Movía mi pierna de forma frenética, no paraba de contemplar el reloj, sentía como a cada minuto que pasaba mi garganta se iba secando y mis manos comenzaban a sudar, estaba nerviosa jodidamente nerviosa, faltaban escasos diez minutos para que la jornada laboral terminase y diera comienzo a la cita.
Suspiré levantándome de la silla, agarré mi bolso, prácticamente corrí hacia el servicio, una vez allí y de asegurarme que no había nadie, me miré al espejo, mi cabello estaba algo despeinado, de mi bolso saqué un cepillo comenzando a pasarlo por mi cabello, miré mi atuendo un jean blanco ajustado, una camiseta de tirantes negro, en la silla reposaba mi americana, volví a suspirar, era sencillo, pero tampoco tenía idea de donde me llevaría, solo dijo: es especial, no te preocupes por la ropa.
Una vez que retoqué mi maquillaje, volví a mirar mi reloj,
Pov Archie Contemplaba como se mecían sus cabellos a la brisa nocturna, era hermosa, sin lugar a duda, estaba apoyada en la barandilla del balcón mirando las luces de la ciudad, la cena había sido un éxito total, cada vez me sentía más cerca de poder ganarme su corazón.– Esta vista es increíble, lo contemplaría siempre–comentó dándose la vuelta, colocó su cabello a un lado, algunos mechones seguían danzando al viento, iba a decir algo, pero una fuerte lluvia comenzó a caer sobre nosotros, rápidamente entramos– El impredecible clima de Chicago–dije haciendo que comenzara a reír, me quedé callado observándolaMe acerqué acortando todas las distancias, me incline un poco sobre ella, su respiración chocaba contra mi rostro, el aroma de su perfume llego a mis fosas nasales, era l
Pov Erin Esa simple pregunta había hecho que mi pulso se acelerase, los nervios me invadieron, mis manos sudaban un poco, era completamente ilógico lo que él me hacía sentir, hacía tan poco que nos conocíamos. Pero aquí estoy completamente perdida en su mirada, sintiendo una fuerte necesidad de que sus labios se posen sobre los míos y me haga sentir volar como siempre hacía.Él se había encargado de romper a puñetazos aquel muro que intentaba construir en mi corazón para no volver a sufrir, cada caricia suya, cada beso, una sonrisa, sus palabras, eso y más era como un buen derechazo a mi corazón.¿Cómo era posible que me sintiera enamorada?, ¿Cuánto tarda uno en enamorarse?, ¿me sucedió lo mismo con Ian?, no lo recuerdo a decir verdad, pero lo que sentía por Archie… Era más fuert
Miraba la puerta de su despacho con preocupación, llevaba unos días en los que estaba irritado, ausente, alejado, apenas habíamos podido hablar, las ideas que pasaban por mi cabeza eran infinitas, pero todas ellas tenían algo en común, y era que él me dejaba destrozándome el corazón, desechaba esa idea constantemente, pero seguía ahí, como algo que pinchaba mi cabeza a cada segundo, era insegura, pero nadie podía culparme después de todo lo que sucede en mi vida.Suspiré volviendo mi atención a mi trabajo, seguro me preocupaba de más, cuando él quisiera me diría que sucedía. Esas palabras me las repetía varias veces, una mano se posó en mi hombro sobresaltándome, levante la cabeza viendo a su secretaria– Quiere verte–asentí poniéndome de pie, en silencio ambas fuimos hacia la puerta, ella se sent&o
Miraba con una sonrisa el mensaje de cumpleaños que Archie me había mandado, al salir de mi habitación un olor dulce me envolvió, mi sonrisa ahora era nostálgica, sabia de sobra que al bajar y entrar en la cocina, no será él quien estuviera cocinando mi desayuno favorito, cerré los ojos al sentir mis lágrimas agolparse, mi pecho ardía, limpie las que había conseguido escapar. Respire hondo comenzando a bajar las escaleras.– Buenos días–saludé haciendo que diera un bote y un pequeño grito se le escapara, comencé a reír ante eso– No tiene gracias, ¿Sabes? Te has quedado sin desayuno de cumpleaños–dijo mirándome con malicia, puse una cara triste acercándome a él– No podría hacerte eso–me abrazo dándome un beso en la frente– Feliz cumpleaños–Despu&eac
El ambiente era tenso, su mirada era fría, con tintes de desdén mal disimulado, dejo la taza encima de la mesa sin dejar de mirarme, suspiré algo exasperada por su mirada y el silencio– ¿Puedo saber qué haces aquí?–cuestioné con curiosidad, una sonrisa algo arrogante se formó en sus finos labios– Hablar, pero a solas–dijo mirando detrás de mí, me giré viendo a mi hermano, me miró indeciso, asentí con una pequeña sonrisa, no muy convencido se marchó– Ahora que estamos a solas, tú dirás–– ¿Cuánto quieres?–– No comprendo esa pregunta–una leve risa escapo de sus labios, se puso de pie, en silencio recorría todo el salón, sus tacones de aguja resonaban, de repente paro cerca de mí, sus fríos ojos azules me miraron– &i
Había pasado una semana desde que descubrimos que Amanda era la amante de Davis, no le había dicho nada con respecto a lo que pasó con ella en mi casa, bastante afectado le veía ya como para añadir más leña al fuego.Su amigo le comunico que tardaría más con los documentos, aquello le tenía un tanto desesperado, quería atrapar cuanto antes a Angus Stone, y enviarlo a prisión.– ¿No deberías decírselo a tu padre?–cuestioné sentándome a su lado– Sin pruebas no me creerá, él le tiene mucha estima, son amigos casi desde la infancia–asentí soltado un suspiro– No te preocupes por nada preciosa–acaricio mi rostro con suavidad, sonreí mirándole– Hay algo de lo que deseo que hablemos–de repente se puso totalmente serio– ¿De qué?–s
Me sentía tan segura entre sus brazos, amaba sus caricias en mi cabeza, las leves cosquillas que me hacían sus dedos al rozar mi espalda, escuchar los latidos de su corazón era relajante, abrí los ojos contemplando nuestro reflejo en el espejo, era una imagen que me encantaba.– ¿Qué harás con respecto a Grace?–cuestionó haciendo que suspirase, me separe de él sentándome en la cama– No lo sé, no sé cómo sentirme, necesito tiempo, para digerir todo–nos quedamos en silencio por un largo rato– Tengo que contarle esto a Aiden–– Él ya lo sabe–lo miré incrédula– Tu padre también le dejo una carta–– ¿Desde cuándo sabe de esto?–pregunté frunciendo el ceño– Grace le dio la carta cuando nos marchamos de viaje–asent&iacu
Pov Archie Aquellos ojos oscuros que parecían perlas negras, me miraban aterrados, con súplica, estaban llorosos, tenía sus manos apretadas en un puño– Archie…–susurró con voz temblorosa– ¿No me crees?–– Claro que no te cree, deberías marcharte–mi madre iba a acercarse a ella con intención de sacarla, rápidamente sujete su brazo mirándola con seriedad, me giré hacia mi preciosa, le dedique una sonrisa acercándome a ella– Claro que te creo, como te dije, sé cómo eres, pero sobre todo, sé cómo es Amanda–coloqué mis manos en su rostro, quite con delicadeza las pocas lágrimas que habían conseguido escapar de sus ojos– Me asustaste–– Lo siento, es que quedé algo impresionado, nunca pensé que justame