Nos habíamos sumergido en un silencio, podía sentir las penetrantes miradas de Archie y su madre, no me atrevía a mirarlo, seguramente habría decepción en sus ojos.
– ¿Tú has intentado…?–su pregunta se quedó en el aire, escuchamos el nombre de Amanda, rápidamente nos levantamos acercándonos al médico
– ¿Cómo está?–cuestioné con preocupación
– Se encuentra estable, el lavado de estómago fue un éxito, ahora está siendo trasladada a una habitación–suspiré aliviada, se marchó dejándonos en un incómodo silencio
– Iré a preguntar por su habitación–comentó Harriet marchándose
– Erin…–
– Lo sé, hablaremos luego de ello–sonreí débilmente, él asin
Estábamos en silencio observándonos mutuamente, sentía que lo que veía era una ilusión, quizás mi vista me engañaba, pero esa voz era la suya, esos ojos grises, su cabello negro, ese lunar debajo del ojo izquierdo, aquel tatuaje en su antebrazo, en forma de flecha y en medio una brújula– Erin, ¿estás bien?–cuestionó haciéndome volver a la realidad– Si… Solo, me ha sorprendido verte–dije a lo que él sonrío– ¿Cuándo has vuelto?–– Ayer, mi madre no paraba de insistirme, ya sabes cómo es–asentí, rápidamente quedamos en un silencio incómodo– Será, mejor que me vaya, ya nos veremos–comenté dándome la vuelta, pero su mano en mi brazo me impidió marcharme– Espera–me di la vuelta soltándome rápid
Apoyada en el marco de la puerta, miraba con una sonrisa a las personas que se encontraban en el salón de estar, Archie, Amanda… Grace, era extraño verla aquí y que mi padre fuera el ausente.Una punzada de dolor, me atravesó el pecho, lo extrañaba tanto, respire hondo llevando mi mano hacia el relicario que Archie me había regalado, desde que lo tenía, era como si mi padre estuviera más cerca de mí.Vi como Archie miraba su móvil, salió del salón, con curiosidad lo seguí hasta el patio trasero, mire a través de la puerta de cristal como parecía hablar con alguien, despacio abrí saliendo– ¿De verdad?–comentó en tono alegre– Si, no te preocupes, mándame la dirección he iré enseguida, adiós–colgó la llamada girándose, momentáneamente s
Pov AidenContemplaba de forma ausente mi taza vacía, mis pensamientos estaban en otro lugar, concretamente, en una persona, en esa hermosa chica de ojos azules con el corazón y el alma lleno de cicatrices, que me moría por sanar con besos, caricias.Suspiré pasando mi mano por el cabello despeinándolo, me sentía frustrado, por más indirectas que le lanzaba, ella las ignoraba, volví a suspirar levantándome de mi asiento, deje la taza en el fregadero, salí de la cocina con una gran decisión. Si con indirectas no funcionaba, a la mierda el ser sutil, sería directo, subí los escalones de dos en dos, me detuve delante de su puerta, iba a tocar, pero me detuve al ver que estaba entreabierta y de dentro salía una melodiosa voz cantando una canción de cuna.Despacio abrí la puerta, ante mí se encontraba una maravillosa imagen,
Al entrar en casa, todo estaba en absoluto silencio, suspiré subiendo las escaleras, me detuve delante de su puerta, iba a llamar, pero me contuve, no sabía con exactitud que decirle, revolví mi cabello algo frustrado, sacudí la cabeza, y sin pensarlo más, llamé suavemente, no quería despertar a Noah.Escuché sus pasos al otro lado, la puerta se abrió dejándome verla, se había cambiado, tenía puesta su bata color verde esmeralda de seda, me quedé algo paralizado, se veía tan sensual, sacudí la cabeza alejando las imágenes que estaban bombardeándome.– ¿Podemos hablar?–cuestioné a lo que ella asintió, salimos de la habitación y fuimos a la mía, al entrar se sentó en mi cama mirándome– Siento mucho lo que sucedió hacia el final de la cita, yo…–– No debes
Pov Erin El tiempo al lado de Archie se me pasaba prácticamente volando, solo faltaban tres días para volver a casa, en estos días lo había pasado en grande, un descanso de la ciudad junto al hombre que quería. Por mi cabeza también rondaba la idea de contarle a Archie sobre lo que pasó con Amanda y Henry, sabía que era remover el pasado, pero sentía que él tenía derecho a saber sobre lo que ocurrió realmente.– ¿Qué piensas tanto?–cuestionó dándome un beso en el hombro, sonreí mirándolo, llevaba una toalla alrededor de su cintura, mientras gotas de agua escurrían por su cuerpo, me mordí el labio ante la imagen tan sensual que tenía delante, sacudí la cabeza alejando mis pensamientos lujuriosos– En Amanda y mi hermano–– ¿En ellos?, ¿
Esperaba a Archie en su apartamento, movía mis piernas de forma nerviosa, no paraba de limpiar mis lágrimas que no cesaban de caer, mi corazón dolía, estaba a punto de dejarlo, un sollozo se me escapo ante ese pensamiento. Escuche la puerta del apartamento abrirse, me puse de pie dándole la espalda a la entrada, limpie mi rostro con rapidez, respiré hondo intentando tranquilizarme– Hola, ¿Por qué no me has llamado para decirme que venías?–cuestionó con sorpresa, escuché sus pasos acercarse– Quería esperarte, debo decirte algo importante–dije alejándome al sentir su mano en mi cintura– ¿Qué es tan importante para que no quieras darme ni un beso?–trague saliva mirándolo, nada más hacerlo el nudo en mi garganta ejerció una gran presión, sentía como mis ojos se humedecían de nuevo, a
Pov ErinLlegamos a la mansión Tucker, con nerviosismo bajé del coche, a pesar de los intentos de Archie por tranquilizarme, el miedo de poder haber cometido un error y poner a Aiden en peligro, aumentaba por segundos.Entramos en la casa, caminamos hacia el salón, a cada paso que dábamos, sentía como mis piernas se iban volviendo gelatina, de repente me detuve llamando su atención– No puedo hacer esto–susurré afligida, suspire acercándome a ella, coloque mis manos en su rostro– Tranquila preciosa, no va a pasar nada, estaré a tu lado, por precaución, tu hermano y Amanda están resguardados en casa con todo cerrado–– Lo sé… Pero–me silencio dándome un beso en los labios– Tú déjame hablar a mí–dijo a lo que asentí, no
Pov Erin Abrí los ojos despacio, los parpados me pesaban muchísimo, un fuerte dolor de cabeza me atravesó, llevé mi mano hacia esta, el tacto de una venda me sorprendió, al igual que la vía que tenía en el brazo, el pitido de una máquina hizo que girase la cabeza contemplándola.Fruncí el ceño, estaba en un hospital, ¿pero por qué?, como si de un rayo partiéndome en dos, todos los recuerdos llegaron a mi cabeza, mis ojos se humedecieron, mi pecho ardía fuertemente, quise incorporarme, pero un dolor en el costado me lo impidió– Erin…, has despertado–miré hacia la puerta, Aiden me miraba con una sonrisa, se acercó rápidamente a la cama, me abrazo con cuidado– No sabes lo preocupado que nos tenías–sentí algo húmedo en mi hombro, se alejó mirá