemos centrarnos en ellos también?"Manuel se detuvo un moment
Los días pasaron y, con la situación aparentemente bajo control en la mansión de Daniel, la vida comenzó a retomar cierta normalidad. Sin embargo, el peligro acechaba en las sombras.El plan de Manuel había comenzado a dar frutos. Beto, con su habilidad para el engaño y la infiltración, se había ganado la confianza de algunos de los empleados de Daniel y comenzó a recopilar información valiosa.Manuel recibía los informes de Beto regularmente, cada uno revelando detalles cruciales sobre la seguridad de la mansión, las rutinas de Daniel y su equipo, y las vulnerabilidades que podían ser explotadas.—Beto es realmente bueno en esto," comentó Manuel, revisando uno de los informes más recientes.— "Estamos obteniendo información que podría cambiar el curso de esta lucha."Uno de los hombres de Manuel, intrigado, preguntó:— "¿Qué has descubierto hasta ahora?"Manuel sonrió, satisfecho. —"Sabemos cuándo y dónde Daniel se siente más seguro. Tenemos detalles sobre sus patrullas y cambios de gu
La mansión de Daniel se encontraba en el epicentro de una tormenta que se avecinaba, con peligros acechando desde todas las direcciones.Daniel, ajeno a la inminente convergencia de amenazas, seguía reforzando las defensas y manteniendo la seguridad de Luz y su futuro hijo como prioridad absoluta. Sin embargo, los informes de actividades sospechosas y movimientos inusuales en la región comenzaron a inquietarlo.—Algo grande está por suceder," dijo Daniel a Simón e Ibrahím durante una reunión de seguridad. —Debemos estar preparados para cualquier eventualidad. Cristian no se quedará quieto después de su fracaso, y Manuel... siempre está tramando algo."Simón asintió, con una expresión seria. —Doblaremos la vigilancia y aseguraremos todas las entradas. No permitiremos que nos sorprendan."Ibrahím, siempre alerta, añadió: —Estaremos listos, Daniel. Nadie atravesará nuestras defensas sin una lucha."Daniel, siempre atento a los detalles, comenzó a notar comportamientos sospechosos en Beto
Dentro de la mansión, la atmósfera estaba cargada de anticipación. Todos sabían que el enfrentamiento con Cristian y sus hombres podría ocurrir en cualquier momento. La batalla que se avecinaba sería decisiva, y cada miembro de la mansión se preparaba para enfrentarse al desafío.Daniel y Luz se encontraron en el salón principal de la mansión, un refugio momentáneo de la tormenta que se avecinaba. La preocupación era evidente en el rostro de Daniel, y Luz podía sentir la tensión en el aire.—Cariño, necesito que me escuches con atención," dijo Daniel, tomando sus manos con firmeza pero con ternura. —La situación es crítica. Cristian está planeando un ataque, y no podemos tomar ningún riesgo."Luz asintió, mirando a Daniel con ojos llenos de preocupación. —Lo sé, Dan. Pero, ¿qué vamos a hacer?"Daniel respiró hondo antes de continuar. —Jonathan va a estar contigo en todo momento. —No quiero que te separes de él bajo ninguna circunstancia. —Si las cosas se ponen mal, te irás con él. Él
La tarde comenzó a caer y la tensión en la mansión se intensificó. Daniel, con una determinación renovada, se levantó y se dirigió al centro de operaciones donde Simón y Ibrahím coordinaban las defensas.—Todos a sus puestos," ordenó Daniel. "No sabemos cuándo vendrán, pero debemos estar listos. No permitiremos que destruyan todo lo que hemos construido."—Si Jefe.Con las defensas en su lugar y sus hombres alertas, Daniel sintió una oleada de resolución. Estaba preparado para enfrentarse a Cristian y Manuel.Mientras Manuel se dirigía hacia la mansión de Daniel, su mente se llenaba de recuerdos de tiempos pasados. Pensó en los momentos felices que había compartido con Luz: las risas, las conversaciones interminables, los sueños que alguna vez tuvieron juntos.La amargura y el odio hacia su hermano, Daniel, crecían con cada kilómetro que avanzaba. Se sentía traicionado, no solo por perder a Luz, sino porque sentía que Daniel le había arrebatado todo lo que le importaba.—Daniel siempr