Capítulo 131
Fabiola estaba realmente muy cansada, se durmió en cuanto tocó la cama.

Benedicto, al salir del baño, vio a su pequeña y tierna esposa con los labios rojos y abultados, durmiendo dulcemente.

De repente, se despertó un impulso en él.

No queriendo despertar a Fabiola, solo podía abrazarla, aguantándose.

—Pequeña ingrata —murmuró cariñosamente mientras besaba los labios rojos de Fabiola, disipando el calor de su cuerpo.

La noche pasó sin palabras.

Cuando Fabiola despertó, ya era la mañana siguiente.

Ella yacía en los brazos de Benedicto, moviéndose un poco.

Benedicto, aún dormido, despertó inmediatamente, pero no abrió los ojos.

Su cálida mano se posó en el vientre de Fabiola, apretándolo cómodamente un poco más.

Las mejillas de Fabiola ardían: —Benedicto...

Dijo con voz ronca y perezosa de recién despertada.

Benedicto abrió los ojos sonriendo, rozando la nariz de Fabiola y bromeando: —Mmm, llamame marido.

Su voz era profunda y magnética.

Fabiola, con los labios aún rojos, se sonrojó, emp
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